Arroz gracias: el menú para vigilantes y niñeras que desató una polémica

En las últimas horas ha sido tendencia en redes sociales el restaurante Osaki. El establecimiento que vende comida oriental y japonesa lanzó al mercado un menú especial llamado Arroz gracias, dirigido a las personas que "con su trabajo, cuidan y garantizan su seguridad y bienestar”. Es decir, un menú para celadores, niñeras, aseadoras y empleadas del servicio doméstico. 

Un post de uno de los comensales de ese restaurante hace unos días desató una ola de controversia en Twitter. A juicio de decenas de usuarios de esa red social, ese menú es clasista pues lleva el mensaje de que existen menús de primera y de segunda, según el tipo de persona a quien van dirigidos. La escritora Gloria Susana Esquivel lo calificó como una expresión "del clasismo bogotano más rancio y asqueroso". Por otro lado, la presentadora María Lucía Lacouture también dijo que en esa propuesta estaba implicita una "discriminación clasista deplorable. Y definitivamente el hecho de sentirse superior proviene de una segmentación económica y no cultural. ¿Es necesario este menú en un restaurante?"

Recomendamos: Los colombianos sufrimos de xenofobia y aporofobia

El antropólogo y experto en temas de racismo y driscriminación social, Jorge Iván Jaramillo, le explicó a SEMANA que esta es una discriminación de baja intensidad que se da en lo cotidiano. Según explicó Jaramillo, "Ellos creen que con ese tipo de expresiones están premiando al otro y lo que terminan es discriminando. Es una discriminación directa y esta se representa en un acto con el que buscan expiar las culpas".

Para Jaramillo esta cuestión también genera otro fenómeno que es la ‘gettización‘, que consiste en marcar aún más las diferencias. "Ellos crean un ‘menú especial‘, pero es un menú aparte, no el menú que tienen para todo el mundo. Este tipo de prácticas tiene que ver con herencias históricas de épocas segregacionistas y separatistas, también con toda la gettización de Sudáfrica. Se enquistan en sociedades que tienen unos clivajes de clases muy marcados o por estratos como es el caso colombiano", dijo. El antropólogo aseguró también que con estas acciones lo que hacen es remarcar las diferencias, tal como sucede con los uniformes para los empleados, con los que se asentúa la diferencia entre estatus socieoeconómicos. 

Osaki respondió a esa polémica. En un comunicado expresó que este menú está destinado a las personas que trabajan con quien pide el domicilio. Describieron el menú como una propuesta para "quien quiera agradecer”. El restaurante aclaró que los ingredientes son los mismos de cualquier otro plato del restaurante y que incluyen pollo molido, arroz, plátano y huevo frito.

Puede leer: En juego largo hay desquite: los costos de la discriminación para las mujeres

"No es la primera vez que el menú Arroz gracias es motivo de controversia", asegura el restaurante. Según explicaron, este menú ha generado muchos comentarios y por eso revisarán la forma cómo están comunicando. Sin embargo, dejaron claro que no se detendrían con iniciativas como estas. "Es mucho más discriminatorio pasar por el frente de nuestros colaboradores con pedidos de comida y no tener un gesto de cariño o agradecimiento con ellos", se lee en el mensaje que publicaron en redes sociales. 

La respuesta no fue muy bien recibida por los críticos, que consideran que hay que repensar las estrategias de publicidad que terminan perpetrando la discriminación social y económica.