NACIÓN
Increíble: Laura Sarabia cambió su versión, dice que Marelbys Meza pidió que le hicieran el abusivo polígrafo. A SEMANA le dijo otra cosa
La alta funcionaria le había dicho a SEMANA que ella misma le preguntó a Marelbys si se sometía al polígrafo y luego le pidió a su conductor llevarla a ese procedimiento. Su versión cambió totalmente.
Desde que SEMANA reveló el escándalo por los abusos contra Marelbys Meza, Laura Sarabia solo había dado una versión de los hechos. Lo hizo en el mismo momento en que su exniñera narró en este medio, con lujo de detalles, el calvario que había vivido tras la pérdida de una plata en el apartamento de su entonces jefe.
Su caso terminó reflejando uno de los mayores abusos de poder que se han dado desde la Casa de Nariño. Resultó impactante que el Gobierno del Cambio llevara a una humilde empleada a un sótano y le hiciera un polígrafo de manera abusiva e ilegal. Más aún que luego la mandara chuzar, engañando a la justicia al presentarla como miembro del Clan del Golfo, con el alias de La Cocinera.
Este domingo, tras meses de esa publicación y a pocos días de haber dado su versión a la Fiscalía, la alta funcionaria habló en Cambio. Sus respuestas impactan. En su nueva versión de los hechos, prácticamente fue la misma Marelbys Meza la que se ofreció para hacerse la ilegal prueba de polígrafo.
La nueva Laura Sarabia asegura que conoce pocos detalles de lo que sucedió en su casa tras el robo, cuando en su entrevista con SEMANA había narrado lo que había pasado sin esgrimir que no tenía idea de los hechos.
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Ante la pregunta de quién mandó realizar el polígrafo, Sarabia contesta: “Yo eso lo supe en mayo. Me separé tres meses de mi cargo para dedicarme a mi defensa y a recomponer los hechos. Durante casi cinco meses para mí todo lo que había ocurrido era normal. Recuerdo que en febrero la propia revista SEMANA publicó un recuento del hurto a mi casa y del polígrafo que se le hizo a la niñera. Eso lo supo la opinión pública. Por cuenta de esa publicación a mí me llamó el fiscal Francisco Barbosa. Fue solamente a partir de mayo cuando yo decido salir del Gobierno, que empiezo a entender y a hilar muchas cosas”.
De manera increíble asegura ahora que fue la misma Marelbys la que puso el tema de hacerse esa prueba. “En ese momento la propia Mary habla de un posible polígrafo. Ella cuenta que un episodio similar le había pasado con el entonces embajador Armando Benedetti y había terminado en una prueba de polígrafo. Mary dijo coloquialmente “yo pedí el polígrafo porque Benedetti me dijo que me echara la culpa para que él no tuviera problemas con su esposa”. Ella en ese momento nos dice que si queremos se puede hacer un polígrafo. El capitán dice que él mirará qué decisiones se toman. Y ahí queda el tema. Quiero aclarar que en la primera denuncia que pone mi esposo, él menciona el tema del polígrafo”.
A SEMANA le había dicho otra cosa totalmente distinta. En su entrevista con Vicky Dávila, Laura Sarabia contesta: “Lo que pasa es que sucede el robo de mi casa. Yo le pregunto a ella si está dispuesta a someterse al polígrafo, como se sometió todo mi esquema de seguridad. Ella dice que no tiene ningún problema. Entonces yo le digo: ‘Te voy a mandar a recoger para que no tengas problema’. Ella vivía muy lejos. Mi conductor fue, la esperó y la trajo acá. Como entraron en mi carro, ingresaron por el parqueadero, pero no fue para ocultarla ni por la parte de atrás ni nada de eso”.
Ahora, Sarabia plantea una hipótesis muy extraña para justificar ese cambio de versión. Asegura que cuando ella habló con SEMANA dio unas respuestas figurativas. “Sobre mis respuestas a esa entrevista de SEMANA debo decir que la misma Fiscalía ya ha determinado que muchas de esas cosas que yo dije que hice no podía hacerlas, ni las hice”, explicó.
Agrega que “esa fue una respuesta figurativa. Lo que pasó en ese momento es que cuando yo hablo de los asuntos de mi trabajo o de mi familia lo hago en primera persona”.
¿Cómo se explican dos versiones tan contrarias dadas por la misma persona?
El abogado de Marelbys Meza, el penalista Iván Cancino, habló con SEMANA de esta nueva versión y la calificó como una “canallada”. Aseguró que él puede creerle que ella no ordenara el polígrafo y que él es respetuoso de la defensa y de la presunción de inocencia. Pero que no entiende cómo en un momento en que se habla de la equidad de género y la protección de la población más desfavorecida, es “insostenible que alguien diga que la prueba del polígrafo estuvo de acuerdo a los cánones legales”.
“A Marelbys se le hace un interrogatorio. Eso es lo que se le hace... un interrogatorio en el que se le coacciona psicológicamente y se le dice que mejor confiese. Ahí cualquier voluntad está mermada”, sostiene. Explica que un polígrafo se le pudo haber hecho a un funcionario público, “pero no a una niñera, a una persona humilde que tenía una relación privada”.
Además, agrega que es el mismo conductor de Sarabia el que lleva a Marelbys a la diligencia. “Cuando llega al polígrafo, como se ve en los videos, ella no hace un consentimiento previo, sino cuando ya está coaccionada y nerviosa... Que formalmente el polígrafo haya cumplido con que el equipo es bueno, con que los procedimientos formales se hicieron, pero consentimiento no hubo. Además, se hace polígrafo cuando ya hay una denuncia, donde una de las indiciadas es Marelbys, de tal suerte que por el polígrafo tiene que responder y vamos a ir hasta las últimas consecuencias, y tendrán que responder aquellas personas que ordenaron y practicaron eso de manera absolutamente ilegal”, dijo Cancino.
Por eso, el abogado sostiene que decir hoy que fue ella misma quien pidió el polígrafo es una “canallada” y asegura que esa versión es falsa. Para él, que ella “ya lo haya hecho, lo que demuestra es lo perturbada que quedó, lo angustiada que estaba como para no perder su trabajo y tratar de probar su inocencia cuando debe ser al revés. Pero que ella lo haya pedido, pues obviamente que no. Ahí está absolutamente claro en toda la evidencia que, quien ordena el polígrafo, por lo menos con toda claridad, es la Policía Nacional y la someten sin su consentimiento, constreñida psicológicamente de manera abusiva, eso es un despropósito. Por eso reitero que, más de lo jurídico, se deja ver es una falta de calidad humana”, aseguró.