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Insólito | La historia de ‘Pedro’, el vendedor de un falso ‘anabólico’ para hacer crecer la hoja de coca en tiempo récord
En Catatumbo, Norte de Santander, fue desmantelada la fabrica más grande de insumos agroquímicos falsos en el país, que era liderada por este personaje.
En el negocio criminal del narcotráfico no todo está escrito, o así parece suceder con la historia de alias Pedro, un sujeto que, según las autoridades, se atrevió a hacer lo impensable hasta el momento: estafar o tumbar a peligrosos narcotraficantes en Norte de Santander.
En su afán por obtener mayores resultados que permitan tener una producción de cocaína en mayores cantidades y en menor tiempo, los narcotraficantes acuden a todo tipo de estrategias, chamanes, rezos, brujas, es decir, a todo aquel que les prometa eficiencia para su negocio.
Aprovechándose de ese desespero de resultados de los narcos, apareció en Norte de Santander alias Pedro, un personaje que les vendió a los narcos el cuento de que tenía un fertilizante que hacía crecer en menor tiempo de lo normal la hoja de coca, lo que le generaría millonarias rentabilidades.
Con la pócima mágica, los mafiosos invirtieron millonarios recursos en ella, y llenaron de dinero los bolsillos de alias Pedro. Con lo que no contaban los narcotraficantes era que la poderosa fórmula era puro cuento chino, como dice el argot popular.
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Según la Policía en Norte de Santander, alias Pedro era el líder de una poderosa organización que se dedicaba a falsificar productos fertilizantes e insumos agropecuarios, logrando tener la mayor fábrica de estos elementos adulterados en el país.
“Se está haciendo un seguimiento a los productos de insumos para el cultivo de la hoja de coca en el departamento. Es así como se descubre una organización liderada por alias Pedro, con tentáculos en el Catatumbo, su fábrica en Ocaña, distribuciones en todos los municipios del Catatumbo y en Cúcuta”, reveló el coronel Carlos Martínez, comandante de la Policía de Norte de Santander.
El oficial agregó que “este sujeto (alias Pedro), con su organización delincuencial, había sacado un permiso del ICA para fabricar agroquímicos, y empezó a promocionar un químico llamado Vita-coca, que supuestamente era traído de Ecuador y que permitía que la hoja de coca creciera más rápido. Se comenzó a investigar esta situación y se hacen varios allanamientos, entre ellos el principal en Ocaña, donde funcionaba la fábrica que no tenía permiso alguno, y se encuentra que todos esos fertilizantes eran falsos. Se incautan 61 toneladas de agroquímicos falsos, con los cuales engañaban a todos sus clientes”.
Agregó el coronel Martínez que estos productos lo que estaban generando era daños a la tierra donde eran aplicados. “Creaba deforestación y afectaba cualquier tipo de producto que fuera sembrado. Seguimos con la operación de extinción de dominio de esta organización criminal y estas personas están vinculadas judicialmente a estos hechos. Esta organización movía más de 1.000 millones de pesos al mes, y se le incautaron 10.000 millones de pesos en bienes”.
Sobre la investigación, dijo la Policía que “en un operativo conjunto realizado por unidades especializadas de la Seccional de Investigación Criminal de la Seccional de Tránsito y Transporte de Norte de Santander y Policía Fiscal y Aduanera, en coordinación con funcionarios del ICA y la Dian, bajo el direccionamiento de la Fiscalía General de la Nación, se puso al descubierto una organización delictiva dedicada a la fabricación y distribución de productos agroquímicos con alto contenido tóxico, usando para estos fertilizantes, herbicidas y pesticidas, e incluso sustancias sin registro sanitario del ICA, aparentando ser importadas desde Ecuador y por ende prohibidas en el territorio colombiano”.
Añadió la autoridad policial que “estas mezclas, carentes de toda técnica o profesionalismo, son envasadas con utilización de empaques plásticos, tapas, cajas y todo lo necesario para darle la apariencia de autenticidad a las falsificaciones, y quienes se encuentran en la cima de la estructura criminal las comercializaban y enviaban a diferentes establecimientos o locales de la misma empresa para distribuir y expandir su comercialización para el campesinado o el agro.