NACIÓN
Seis puntos para entender el polémico informe sobre el glifosato
SEMANA tuvo acceso al documento de la universidad Sergio Arboleda, donde destaca los beneficios del herbicida en la agricultura y el bajo riesgo que representa para la salud humana. Estos son los detalles.
El sábado María Isabel Rueda publicó una columna en la que afirmaba que la universidad Sergio Arboleda le había hecho llegar un estudio que apelaba a lo fáctico para resolver la pregunta de si el glifosato es dañino o no para la salud. Rueda citó los datos mostrados en la presentación de la institución para defender la tesis de que el herbicida es el “químico más eficaz” para erradicar los cultivos ilícitos y que el lío de su utilización obedece a un problema político, presupuestal y logístico, más que a un tema judicial.
SEMANA revisó al documento y consultó al decano de la facultad de Economía de la Sergio Arboleda para conocer a profundidad el sustento científico que hay detrás de esta publicación.
1. ¿Es un compilado de información o un estudio?
El documento de 35 páginas titulado “La ciencia detrás del glifosato, sus beneficios en la agricultura y su seguridad” fue difundido a la Corte a modo de presentación y está dividido en cinco partes: Retos de la agricultura y la alimentación, qué es el glifosato y para qué sirve, la seguridad, investigación y regulación detrás del glifosato; el glifosato y la salud humana y la bibliografía.
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Alberto Schlesinger, decano de la facultad de Economía asegura que no es un estudio sino “un documento, una recopilación de información” que la universidad entregó a la Corte Constitucional como un aporte para la discusión del uso del glifosato en Colombia. Schlesinger afirma que en medio de una profundización sobre el narcotráfico surgió el tema de cómo controlar las áreas sembradas de coca y entre las alternativas desembocaron -aunque no dice quienes- en hablar del uso del glifosato como herbicida.
"Había una información disponible que era importante ordenarla en una manera lógica, sencilla y comprensible. En segundo lugar basarnos, no en estudios porque nosotros no tenemos esas disciplinas; agronomía, no tenemos química, salud pública, pero si basarnos en la información que otros han hecho", dijo Schlesinger a SEMANA.
2. ¿Fue respaldado por Monsanto?
Sí. Schlesinger explicó que el documento se realizó con ayuda de Bayer, dueño de Monsanto y principal productor de glifosato, y con la Cámara de Procultivos de la Andi. "Yo participé como promotor del documento y tenemos la autorización de la universidad para repartirlo como un documento de esas tres entidades pero la universidad lo organizó", dijo.
El documento hecho en mayo de 2019 no cuenta con firma de autores, pero sí con una nota al final donde la universidad le agradece a Bayer y a la Andi por su colaboración.
Elaborada con la colaboración de Bayer by Semana on Scribd
El decano aclara que “la universidad no está a favor ni en contra del producto”, y tan solo se remite a mostrar la evidencia que las fuentes consultadas manejan sobre el tema. No obstante, las entidades consultadas coinciden en decir que el glifosato es la mejor opción para la fumigación de cultivos.
Por ejemplo, como se observa en esta imagen el documento expresa que el glifosato “actúa en una enzima de crecimiento que solo existe en plantas y algunos microorganismos por eso no afecta a humanos o animales” de acuerdo con Bayer. Además, indica que las proteínas -de las que hace parte la Glicina, componente del glifosato- son necesarias para el crecimiento de los cultivos.
Cómo Funciona El Glifosato-rotado by Semana on Scribd
3. ¿Qué datos arroja la publicación?
Según una recopilación de Bayer, las principales autoridades regulatorias del mundo están en consenso sobre la seguridad del glifosato. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), según el documento, afirma: “no hay riesgos para la salud pública cuando se usa glifosato de acuerdo con su etiqueta actual”. Por su parte, la FAO señala: “es poco probable que el glifosato presente un riesgo cancerígeno para los seres humanos debido a la exposición a través de la dieta”. Concepto que también apoyaría la Unión Europea, la APVMA (Australia) y la FSC (Japón), entre otras.
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“Cada año y ocho meses se revisa el producto en promedio”, asegura Alberto Schlesinger. Una periodicidad que él saca de dividir los 45 años de utilización del glifosato (desde 1974) entre las revisiones que a lo largo de este tiempo han hecho las autoridades regulatorias y que para él, debería ser una prueba suficiente para respaldar la continuidad del producto en los 160 países que actualmente lo permiten.
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Otro dato que cita el documento es el estudio de la Universidad Purdue (Indiana) titulado: La contribución del glifosato a la agricultura y el impacto potencial de las restricciones de uso a nivel mundial (2017) donde se señala que los agricultores a nivel mundial perderían 6.8 billones de dólares anualmente si dejaran de usar el glifosato, considerando que su uso se expande en los cultivos de algodón, maíz, café y banano.
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4. ¿El glifosato produce cáncer?
Sobre este punto el documento señala que solo la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) afirma que el glifosato es “probablemente cancerígeno”, mientras que los otros tres grupos de la OMS estarían en contra.
De acuerdo con Schlesinger la IARC “no produce estudios, valida estudios de terceros” y se decida a catalogar cierto tipo de actividades de acuerdo al potencial de peligro (potencial daño) y no al riesgo (peligro más exposición). Además, menciona que la OMS no es una entidad regulatoria como la EPA y “si lo hay -el glifosato- en 160 países es porque las autoridades regulatorias dijeron sí se puede comercializar y aplicar”.
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5. ¿Hay producción nueva de conocimiento sobre los efectos del glifosato en la academia?
“La aspersión aérea con glifosato para la erradicación del arbusto de coca es estructuralmente ineficaz, y su uso tiene una elevada probabilidad de ocasionar daño a la salud de la población residente en las zonas rurales de los municipios asperjados”, esa fue la conclusión que recogió el estudio Ineficacia estructural y probabilidad de daño a la salud debido a su uso en la aspersión aérea de los cultivos del arbusto de coca, Colombia 1998-2017 de la Universidad El Externado. (Descargue el texto completo aquí).
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El documento académico, elaborado por el docente e investigador Óscar A. Alfonso, fue radicado en la Corte Constitucional a finales de abril. El informe de 41 páginas, fue presentado en tres partes, en las que el autor intenta, primero, desmontar la hipótesis de que solo a través de la aspersión aérea se puede combatir eficazmente el aumento de cultivos ilícitos en el país. Segundo, evaluar los daños a la salud aplicando un modelo econométrico. Y tercero, realizar una estimación de la probabilidad de daño grave a la salud de la población residente en las zonas rurales de los municipios asperjados con glifosato.
6. ¿Qué tan importante es el debate sobre glifosato en el país?
En 2015, durante el gobierno de Juan Manuel Santos se suspendieron en Colombia las fumigaciones aéreas con glifosato. En 2017, la discusión llegó a la Corte Constitucional que condicionó el regreso del programa al cumplimieto de seis protocolos. Hace una semana, el Gobierno de Iván Duque, que ha basado en buena parte su política antinarcóticos en las fumigaciones aéreas, anunció, en cabeza del ministro de defensa, que el retorno de este tipo de aspersión sería un hecho en el segundo semestre del 2019. Sin embargo, será el Consejo Nacional de Estupefacientes quien dé luz verde al estudiar si se cumplieron o no con las exigencias del alto tribunal. La condición número uno de la Corte es que se debe demostrar la existencia de “evidencia objetiva y concluyente que demuestre ausencia de daño” para la salud y el medio ambiente. En el centro del debate está la presión internacional. Específicamente exigencias del Gobierno de Donald Trump por el incremento de los cultivos ilícitos que ya superan las 200.000 hectáreas.