VALLE DEL CAUCA
Incautan gran cargamento de cocaína en zona rural de Jamundí, Valle
La droga se encontraba en cinco puntos de acopio lista para ser enviada a Centroamérica y diferentes lugares de Colombia.
La droga estaba en el corregimiento San Isidro, zona rural de Jamundí, Valle. En total eran 1.6 toneladas de cocaína bien empacadas y listas para salir hacia la región del Naya y posteriormente llegar hasta aguas del Pacífico entre Cauca y Valle, donde sería negociada con emisarios de cárteles mexicanos.
El golpe lo dio la Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico, la Seccional Cauca e investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), y el Comando contra el Narcotráfico y Amenazas Trasnacionales del Ejército Nacional en un operativo perfectamente desarrollado. Lograron incautar la droga y hacerse con ocho armas de fuego y siete millones de pesos en efectivo producto de otros delitos.
Los procedimientos en cinco puntos que servían de centros de acopio ilegal. El estupefaciente estaba prensado y listo para ser enviado. Gracias a la articulación de capacidades investigativas se estableció que la droga pertenecería a una red dedicada a la producción y comercialización de cocaína en el norte de Cauca.
Al parecer, este grupo utiliza inmuebles en el sur del departamento de Valle del Cauca para almacenar los cargamentos, agruparlos hasta obtener una determinada cantidad y, posteriormente, enviarlos en tractocamiones hacia diferentes puertos o ciudades capitales.
Tendencias
Precisamente, cinco de los presuntos integrantes, quienes serían los encargados de custodiar los alijos, fueron capturados en situación de flagrancia. La Fiscalía los presentará ante un juez de control de garantías y les imputará los delitos de: tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado; y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones.
Captura de cabecilla disidente en Cali
Alias el Abuelo siempre fue un criminal esquivo para las autoridades. Desde hace seis años cuando figuró como cabecilla de la columna disidente de las Farc Oliver Sinisterra -que delinque en el Pacífico nariñense y frontera con Ecuador- lanzaron decenas de operativos para capturarlo, pero no lo lograron.
En el área siempre fue esquivo. Alias el Abuelo sabía escabullirse por entre la espesa selva de Tumaco, Magüí Payán, Roberto Payán, El Charco, Iscuandé y demás municipios de la costa pacífica nariñense. Su trabajo en la organización -antiguamente comandada por alias Guacho- era el de recaudar comisiones de la venta de clorhidrato de cocaína tanto a los vendedores como a los compradores.
Además, es señalado del asesinato del líder sindical Omar Moreno, integrante del sindicato de trabajadores Agrícolas Independientes del Meta, el pasado mes de octubre del 2020. También fue el autor material de muertes selectivas, extorsiones y desaparición forzada en el corregimiento La Guayacana de Llorente, zona rural de Tumaco, Nariño.
Pero el Abuelo no cayó en su zona de operaciones, sino varios kilómetros alejado de ahí: en el barrio El Retiro, oriente de Cali. ¿Qué hacía este peligroso cabecilla en la capital del Valle? La respuesta tiene varias tesis; una, que estaría negociando compra de armas para su organización; y dos, que por su posición geográfica, Cali se está convirtiendo en una especie de refugio de narcotraficantes y disidentes que delinquen en el suroccidente del país. La confrontación armada se estaría trasladando a la ciudad.
Para capturar a alias el Abuelo, se lanzó una operación conjunta entre Ejército Nacional y el Cuerpo Técnico de Investigación, CTI. El capturado tendrá que responder por los delitos de homicidio agravado, desaparición forzada, concierto para delinquir y porte ilegal de armas.