Igor, un héroe y milagro de cuatro patas

Cada 7 de agosto se celebra el día del Ejército Nacional, que coincide con la Batalla del Puente de Boyacá, pues fue allí cuando los soldados derrotaron a las tropas españolas en inmediaciones del Rio Teatinos, cerca de Tunja. Este año, las fuerzas militares cumplen 211 años. Desde entonces hasta a la fecha ha evolucionado, sus filas no solo las conforman hombres, sino mujeres y también caninos.

Todos han dado su vida al servicio de la patria. Igor, un labrador de 3 años, experto en identificación de explosivos, fue herido en combate, recibió en su hocico un disparo de fúsil, mientras miembros de las disidencias de las Farc disputaban el territorio por el control del narcotráfico en Putumayo. La capitán Carolina Mc Ewen veterinaria de profesión, salvó al perrito. Los dos hacen honor a su legado y están listos para seguir protegiendo a los colombianos.

El 16 de mayo en las selvas de Putumayo, el pelotón de soldados que acompañaba Igor, fue atacado por las disidencias de las Farc, en esa zona del país el narcotráfico ha generado múltiples problemáticas, desde daños ambientales hasta extorsiones a los pobladores y homicidios. Cuando el Ejército Nacional estaba tratando de mitigar esa situación e Igor iba olfateando todo para ver si habían dejado minas antipersonal que estallaran mientras ellos avanzaban, se empezaron a sentir múltiples disparos de fusil, algunos de ellos impactaron en el cuerpo de tres uniformados dejándolos gravemente heridos.

Entre ellos estaba el guía canino de Igor, cuando el militar vio que su compañero inseparable, podría salir herido, priorizó la vida del canino, lo protegió como dicen los protocoles establecidos en el Ejército Nacional, dándole la importancia a los perros que prestan el servicio al país. Sin embargo, uno de esos proyectiles le impacto en el hocico de Igor, su cabeza se llenó de sangre rápidamente, el uniformado le brindó los primeros auxilios hasta donde le fue posible . Llegó un helicóptero a la zona, y evacuaron a los cuatro soldados (3 humanos e Igor).

La capitán Carolina McEwen Arango quién se desempeña como veterinaria en el batallón de Florencia Caquetá, recibió una llamada, tenía que prepararse para recibir a Igor de urgencia. “No es normal que uno de los caninos llegue herido, ellos son muy listos para identificar los explosivos. Pero lo que le hicieron a Igor fue atacarlo con fusil, eso rara vez sucede”, dijo McEwen a SEMANA.

La oficial recuerda: “cuando aterrizó sabía que por la cantidad de sangre que había perdido no alcanzaría a llegar al hospital veterinario del hospital”, Estaba con signos vitales débiles, así que decidió adecuar su carro particular en una ambulancia, allí tenía cobijas, toallas y cojines que carga para sus mascotas, así que no dudo en usarlas en Igor, lo canalizó en su carro, le dio los medicamentos para estabilizarlo y le trató de contener la hemorragia, coordinó para que le prestaran una sala de cirugía en una veterinaria particular que quedaba a cinco minutos del aeropuerto.

Allí se dio cuenta que el disparo que afectó toda su mandíbula. Perdió piezas dentales, Dos premolares, 1 molar estos se desintegraron y afectaron la carnosidad del animal. Durante dos horas, estuvieron los médicos veterinarios retirándole todo el material que tenía junto con la mucosa bucal, suturaron, ya estaba fuera de peligro.

La capitán al ver la identificación del soldado canino Igor, se enteró que él había nacido en las instalaciones del Ejército, su mamá la acompañó largas jornadas en la base militar de Tolemaida, según ella uno de los seres más nobles con los que ha compartido, y el papá de Igor también es un canino militar, “Un semental. Todos sus hijos son de los mejores perros antiexplosivos que tiene el Ejército”, indica McEwen, en ese momento pensó que Igor seria único por los genes que poseía.

No se equivocó, es tan noble o más que su madre. Reconoce quién le salvó la vida por eso vive agradecido con la Capitán, juega y es amigo de los miembros del Batallón de Florencia. Están fuerte como o más que su padre: se recuperó en tiempo récord. Es el consentido, duerme en un cuarto con aire acondicionado, y juega constantemente con su pelota.

Está en rehabilitación, pero no volverá a trabajar, con lo sucedido alcanzó su jubilación. Esta a la espera de que su guía canino, sea dado de alta y se lo lleve para su casa pues es el primer candidato para su adopción. “Sé que el momento de separarnos llegará. Pero su guía y él deben de extrañarse mucho, así que lo mejor es que estén juntos”, dice la capitán McEwen con voz entrecortada pero satisfecha por el deber cumplido, salvaguardar la integridad de todos aquellos que son capaces de dar la vida por los demás, en su servicio a la patria.