JUDICIAL

Imputarán cargos a los hermanos de Rafael Uribe Noguera

Según la Fiscalía, deberán responder por el delito de favorecimiento, un delito que implicaría entre cuatro y 12 años de prisión. La diligencia se realizará el próximo viernes.

28 de diciembre de 2016
| Foto: León Darío Peláez

El crimen de Yuliana Samboní ha producido una de las investigaciones más expeditas de la justicia. Los primeros días después de la tragedia el homicidio estaba casi que resuelto, el responsable (Rafael Uribe Noguera) identificado y capturado, y las pruebas eran casi irrefutables. Sin embargo, para el fiscal general Néstor Humberto Martínez había un cabo suelto: la participación que habrían tenido terceros en la manipulación de las evidencias del delito. 

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“La escena del crimen fue manipulada y he instruido a los fiscales para que judicialicen a quienes están intentando obstruir la acción de la Fiscalía”, aseguró el fiscal molesto. Agregó que no que no permitiría que “manosearan más la investigación”. 

Para ese momento, las personas a las cuales Martínez se refería, sin mencionar sus nombres, eran los dos hermanos de Rafael Uribe, Francisco y Catalina. El ente investigador los llamó para que rindieran su versión de lo que había pasado el viernes después de los hechos, y ambos comparecieron en medio de la expectativa de un país conmovido por la muerte de la niña de siete años. Hasta esa fecha, su testimonio no tenía efector jurídicos que los vinculara con el crimen. 

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El miércoles 28 de diciembre, se conoció que la Fiscalía llevaría más allá la investigación. El viernes 30 de enero, ambos hermanos serán llamados a una audiencia de imputación, donde se les informará que comienza un proceso penal contra ellos por el delito de favorecimiento. Según el Código Penal, esto significa "ayudar a eludir la acción de la autoridad o a entorpecer la investigación correspondiente". El delito tiene una pena entre 4 y 12 años de prisión, lo cual implica que puede dictarse medida de aseguramiento.  

“En relación con el ocultamiento, que ha sido una preocupación inicial de la Fiscalía, que puede ser la génesis de una obstrucción a la justicia, se ha avanzado en el acopio de pruebas y esa hipótesis investigativa no ha sido terminada. Estamos esperando las pruebas, producto de la cooperación de la justicia de Estados Unidos”, aseguró el ente investigador. 

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En entrevista con SEMANA, Francisco Uribe había relatado los detalles de lo que había vivido ese domingo. Contó que se había enterado de la situación por una llamada del Gaula y que luego de un par de conversaciones se puso una cita con los agentes en el CAI de la 72 con 7. Luego de buscar a su hermano sin éxito en el apartamento en el que vivía en la calle 64, Uribe se separó de lo agentes. 

Mientras tanto, su hermana Catalina intentaron entrar en un apartamento en la calle 66 que estaba en proceso de ser arrendado. Como el celador no la estaba dejando entrar, ella lo llamó para pedirle que llegara al lugar. Catalina finalmente pudo subir, luego de un altercado con el celador y Franciso llegó a los pocos minutos al edificio. 

"Al llegar le pregunté al portero por mi hermano y por el carro, y por primera vez él reconoció que mi hermano estaba en el apartamento y que le había pedido el favor de dejarlo parquear en el segundo sótano. Fui a buscar el carro y cuál no sería mi sorpresa cuando lo abrí y ví el zapato de una niña. Ahí se me paralizó el corazón y decidí subir y tratar de entrar al apartamento", relató Francisco. 

Agregó que luego, como Rafael no abría la puerta, él subió a una terraza comunal del edificio y saltó un muro para llegar al apartamento de su hermano. Entró a la fuerza pues este nunca quiso abrirle la puerta exterior. 

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"Entrando al apartamento vi que en toda la zona social y en el cuarto principal, además de la botella de aguardiente y las colillas, había aceite regado sobre el piso. Entré y lo busqué en cada uno de los dos cuartos, los dos baños e incluso en los clósets y no vi a mi hermano por ninguna parte. Finalmente desde uno de los cuartos me di cuenta de que estaba en el balcón, detrás de una columna", aseguró. 

Uribe relató que durante un buen rato ambos hermanos estuvieron intentando que Rafael les contestara qué había pasado y si sabía algo de la niña. Este les dijo, según ellos, que la menor había saltado del carro cuando iban por la circunvalar. Agregaron que Rafael estaba mal, que les comentó que había consumido mucha droga y alcohol, y que se quería morir. En ese momento, Francisco asegura que llamó a un abogado para preguntarle si podía llevarlo a una clínica.

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Los tres hermanos deciden salir y tomar un taxi. La imagen del vehículo fue registrada por cámaras de seguridad del barrio y se convirtió en una de los indicios esenciales de la investigación. La semana pasada, el ente acusador hizo un llamado a la ciudadanía y a todas las empresas que prestan este servicio para encontrar al conductor que tomó ese servicio esa tarde de domingo. Después de que se presentaron más de 12 personas, finalmente se identificó al verdadero hombre que llevó a los Uribe ese día. 

El testimonio del taxista será vital para lo que sigue de la investigación. Según contó Francisco Uribe, los tres tomaron el vehículo rumbo a la clínica Monserrat en la calle 134 con avenida 19. Catalina se bajó en la 72 pues sus niñas pequeñas la esperaban en el apartamento, y los dos hombres continuaron su camino. 

"En la calle 134, Rafael me dijo en voz baja que me iba a contar la verdad. Y me confesó que él la había matado", aseguró Francisco Uribe. la Fiscalía busca determinar con el conductor si esa versión de los hechos es real. 

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"Yo me desmoroné y lo único que pude hacer fue llorar durante todo el trayecto de la 134. Cuando nos bajamos en la clínica le pregunté que cómo la había matado y que dónde estaba. Él me dijo que en el carro la niña había empezado a gritar, él le había tapado la boca y la niña se había ahogado, y que la había ocultado bajo el jacuzzi. Por lo que me enteré después, lo de la muerte en el carro no era verdad, pero en ese momento yo se lo creí. Inmediatamente volví a hablar con el Gaula y les dije que estaba en la Clínica Montserrat", agregó Francisco Uribe en la entrevista con Semana.

Esas horas que pasaron los hermanos son hoy el eje de una nueva investigación. La fiscalía busca determinar dos cosas. La primera si Francisco y Catalina favorecieron a Rafael para encubrir el crimen de Yuliana. Por esto les imputarán cargos al final de esta semana. La segunda tesis estaría relacionada sobre si ambos tuvieron algo que ver con la forma como se alteró la escena del crimen. Como relató Medicina Legal, el cadáver de la niña estaba cubierto de aceite y fue encontrado debajo de un Jacuzzi. Las autoridades quieren establecer quién hizo esto y cuáles habrían sido sus motivos.  Por este segundo cargo, la Fiscalía sigue investigando y espera las conclusiones de unos peritazgos que envió a Estados Unidos.