Nación
Incertidumbre por el paradero de un cabo retirado del Ejército en África; sus documentos fueron encontrados por autoridades locales
En Sudán hay una guerra interna por el control territorial de minas de oro y, al parecer, los militares retirados colombianos estarían siendo llevados como mercenarios.
Enviar militares retirados colombianos a otros países a cumplir misiones peligrosas en calidad de mercenarios parece ser una práctica que cada vez toma más fuerza. Aunque hay silencio de las autoridades nacionales frente al tema, en el gremio de los retirados cada vez se escuchan más voces sobre lo que realmente está pasando y que ya genera preocupación.
SEMANA reveló hace poco el drama que estaban viviendo varias familias de militares retirados como consecuencia de la muerte de sus allegados en Sudán, África, a donde los exmilitares llegaron supuestamente a cumplir una misión sencilla, contratados por una empresa de seguridad en Colombia, pero la información extraoficial indica que cayeron en un ataque con explosivos.
Un nuevo caso que prendió las alertas fue el del cabo retirado del Ejército Christian Lombana Moncayo. Sus documentos fueron encontrados por las autoridades de dicho país, pero no se informa qué pasó con el exmilitar.
Las versiones de medios locales son precarias y disparan hacia distintos lados, como que habría sido secuestrado, retenido por autoridades locales o muerto en medio de un conflicto civil que hay en dicho país.
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Los documentos del militar colombiano llegaron a The City Paper. Se trata de una tarjeta de TransMilenio, el carné del círculo de suboficiales de las fuerzas militares, el pasaporte, la cédula y una foto de Lombana Moncayo con sus familiares.
De acuerdo con información local, Sudán se encuentra en una especie de guerra interna, en la que Rusia y los Emiratos Árabes estarían en conflicto con el ejército local por el control de minas de oro; al parecer, los militares retirados colombianos estarían siendo llevados allí bajo engaños a pelear la guerra.
El modus operandi consiste, de acuerdo con fuentes de oficiales retirados que han hablado con SEMANA, en llevarse a los militares colombianos luego de ser contratados por empresas de seguridad en Bogotá. Allí les revisan su hoja de vida y por lo general prefieren a exmilitares con cursos de fuerzas especiales.
Para Abel Rojas, excoordinador del grupo de veteranos del Ministerio de Defensa, esta situación es preocupante, debido a que otros países se estarían aprovechando de las necesidades económicas que tienen los militares retirados para contratarlos como mercenarios para pelear guerras en otros países.
“Los militares son engañados por empresas y entidades y también veteranos que lideran estos procesos y lo que básicamente hacen es engañarlos para llevárselos a otros países para que de alguna u otra manera hagan cosas que pueden estar tipificadas en el código penal”, indicó Rojas.