Implicados en el asesinato de Michelle Amaya aceptaron cargos

Michell Amaya es la niña de 15 años de edad que fue secuestrada y asesinada en el centro de Bogotá, en el barrio San Bernardo, una zona afectada por la inseguridad y sin presencia de la fuerza pública, a pesar de estar muy cerca de la sede principal de la Policía Metropolitana de Bogotá.

Su familia la reportó como desaparecida el 30 de noviembre de 2020 y tras no recibir atención de las autoridades, la madre se disfrazó de habitante de calle para encontrar respuestas sobre el paradero de la niña que, según la información de su familia, salió de su casa en Prado Veraniego, norte de Bogotá, con destino al centro de la ciudad a buscar un celular que le fue robado.

La niña nunca regresó a su casa. La familia esperó por más de un mes sin recibir respuesta de la Fiscalía y solo hasta cuando los medios de comunicación entrevistaron a la mamá de la menor y tras una revisión más rigurosa, el cuerpo de la niña fue identificado en la morgue de Medicina Legal.

La investigación fue priorizada por el fiscal Francisco Barbosa y los resultados se conocieron en los primeros días del nuevo año. Cinco personas fueron capturadas, señaladas de integrar una organización criminal y de ordenar el asesinato de la menor.

“Mediante orden judicial, durante un operativo en el barrio San Bernardo de Bogotá, tres hombres fueron detenidos y serán procesados ante un juez de control de garantías por los delitos de tortura y homicidio agravado, por los hechos ocurridos el 30 de noviembre de 2020”, señaló el fiscal Barbosa al entregar los detalles de las primeras capturas.

Los capturados, al parecer, integran la banda conocida como Los Tazmania y fueron los encargados de asaltar a Michell, secuestrarla, torturarla y asesinarla en el sector de San Bernardo. Los delincuentes, según la Fiscalía, atacaron con arma blanca a la niña y cuando pensaron que estaba muerta la lanzaron desde un tercer piso a una demolición aledaña.

“Se evidenció que la víctima fue herida en múltiples ocasiones con arma blanca y que cuando sus posibles agresores pensaron que estaba muerta la metieron entre bolsas negras y, al parecer, desde el tercer piso de una vivienda, la arrojaron a la casa de enseguida, que está en proceso de demolición”, explicó el fiscal general Francisco Barbosa.

Los capturados fueron presentados ante jueces de control de garantías para imputar cargos por homicidio agravado, tortura agravada, concierto para delinquir, hurto calificado y agravado y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, delitos que, tras el material probatorio y las evidencias expuestas en las audiencias, motivaron a todos los detenidos a aceptar su responsabilidad en este crimen.

“La investigación desarrollada permitió evidenciar que alias Pirry, presunto cabecilla de la banda, sería quien al parecer ordenó que hurtaran y golpearan a la adolescente. La tortura de la que fue víctima, así como las lesiones con arma blanca que le provocaron, causaron la muerte de la menor”, señaló la Fiscalía al dar a conocer los resultados de las audiencias preliminares.

En las audiencias la Fiscalía también reveló que los ahora confesos delincuentes incluso trataron de ocultar el cuerpo de la niña metiéndolo en una carreta de reciclaje para arrojarlo en un andén a varias cuadras de donde ocurrió el asesinato.

“Los investigadores determinaron que luego del ataque, los hombres consiguieron una carreta de reciclaje y llevaron el cadáver a unas cuatro cuadras de donde ocurrieron los hechos. Allí, dejaron las bolsas tapadas con cobijas, sobre las 11 de la noche”, se lee en el informe de la Fiscalía.

La Fiscalía ahora, con la aceptación de cargos, podrá pasar rápidamente a la etapa de juicio y solicitar una condena ejemplar contra los responsables de este crimen.