NACIÓN
Inseguridad en Medellín: disparo al aire libró a comensales de un ‘‘inevitable’’ robo
La denuncia la realizó una usuaria de Twitter quien contó cómo pasaron los hechos.
La inseguridad en Medellín y en otras ciudades del país continúa azotando a sus residentes, pues esta vez, los comensales de un establecimiento de Medellín fueron los que pasaron el susto.
La politóloga Laura Naranjo publicó a través de su cuenta de Twitter el momento en el que fueron sorprendidos los clientes del restaurante ‘La Causa’.
“Hace un rato estaba en una reunión de trabajo, todo estaba muy bien hasta que de un momento a otro la gente se empezó a pararse de las mesas y estaba muy angustiada. Cuando miré para el lado derecho, vi que en el restaurante ‘La Causa’ se metieron los tipos armados a robar a la gente que está dentro del restaurante comiendo, entonces de una todos los que estábamos en el otro restaurante ‘Santa Leña’ nos paramos y nos fuimos hacia la cocina del restaurante a escondernos”, contó inicialmente la usuaria.
Lo más leído
Acabo de presenciar un atraco en un restaurante del Mall San Lucas con disparo incluido ¡Preocupa el deterioro de la seguridad en Medellín!
— Laura María Naranj🍊 (@LauraNaranjoPR) December 11, 2021
Señor @quinterocalle el tema de seguridad en Medellín es serio y definitivamente más importante que subir memes a Twitter. pic.twitter.com/SvM27hpFbJ
La mujer insistió en que los hombres estaban robando a los clientes, hasta que alguien que estaba en una mesa cercana, y que tenía un arma, hizo un disparo. “Con eso, los tipos armados se fueron. La verdad es que yo quedé asustada y más que eso, quede triste con el tema de los deteriorada que está en la seguridad en Medellín”, explicó.
Igualmente, cuestionó el trabajo que está realizando en términos de seguridad la administración municipal para reducir los casos de robo, los cuales se han presentado no solamente en el servicio público, sino ahora en centros comerciales y establecimientos sociales.
Lastimosamente, las autoridades confirmaron que los vándalos se lograron robar algunas pertenencias de una mujer. Por tal motivo se está ofreciendo una recompensa de hasta cinco millones de pesos por información que permita dar con la captura de los ladrones.
Por su parte, el general José Martín Gámez, comandante de la Policía Metropolitana de la ciudad, señaló que “a una señora le quitaron su bolso, sus pertenencias personales, tal vez su celular. Y sí, nos informan que había una persona que estaba cerca y que al parecer hace un disparo. Estamos también estableciendo la veracidad de esta información que nos dan”.
Crimen organizado
La delincuencia en Medellín tiene tanto poder que este año las autoridades han incautado 250 armas de fuego y ninguna es de fabricación nacional, explicó el secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón, en días pasados. Todas son de fabricación estadounidense, israelí o rusa, lo que habla de los nexos internacionales que proveen a las guerras urbanas.
Además, según un investigador de la Universidad de Antioquia, en la capital del departamento un solo hombre de gran calado en la Oficina de Envigado se encarga de cuadrar la entrada de dos o tres toneladas de marihuana directo desde Cauca; él mismo se encarga de que esa droga llegue a otros municipios.
Según el Consejo de Seguridad Nacional, Medellín tiene 10 de los 23 Grupos Delincuenciales Organizados (GDO) que hay en el país, lo que equivale al 43 por ciento de las bandas con alcance supramunicipal y supradepartamental que hay en todo Colombia. A ese primer lugar llegó en los inicios de la llamada Oficina de Envigado, en los años ochenta. Dichas organizaciones son Picacho, Caicedo, Sierra, Terraza, Trianón, Triana, Pachelly, Chatas, la Unión y los Pesebreros. Tienen influencia en subregiones antioqueñas como el oriente, el Bajo Cauca, el Magdalena Medio y el norte. Además, pueden llegar a Cundinamarca, Córdoba, Santander, eje cafetero y la costa Caribe, sin contar con alianzas internacionales.
La tesis de la Alcaldía de Medellín señala que aunque las GDO no tienen una confrontación desde hace varios años, las estructuras subcontratadas —también conocidas como combos delincuenciales— entraron en una guerra para ganar más dinero por cuenta del microtráfico y las extorsiones.
Además, al capturar 133 hombres de peso dentro de dichas estructuras, las autoridades desorganizaron el organigrama criminal, afectaron la convivencia en los barrios y aumentaron los homicidios.