NACIÓN
Ibagué: esta es la pareja de adultos mayores que lleva años viviendo en un cementerio
Aunque la Alcaldía de Ibagué ha insistido en trasladarlos a un albergue, ellos se niegan a hacerlo.
En el cementerio del barrio El Salado, en Ibagué, se conoció un caso de no creer: una pareja convirtió en su hogar la capilla abandonada de este campo santo. Aunque la Alcaldía de ese municipio está al tanto del asunto y les realizan acompañamiento ―han intentado trasladarlos a un refugio―, ellos se niegan a abandonar el lugar.
“Encontramos a la señora Elizabeth, adulta mayor, a quien le hemos hecho acompañamiento desde el 2020, que nos reportaron el caso en Picaleña, en condiciones vulnerables”, le dijo a Noticias RCN Eliana Rosa, directora del grupo Étnico Vulnerable de la Alcaldía de Ibagué.
Se conoció que la señora Elizabeth, de 66 años de edad, cuando la visitan los funcionarios de la administración municipal, se ofusca y les insiste: “De aquí nosotros no damos un paso más, que vengan los policías”.
Uno de los riesgos que tiene la pareja de adultos mayores, al encontrarse en el mencionado lugar, es el deterioro de la capilla, que en cualquier momento se podría derrumbar; asimismo, está expuesta a la delincuencia común que existe en Ibagué.
Tendencias
Ministerio de Salud invita a tomar conciencia contra el maltrato en la vejez
La violencia y el maltrato contra las personas mayores es un tema de interés en salud pública, ya que estas violencias afectan la integridad física, mental y psicosocial que, en algunos casos, derivan en discapacidad y disminución de la calidad de vida de este grupo poblacional.
“La denuncia de este flagelo se acerca al 20 %, lo cual genera invisibilidad medida por el subregistro. Por eso, desde el Ministerio de Salud y Protección Social hacemos un llamado al trato digno, al cuidado y la garantía de los derechos a las personas mayores”, señaló Alejandro Cepeda, jefe de la Oficina de Promoción Social del Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud).
Las estadísticas de lesiones no fatales del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportaron en 2021 un incremento del 28 % de los casos, comparativamente con la vigencia 2020, al pasar de 6.355 registros a 8.111 entre esta población.
En relación con los demás ciclos vitales, las personas mayores fueron las más afectadas por este tipo de violencias.
Cepeda agregó: “Según análisis realizados, hubo un efecto colateral por el confinamiento derivado de la pandemia de covid-19, pues el agresor suele ser en la mayoría de los casos un miembro del círculo familiar o social más cercano, lo que facilita las condiciones de abuso, ocultamiento y prolongación de la victimización que, además, es particularmente elevada entre las mujeres”.
También, otras cifras de Medicina Legal indicaron que en el 99,86 % de los casos la persona maltratadora es un familiar, y al identificar el actor se evidencia que en el 43,14 % de los eventos son los hijos e hijas los causantes de las agresiones.
En el desagregado por lesiones no fatales, el 75 % de los registros se concentra en violencia interpersonal y violencia intrafamiliar, con 3.612 y 2.460 casos respectivamente, con variaciones entre el 23 % y el 22 % frente a 2020. De estos datos se deriva también una preocupación adicional relacionada con el presunto delito sexual que, en el período de análisis 2020-2021, creció un 9,1 %.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud, Bienestar y Envejecimiento (Sabe Colombia-2015), el 13 % de las personas mayores manifestó haber sido víctima de maltrato.
Por modalidades, el psicológico se ubicó en la primera línea (12,3 %), seguido del físico (3,4 %), el financiero (1,5 %) y el sexual (0,3 %), con la atenuante de que los indicadores se incrementan en el área rural, a excepción del maltrato psicológico, que prevalece en el área urbana.
Asimismo, se evidenció una correlación positiva en el maltrato psicológico entre los estratos socioeconómicos menos favorecidos. En el estrato 1 se registró la mayor proporción de maltrato físico y sexual, y entre los estratos 5 y 6 prevaleció el financiero.
La magnitud de este fenómeno es latente y su dimensión no fue ajena a la Política Pública Nacional De Envejecimiento y Vejez 2022-2031. En ella se desarrolló un eje especial para abordar la violencia, pero también el abandono y la discriminación.