Nación
Indígenas embera, que estaban en albergues en Bogotá, llegaron a un acuerdo y emprendieron regreso a sus resguardos en Cauca y Chocó
Son cerca de 250 miembros de esta comunidad los que acordaron el regreso a sus territorios.
Líderes de la comunidad embera katío llegaron a un acuerdo con la Unidad de Víctimas para realizar, de manera voluntaria, el retorno a sus resguardos ubicados en los departamentos del Cauca y Chocó; de esta forma, cerca de 250 miembros de esta etnia emprenderá su viaje luego de permanecer por varios meses en las inmediaciones del Parque la Florida y de la Unidad de Protección Inmediata La Rioja, en Bogotá.
Según las autoridades, rumbo al resguardo del Alto Andágueda, ubicado en el municipio de Bagadó, en el Chocó, partirán alrededor de 81 familias, unas 202 personas, quienes contarán con una serie de apoyos para garantizar su seguridad y el transporte de sus pertenencias hasta su territorio.
“Se les entregará apoyo a la sostenibilidad, kit de hábitat, transporte de enseres y personas hasta su resguardo, y ayuda humanitaria de trámite especial, tanto a retornados como a comunidad receptora” indicó la entidad.
Así mismo, de los indígenas que se encontraban en la UPI La Rioja, 14 familias embera siaperara y dos familias embera dóbida estarán llegando este 22 de diciembre a sus asentamientos en los municipios de López de Micay y Timbiquí en el Cauca, y Pizarro en el Chocó. Según los cálculos, serán 51 personas las que ya emprendieron el viaje rumbo a su hogar.
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Cabe señalar que el pasado 12 de diciembre, un grupo de cerca de 220 indígenas protagonizaron una serie de manifestaciones como protesta a los incumplimientos del Gobierno nacional, después de que abandonaron el Parque Nacional y los trasladaron a la UPI La Florida en el primer semestre de este año.
Inicialmente, los indígenas bloquearon una de las calzadas que permite el ingreso a Bogotá por la calle 80 desde los municipios del occidente de Cundinamarca, por lo que la movilidad se vio bastante afectada en ese punto de la ciudad.
En esa misma jornada los manifestantes llegaron hasta las instalaciones de la Unidad Nacional de Víctimas exigiendo el cumplimiento de los acuerdos pactados con anterioridad.
Inicialmente, los indígenas se manifestaron afuera de las instalaciones, pero hubo un momento en el que los ánimos se caldearon y los más de 200 participantes ingresaron a la fuerza a la edificación.
Esa fue la segunda ocasión en que indígenas embera hicieron manifestaciones en Bogotá y se tomaron algún tipo de edificación, dado que en octubre pasado, se tomaron el antiguo edificio Avianca, en el parque Santander, sobre la carrera Séptima en el centro de la ciudad, a pocos metros de la sede del Banco de la República.
En su momento, los indígenas se tomaron ilegalmente las entradas y salidas de este edificio y al interior del mismo había más de 200 personas totalmente retenidas en contra de su voluntad.
Ante la renuencia de los indígenas de dejar salir a las personas que estaban retenidas, el Esmad se vio en la obligación de intervenir. Esto ocasionó una verdadera batalla campal en el centro de la capital del país.
El acuerdo con los indígenas
El 6 de mayo de 2022 y luego de varios días de negociación, el Gobierno distrital, el Ministerio del Interior y la Unidad para las Víctimas ―con la mediación de la Comisión de la Verdad y el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación y la Personería de Bogotá― lograron un acuerdo con las comunidades indígenas que estaban asentadas en el parque Nacional desde el 29 de septiembre de 2021, para que fueran trasladadas a albergues temporales.
En su momento se acordó, que las familias indígenas se iban a trasladar a la Unidad de Protección Integral (UPI) La Florida, en Engativá. Allí, el Distrito les iba a asegurar alimentación, servicios de salud, educación y atención a la primera infancia. También se iban a abrir espacios para la comercialización de sus productos.
El acuerdo logrado incluía un plan de choque para la reivindicación de los derechos de las comunidades indígenas a través de acciones afirmativas —su participación integral en la política pública indígena que el Distrito iniciará en los próximos días— y la apertura de más espacios para su participación.
Adicionalmente, se acordó que el Ministerio del Interior y la Unidad para la Atención y Reparación Integral de Víctimas (AURIV) se iban a encargar de garantizar el regreso a sus territorios de origen de manera segura y digna, y allí se les dará apoyo económico para financiar proyectos productivos y alternativas de vivienda acordes con sus prácticas socioculturales.