DENUNCIA
Insólito: la aterradora historia de un condenado por abuso sexual que dicta talleres para enfrentar ese delito
SEMANA releva el caso de un condenado por abuso sexual que dicta talleres y asesora colegios para enfrentar este delito. Se cambió su nombre y niega ser la misma persona, pero las pruebas demuestran lo contrario.
La historia que se escribió en un extenso documento, conocido por SEMANA, tiene a una persona con dos nombres, pero con el mismo número de cédula. Se trata de David Steve García García o Joshua Elijah Germano. El primero, según sus antecedentes, condenado por abuso sexual de menores. El segundo, directivo de una empresa que justamente se dedica a asesorar colegios, profesores y padres de familia en temas jurídicos, incluso en prevención de delitos sexuales en contra de menores. Se trata de la misma persona.
Un hecho llamó la atención de algunas secretarías de Educación y colegios en Cundinamarca. A todas les llegó un derecho de petición firmado por el representante legal de una veeduría ciudadana que exigía información sobre la actualización y el estado de los manuales de convivencia. El documento, de 20 páginas, está firmado por Carlos García, padre de David Steve García.
La familia García apareció mencionada en la polémica propuesta que en 2016 presentó la Corporación Colegio al Derecho para actualizar los manuales de convivencia de los colegios a partir de la sentencia de la Corte Constitucional sobre el caso Sergio Urrego y el respeto por la diversidad sexual. El representante legal de esa corporación resultó ser Carlos García, el mismo que firmó los derechos de petición.
Los colegios y secretarías de Educación hicieron su propia investigación. Se encontraron con el nombre y cédula de David Steve García, la condena en su contra y su obvia relación con el autor de los derechos de petición, su padre. Lo que no cuadraba era el ‘nuevo’ nombre. Ya no era David, sino Joshua, y su apellido pasó de García García a Germano.
El tema parecía enredado hasta que con ese número de cédula se hicieron las consultas ante diferentes autoridades y el resultado confirmó las sospechas. David Steve García tuvo una condena por abuso sexual, y hasta las secretarías de Educación de Córdoba y Barranquilla “alertaron” para evitar contratar con él, de quien se sabía “estaba asesorando instituciones educativas para la implementación de manuales de convivencia”.
El documento en poder de SEMANA indica que David Steve y Joshua Elijah son la misma persona. Sin embargo, al segundo lo presentan como un perito experto en legislación educativa, ponente en más de 3.000 conferencias y seminarios, autor de 18 textos “sociojurídicos” y “pionero en Colombia, desde el año de 2006, en la elaboración del componente jurídico de los manuales de convivencia escolar”. Según el portal de Linkedin tiene un doctorado en leyes de la Universidad Nueva Granada.
Forma parte de la empresa Edúcate para Educar, dedicada a brindar asesoría legal a la comunidad educativa en los colegios y a dictar talleres a varios sindicatos de maestros en el país. Son los encargados del proyecto ‘El lobo aúlla’ enfocado en la prevención del delito sexual en los menores de edad. Incluso asesoraron al Congreso de la República en esa misma materia.
SEMANA habló con Joshua y aseguró no entender por qué su número de cédula está relacionado con una persona condenada por abuso sexual. Además, negó conocer a Carlos García, el autor de los derechos de petición, su padre. Dijo que su empresa tiene un fin específico y que nunca ha remitido solicitudes a colegios o secretarías de Educación con relación a los manuales de convivencia.
Reconoció que no es abogado, que el título en doctorado en leyes publicado en Linkedin fue una falla seguramente al “pinchar mal” cuando escribió su perfil en la red social. Por eso, advierte, en ninguna de sus otras redes sociales, conferencias o libros se ufana de doctorados, solo de su calidad de perito experto.
Dijo conocer a David Steve García, al igual que su caso por abuso sexual, “lo asesoramos, el dictamen de Medicina Legal que derivó en la condena era absurdo”. Lo que no pudo explicar es por qué él, y su supuesto cliente, David, tienen el mismo número de cédula. Para ser un experto en leyes, se le pasó muy fácil esa situación.
La verdad
SEMANA pudo confirmar lo que se esconde entre Joshua y David. Aunque él lo niegue, son la misma persona con el mismo número de cédula y diferente nombre. En octubre de 2018, a las cuatro de la tarde, radicó una solicitud para cambiarse el nombre. Ya no sería más David Steve García, condenado por abuso sexual, ahora sería Joshua Elijah Germano, el perito experto en legislación educativa.
En reiteradas oportunidades, se le preguntó a Joshua si en algún momento de su vida fue David Steve. Lo negó, incluso aseguró que lo acompañó en el proceso penal que enfrentó y en la condena “injusta” por abuso sexual. En otras palabras, y a la luz de las nuevas evidencias, Joshua se asesoró a sí mismo, pero cuando tenía otro nombre, David, según él, un capacitador que terminó en líos con la justicia.
Cuando se le preguntó a Joshua si se cambió el nombre, no lo negó, simplemente se limitó a decir que la respuesta forma parte de su vida privada, por eso prefería guardar silencio. “Es una violación a la intimidad. Ni yo ni una persona condenada está obligado a explicar si tomó la decisión de cambiarse el nombre, menos de revelar su pasado judicial”.
Insistió en que al revisar en las bases de datos de la Policía no figuran requerimientos de la justicia en su contra, pero al revelarle que en el sistema de antecedentes de la Procuraduría aparece una inhabilidad por una condena, reiteró que es un “problema” que espera solucionar para que se “corrija”, refiriéndose a su vinculación con la condena por abuso sexual de menores.
Desde la rama judicial confirmaron que Diego Steve García García, con el mismo número de cédula de Joshua Elijah Germano, fue condenado por el delito de acceso carnal abusivo a menor de 14 años. Esta sentencia fue proferida por el juzgado 37 penal del circuito de conocimiento de Bogotá, con un relato de los hechos que a cualquiera le daría ganas de cambiarse el nombre.
Según el juzgado, Diego Steve, como profesor de teatro, se acercó a la víctima “con el propósito de convertirla en actriz”. Aprovechó la confianza de la menor y la “persuadió” para tener relaciones sexuales. Lo denunciaron y, cuando lo iban a capturar, según el juzgado, otra vez se cambió el nombre. No era David ni Joshua, era Jairo García.
Las sospechas de quienes tienen listo el documento para el Ministerio de Educación a fin de advertir quién es el encargado de asesorar colegios, padres de familia y docentes terminaron convertidas en verdades. Son ellos mismos quienes anticipan que el cambio de nombre tiene una razón fundamental, más allá de esconder un antecedente con la justicia: evitar las alertas de las autoridades sobre la presencia y asesoría que estaría ofreciendo David Steve, antes, o Joshua Elijah Germano, ahora.