INVESTIGACIÓN

Así hurtaron los dineros de Emcartago

Semana.com revela los audios que evidenciarían la manera como cuatro funcionarios y dos particulares de una funeraria se apropiaron de millonarios recursos de la empresa de servicios públicos en el Valle.

24 de octubre de 2016
| Foto: Fotomontaje SEMANA / Fotos: Emcartago

A medida que avanza el proceso judicial por el escándalo de corrupción en las Empresas Municipales de Cartago, Emcartago, una de las entidades de servicios públicos más importantes del Valle, se conocen detalles inéditos del exceso de confianza que se tenían quienes protagonizaron el fraude.

El caso despertó un gran interés en la región, no solo por las irregularidades descubiertas, sino porque muchos esperan que el proceso sirva para aplicar un espejo retrovisor que destape los presuntos fraudes que desde años atrás vienen denunciando en esa entidad considerada ´la joya de la corona´, con una enorme torta burocrática (250 trabajadores) y un presupuesto similar al del municipio de Cartago, (cerca de 80.000 millones de pesos).  

Como se recordará, el pasado jueves 20 de octubre el CTI de la Fiscalía capturó en Cartago a cuatro funcionarios y dos particulares. Ellos son Mario Arenas y Gustavo García, secretario de hacienda y contador del municipio; Carlos Jiménez y César Vásquez, tesorero y conciliador bancario de Emcartago; Luz Mery Arroyave y Carolina Villamil, representante legal y secretaria de una funeraria.

A todos ellos el ente investigador los acusó del delito de peculado por apropiación al descubrir que serían los presuntos autores intelectuales y materiales del desvío y hurto de 234 millones de pesos que el municipio de Cartago le giró a Emcartago, el nueve de septiembre pasado, como abono a una vieja deuda vencida por el Plan Municipal de Aguas ejecutado en 2009.

Lo absurdo es que ese dinero público fue a parar a una cuenta privada de la representante legal de una funeraria de la ciudad y cuyo esposo resultó ser hermano de uno de los funcionarios implicados en el fraude.

La investigación de la Fiscalía estuvo sustentada con pruebas documentales, seguimientos y audios de llamadas a celulares intervenidos. Los acusados aceptaron cargos durante la misma audiencia de legalización de captura e imputación.

Esa audiencia finalizó el pasado viernes, es decir un día después de la captura, y a excepción de Carlos Jiménez que fue beneficiado con arresto domiciliario porque padece una limitación física y se desplaza en silla de ruedas, los demás imputados fueron enviados a prisión y desde allí afrontarán el juicio.

Precisamente en esa audiencia el fiscal del caso reveló algunas de las pruebas contra los capturados, que muestran en detalle la manera como habrían planeado y ejecutado el ilícito.

Este portal reproduce algunos de los audios expuestos que evidencian que en efecto se trataría de un plan orquestado por los capturados y que si bien las autoridades aprehendieron a media docena de implicados, en algunas de esas llamadas se infiere que al menos otras dos personas sabían algo de lo que estaba ocurriendo; lo que no queda claro en esas conversaciones, es si eran cómplices.

Uno de ellos sería Fernando García, dueño de la funeraria y esposo de Luz Mery Arroyave, la representante legal de la misma empresa fúnebre a cuya cuenta bancaria privada le giraron los 234 millones de pesos. Un agravante es que el señor García es el hermano de Gustavo García, el contador del municipio capturado.

Otro aspecto que aclararían los audios es que al parecer la red de corrupción se esforzaba por evitar que tanto Marta Saldaña y Melba Zapata, tesorera del municipio y subgerente financiera de Emcartago, se enteraran del desembolso del dinero que ellos pretendían hurtar.

En las llamadas interceptadas y que fueron realizadas el 6, 9, 12, 13 de septiembre y 5 de octubre de este año, también se escucha que las dos mujeres de la funeraria (Arroyave y Villamil) tenían serios temores sobre las explicaciones que debían dar cuando en el banco o alguna autoridad les preguntara por el origen del dinero que le consignaron en su cuenta.

En otro de los audios se hace referencia a una señora a la que según los intervinientes Gustavo García y Carlos Jiménez, había que darle la mitad del botín.

“Hay que darle casi la mitad”

En este audio se escucha al contador del municipio, Gustavo García y el tesorero de Emcartago, Carlos Jiménez, coordinar una reunión con el secretario de hacienda Mario Arenas; pero también dejan entrever que en el ilícito participa una mujer a la que describen como la jefe y la que deben darle casi la mitad del botín.

Para que le haga la vueltica

Aquí se escucha al contador Gustavo García y el secretario de hacienda Mario Arenas, ultimando detalles de lo que sería un presunto desembolso de dinero con mucha discreción para que no se filtre la información.

Tienen que hablar con la tesorera 

En esta conversación entre Gustavo García y Carlos Jiménez se evidencia la preocupación de ambos porque se cayera el fraude debido a que Marta Saldaña, tesorera del municipio le estaba pidiendo a Melba Zapata, subgerente financiera de Emcartago, certificación de una cuenta bancaria para hacerle un pago. El éxito del ilícito dependía de que al menos una de ellas no se enterara del desembolso que ellos pretendían ocultar de los extractos bancarios.

Si ella pregunta, que eso no se hizo

Este audio revela la implicación del secretario de hacienda Mario Arenas, en el fraude. En él se escucha a Gustavo García quejándose ante Arenas porque la tesorera del municipio, Marta Saldaña, le reportó a Melba Zapata, la subgerente financiera de Emcartago, el giro que harían para abonar a una deuda.

Eso era para la IPS 

En esta llamada Gustavo García le reporta a Carlos Jiménez que el problema con la subgerente financiera, Melba Zapata, ya se arregló, porque la tesorera del municipio, Marta Saldaña, la llamó y le dijo: “que pena Melbita es que estoy toda desvirolada. Eso era para la IPS”. Es decir, lograron convencer a la señora Zapata que el municipio no haría el giro de dinero que le debía a Emcartago y de esa manera la red criminal podía desviarlo a la cuenta privada, tal como lo hizo.

¿Cómo justificar la consignación?

Aquí se escucha a Carolina Villamil, secretaria de la funeraria, hablando con Gustavo García para indagarle sobre lo que su cuñada Luz Mery Arroyave, debía decir cuando le preguntaran por el origen del dinero que consignaron en su cuenta. “Que es una plata que le debían en Empresas Municipales de unos contratos que ella ha hecho”, le responde el señor García.

Carolina qué va a decir

En esta conversación entre Gustavo García y su hermano Fernando, dueño de la funeraria y esposo de Luz Mery Arroyave, es evidente que los implicados saben de la investigación que adelanta la Fiscalía y están inquietos. “Nos preocupa que esos hijueputas caigan aquí y Carolina qué va a decir”.