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Indígenas Misak llegarán el martes a Bogotá para unirse a la minga | Foto: Fotomontaje SEMANA

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Indígenas Misak llegarán el martes a Bogotá para unirse a la minga

Los integrantes pertenecen a la organización que lideró la protesta que terminó con el polémico derribamiento de la estatua de Sebastián de Belalcázar en Popayán.

19 de octubre de 2020

Los integrantes de la comunidad indígena Misak, pertenecientes a la organización que lideró la protesta que terminó con el polémico derribamiento de la estatua de Sebastián de Belalcázar en Popayán, anunciaron su respaldo a la minga indígena que llegó este domingo a Bogotá y manifestaron que el próximo martes llegarán a la capital del país para participar en el paro nacional que se llevará a cabo el miércoles 21 de octubre.

En el anuncio de este domingo, los líderes de esa comunidad recordaron el episodio de la estatua que generó un debate en el país: “En el ejercicio de la justicia histórica tumbamos la estatua de Sebastián de Belalcázar en Popayán para cambiar la historia de la violencia que vive nuestro país y para revivir la memoria de la tierra de los pueblos”, señalan los voceros indígenas.

Así mismo, el movimiento y autoridades indígenas del suroccidente del país, AICO, que concentra a distintos grupos de ocho departamentos, aseguró que desde el pasado 16 de septiembre se encuentran en asamblea permanente y “hemos convocado a todos los sectores del paro nacional para parar la violencia de nuestro país", argumentan.

Por otro lado, señalaron que el próximo martes estarán arribando a la capital del país para “fortalecer la minga que nos convoca para la defensa de la vida, la paz, los territorios y la lucha por la democracia. Marchamos junto con el pueblo en contra del mal gobierno de Iván Duque”, puntualizaron los voceros de la comunidad indígena.

Se espera que algunos líderes de la minga que ya se encuentran en el Palacio de los Deportes se reúnan este lunes con el presidente Duque para establecer un “diálogo político” sobre varias inconformidades del pueblo indígena frente a la gestión del mandatario.

MInga indígena en Bogotá
| Foto: Guillermo Torres-Revista Semana

Cabe mencionar que el hecho de la estatua en Popayán generó un fuerte debate en el país. En su momento, En Semana Noticias habló el tata Pedro Velasco, secretario general del pueblo Misak, autoridad indígena del sur occidente, para explicar las razones que llevaron a derribar la escultura.

Velasco dijo que como autoridades indígena de occidente, tomaron esta decisión, pero que no fue una iniciativa reciente, aseguró que hace parte de un estudio, de un análisis al interior de la justicia indígena. “Pues nosotros fuimos las autoridades que junto con 22 autoridades más del pueblo Misak, coordinamos esta reivindicación histórica, lo que uno siente cuando suceden este tipo de hechos, que no ocurrían hace más de 485 años”, señaló el tata.

Dice el secretario general del pueblo Misak, que la población internacional reconoció el acto como una reivindicación con los indígenas y de paso hizo una critica a la posición de quienes reprochan este acto. “No van a ver en un museo personas que sean indígenas, hemos sido vistos como objeto de estudio, para nosotros Sebastián de Belarcazar y nuestra memoria histórica se conecta con la tierra y nos visibilizadnos, volvemos a florecer”, agregó el secretario indígena.

Algunos sectores de la sociedad rechazaron la forma de actuar del pueblo indígena y hasta calificaron el hecho de “vandalismo”. Ante el derribo de la estatua, que fue erigida el 28 de diciembre de 1939, en Popayán, la Academia de Historia de Colombia lamentó lo sucedido y también aseguró que simpatiza con el sentimiento de exclusión de la comunidad Misak ante la interpretación unívoca de la historia.