Nación
“Incluir todas las estructuras que conforman el ELN”, las diez advertencias de la procuradora sobre negociaciones en Caracas
El anuncio lo hizo Cabello desde Cartagena. Dijo que espera que este proceso no tenga las dificultades que ha tenido la implementación de lo acordado con las Farc.
Este lunes 12 de diciembre terminó el primer ciclo de paz entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la guerrilla del ELN. Las partes anunciaron cuatro acuerdos que se empezarán a implementar de inmediato y que buscan un avance en la confianza de las dos delegaciones para continuar la agenda de diálogo.
Precisamente, desde Cartagena, a modo de sugerencia, la procuradora Margarita Cabello hizo diez recomendaciones a tener en cuenta para que las conversaciones de paz que inician en Caracas, Venezuela, con el ELN y los acuerdos que de allí surjan, no enfrenten los obstáculos que ha vivido el Acuerdo de Paz con las Farc.
Cabello aseguró que hace esas advertencias atendiendo a las caracterizaciones y los diagnósticos realizados desde la Procuraduría: “No se pueden cometer los mismos errores de negociaciones anteriores; por eso, debo hacer algunas recomendaciones con base en las lecciones que hemos aprendido”.
Quedó claro que el punto de un cese al fuego bilateral aún no se ha planteado de fondo, pero está sobre la mesa la propuesta del presidente Petro para decretar un cese al fuego multilateral.
Tendencias
1. Incluir todas las estructuras que conforman el ELN, para prevenir el surgimiento de disidencias y la continuación de las hostilidades, es un primer paso para garantizar la no repetición.
2. La reincorporación de los excombatientes a la vida civil debe ser uno de los temas centrales de la negociación desde el inicio.
3. Frente a las Zonas de Ubicación Temporal, se deben revisar criterios más allá de la seguridad, como la titulación de los predios para cerciorarse de que no sean baldíos arrendados por poseedores o en proceso judicial.
4. Verificar en esas zonas las vías de acceso para el suministro de bienes y servicios, la logística para su puesta en funcionamiento, el acceso a servicios públicos y servicios de educación y salud.
5. La Rama Judicial debe ser un acompañante permanente de estos procesos de negociación y construcción de paz.
6. Hay que idear sistemas de control efectivos para evitar los “colados” en los listados que presenten los grupos armados al margen de la ley y las organizaciones criminales de alto impacto.
7. Garantizar recursos para la sostenibilidad de los planes, proyectos y programas que se pacten y evitar así incumplimientos por parte del Estado.
8. Los ajustes normativos necesarios para la implementación de un eventual acuerdo deben avanzar de manera paralela a las conversaciones, fortaleciendo una coordinación intersectorial que permita la fácil aplicación de las medidas.
9. Es imperativo que los grupos armados entreguen un inventario cierto y real de los bienes.
10. El diálogo debe ser participativo desde el inicio e incluir a las mujeres.
La Procuradora finalizó su intervención asegurando: “No debe ser la Corte Constitucional quien le recuerde al Ejecutivo que la Procuraduría ejerce un rol fundamental en el sistema de frenos y contrapesos. En el escenario específico del sistema transicional, el ente de control constituye una garantía institucional de los derechos de las víctimas a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición.
La iglesia y la mesa de negociación
En diálogo con SEMANA, monseñor Héctor Fabio, delegado de la Iglesia católica para los diálogos con el ELN, indicó que tendrán cuatro ejes fundamentales para desarrollar con la decisión que se tomó: animar el diálogo, mediar entre las partes si hay alguna diferencia, pedagogía en todo el territorio nacional y ser testigos de excepción.
“Acompañamiento permanente significa que es un testigo de excepción que está durante todo el proceso y también que está en movimiento en los distintos servicios específicos que ayuden a la búsqueda de la paz y la reconciliación. Son servicios específicos que va señalando la gente en su momento. Eso es el carácter que tenemos, tanto Naciones Unidas, como la Conferencia Episcopal, a medida que la agenda se vaya desarrollando, que primero será en controlar los temas humanitarios”, dijo monseñor.