Los hackers le ganaron a la cura contra el robo de celulares

Uno de los mejores bailarines del centro artístico Amarú, en el sur de Bogotá, fue apuñalado en las piernas cuando regresaba de un ensayo de música norteña. Los ladrones del barrio Cayetano Cañizales le apuntaban a llevarse su celular y no a acabar con una carrera profesional de siete años, sin embargo,  Cristian Cortés Garzón lucha porque esta danza mexicana no sea su último baile.

Como él, 28.589 personas fueron las portadoras de un botín que los criminales persiguieron en el 2017 por encima de las motos, los carros y las casas. Lo que más alerta a los organismos de seguridad es que esta modalidad de hurto –cuyas denuncias se incrementaron en el 79% respecto al mismo periodo del año pasado- se convirtió en un fenómeno trasnacional con el que los ladrones pueden sacarle hasta USD 1.600 por un celular robado que logre venderse fuera del país.

Para los ladrones este se ha convertido en el artículo más apatecido,  ya sea por medio del llamado cosquilleo, cuando se hurta sin que la víctima se de cuenta del robo o por medio de atraco, que es cuando media el uso de la violencia por parte de los delincuentes.

Por el precio de dólar el valor de los celulares es cada vez más elevado y hay equipos que pueden llegar a costar más de 4 millones de pesos. Al ser un implemento casi que obligatorio para desenvolverse en el actualidad, las personas no dudan en adquirir los últimos equipos y están dispuestos a endeudarse para tener el celular de sus sueños.

En una redada transnacional, las autoridades incautaron 11.611 celulares de alta gama, capturaron a 367 personas y allanaron 3.500 locales comerciales en Panamá, Colombia, Argentina, Ecuador, Perú y Bolivia. Sin embargo, la conclusión de este gran operativo es que después de meses de intentar implementar una estrategia de combate que contaba con tecnología de punta, las autoridades se dieron cuenta que los hacker ya lograron burlar el bloqueo.

El 1 de mayo venció el plazo para que los usuarios del país registraran ante la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) el IMEI de sus equipos, una especie de identificación del móvil, que si se llega a desactivar por robo deja, en teoría, al equipo inservible. Es una especie de baja en el mercado que impide que el equipo funcione fuera de las manos del dueño.

Estas medidas han permitido el bloqueo de cerca de 6,25 millones de equipos entre agosto del 2015 y mayo del 2017, adicionales a los 3,46 millones que han sido bloqueados por hurto o extravío, para un total de cerca de 9,71 millones de equipos bloqueados.

Pero no se han logrado los resultados esperados pues las bandas delincuenciales ya pasan por encima del bloqueo y logran registar hasta mil celulares en un solo IMEI. “El bloqueo de los IMEI no funciona, así se lo hemos hecho saber al Ministro de las TIC. Y tenemos investigaciones abiertas para saber cuál es la responsabilidad de los operadores celulares en esto, ya que este crecimiento en las cifras indica que hay connivencia con el delito y no estamos en capacidad de aceptarlo”, cuestionó el fiscal general, Néstor Humberto Martínez.

La alarma no es poca. Solo en Bogotá, el hurto de celulares creció en 150% con respecto al año anterior. Este año van 10.203 personas que perdieron sus equipos celulares en un atraco en la capital; en Cali el incremento fue del 114% y en Nariño del 192%.

Esto sin contar los miles de robos que no son reportados por los ciudadanos que consideran que de nada sirve registrar el robo pues consideran que intentar recuperarlo es un caso perdido.

Aunque los delincuentes locales no consiguen mucho por cada celular robado -200 dólares es el promedio de venta- sacarlo del país y revenderlo en el exterior puede dejar ganancias hasta de USD 1.600. En el operativo transnacional fue capturado Jiancong Xie, un ciudadano chino, considerado uno de los hombres con la mejor tecnología para eliminar la barrera del bloqueo del IMEI; trabajaba desde su cuartel en Cali y por cada celular puede llegar a recibir hasta $150.000.

Para la Fiscalía, el trabajo de estas organizaciones criminales no sería posible sin la ayuda de los operadores celulares, por lo que anunció que se avanza en varias investigaciones que compromete la responsabilidad activa o pasiva de los privados. “En una segunda fase que articularemos con el resto del continente intervendremos a las empresas de celulares comprometidas con estas conductas ilícitas y en lo que tiene que ver con Colombia la Fiscalía tiene una línea de investigación para establecer si estas organizaciones penetraron las empresas de telefonía celular”, señaló el fiscal.

Aunque las cifras crecieron con mayor contundencia en algunos departamentos, lo que revelan las estadísticas es que los que en este momento se salvan de estar en la mira de las bandas criminales son los que no tienen celular. Las regiones con menos robos fueron precisamente las más aisladas: Chocó, La Guajira y Vichada.