Movilidad
¡Inundados de motos en Colombia!: ¿qué hacer?
Las motos en el país se han incrementado 22 por ciento en los últimos cuatro años y con ellas ha aumentado la siniestralidad vial, siendo los peatones los más afectados. Radiografía.
Claudia López no aprende y sigue causando revuelo y polémica. Luego de haber extendido el pico y placa todo el día en la ciudad, obligando a las personas a bajarse de su vehículo para usar el transporte público, cuando no hay garantía en la seguridad para los usuarios, la mandataria barajó la posibilidad de imponer también algún tipo de impuesto o restricción a las motos en la capital del país. Aunque horas después la propia Secretaría de Movilidad tuvo que salir al rescate de Claudia López y aclarar que a la fecha no hay en curso ningún tipo de proyecto para establecer pico y placa a las motos, lo cierto es que la propuesta generó todo tipo de controversia.
Decenas de motociclistas, en rechazo a lo planteado por la alcaldesa, se manifestaron en la calle 26 en inmediaciones al Aeropuerto El Dorado, generando traumatismo vial en esta zona de la ciudad. Y aunque la intención de los motociclistas era la de oponerse a un pico y placa en la capital, la protesta sirvió de antesala para revivir el debate por el uso de las motos no solo en Bogotá, sino en todo el país, desnudando una preocupante realidad.
El parque automotor viene incrementándose de manera alarmante. Según el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), mientras en 2018 había 8.313.954 motos en todo el país y representaban el 57 por ciento del total de vehículos, para 2019 las motos ya eran 8.906.554, con un incremento del 7 por ciento.
Para 2020, año en el que se inició la pandemia, el panorama no fue diferente. El total del parque automotor del país llegó a 16.042.336 vehículos y las motos representaron el 58,7 por ciento, con 9.419.374 unidades, 512.820 más que 2019 y 1.105.420 más que 2018.
Tendencias
En 2021, el aumento fue aún mayor. Colombia cerró el año con 17.020.451 vehículos en su parque automotor, de los cuales 10.136.593 fueron motos, es decir, el 59,5 por ciento. Mientras que en años anteriores el incremento anual de las motos era menor a las 600.000 unidades, en 2021 aumentaron en 717.219.
Para 2018, los carros representaban el 41,5 por ciento del total del parque automotor, al cierre de 2021 equivalían al 39,3 por ciento, 2,2 puntos porcentuales menos.
Según el Runt, Bogotá cerró 2021 siendo la ciudad con el mayor número de motocicletas, con un total de 514.938 unidades. En el segundo lugar está Envigado, con 466.985 motos, y le sigue Sabaneta, también en Antioquia, con 345.892 unidades. La cuarta posición es para Girón, con 313.025 motos, y el top 5 lo cierra Funza, muy cerca a Bogotá, con 267.991 unidades.
Accidentes de tránsito
Las cifras de los accidentes de tránsito en los que las motos están involucradas son aún más preocupantes. Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en 2021 se reportaron 7.270 muertos en todo el país por accidentes de tránsito y 4.312 fueron motociclistas, es decir, el 59,3 por ciento. En 2020, fueron 2.908 las personas que perdieron la vida conduciendo una motocicleta, lo que significa que para 2021 las víctimas fatales por moto aumentaron el 48,2 por ciento.
Bogotá concentra la mayor cantidad de motociclistas fallecidos, con 497 víctimas mortales, con un incremento de 24,5 por ciento frente a 2020. En segundo lugar está Cali, con 285 decesos de motociclistas; Medellín, con 246; Cartagena, con 128, y Barranquilla y Santa Marta, con 102 cada una.
De acuerdo con Ómar Oróstegui, director de Futuros Urbanos, “hoy las motos son las que más están involucradas en accidentes fatales contra peatones, y nadie le está prestando atención. Además, la principal causa de sus accidentes viales es el choque contra objetos duros, calcule la velocidad en la que se movilizan”.
La alta accidentalidad es una realidad que no esconden los propios motociclistas, pero aseguran que parte de los accidentes también se debe a las infracciones que cometen los otros actores viales y por el mal estado de las carreteras.
“Es obvio que la accidentalidad se va a incrementar porque el parque automotor ha crecido mucho en los últimos años y estamos más apretados, con más congestión vial, no solo en Bogotá sino en las otras ciudades por falta de infraestructura, de vías amplias y en buen estado. Pero, además, los otros actores viales también cometen sus imprudencias, nos hacen caer, nos tiran los carros en encima, el servicio público nos cierra la vía, entonces no solamente hay imprudencia del motociclista, es una imprudencia generalizada y es una falta de cultura de todos los actores viales”, afirmó Gustavo Londoño, director de la Red de Apoyo Moteros Bogotá.
No obstante, las principales imprudencias las cometen los motociclistas. “Basta ver el zigzagueo, el exceso de velocidad, el tránsito por separadores, andenes y ciclorrutas o la agresividad cuando se les reclama por rayar los espejos de los carros o por no respetar las cebras peatonales, por citar solo algunos ejemplos”, precisó Oróstegui.
El fenómeno del mototaxismo
Además de la alta accidentalidad, el mototaxismo es otra de las metástasis del fuerte incremento de las motos en el país. Aunque no hay cifras reales que den cuenta de la verdadera realidad de este fenómeno, se estima que, con la llegada de la pandemia, esta modalidad de transporte ilegal e informal, que lleva más de 20 años en el país, se disparó en los últimos meses.
De acuerdo con Francisco Javier Maza, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Cartagena, el mototaxismo se observa principalmente en los municipios de la región Caribe, siendo Cartagena la ciudad con mayor presencia de este servicio, en donde se calcula que más de 90.000 personas dependen de esta actividad económica.
“En Cartagena las personas se muestran más satisfechas con el mototaxismo, por encima de las busetas, de los taxis y de Transcaribe, lo que quiere decir que hay una aceptación por parte de la demanda y eso dice mucho del tipo de transporte público que se ofrece en la ciudad. Además, la razón por la que se usa el mototaxismo no es por precio, realmente lo eligen por la oportunidad en el servicio, porque es más rápido y pueden esquivar los trancones”, indicó Maza.
En general, el mototaxismo está presente en 26 de los 32 departamentos del país, siendo Barranquilla, Santa Marta, Sincelejo y Montería las ciudades en donde más presencia se registra de este fenómeno.
Bogotá no es del todo ajena a esta realidad, teniendo a la aplicación Picap como la principal representante, con más de 60.000 conductores. “En Bogotá el fenómeno del Picap ha sido mucho más masivo y ha generado que el servicio tenga una mayor percepción de formalidad o por lo menos esa es la imagen de las personas”, comentó Maza.
Pero más allá del mototaxismo, el incremento de las motos en todo el país evidencia lo que es un secreto a voces: la dependencia de las personas a este tipo de vehículo para lograr un sustento sin importar la actividad económica a la que se dediquen.
“En toda Colombia somos más de 10 millones de motos y la mayoría de las personas trabajan con su máquina y no sería prudente sacarlas del mercado porque la afectación laboral sería enorme, más aún en tiempos de pospandemia cuando los ingresos para la mayoría de las familias todavía no mejoran”, señaló Gustavo Londoño.
Urge una regulación
A pesar de que gran parte de los colombianos dependen económicamente de una motocicleta, una solución de fondo para frenar la accidentalidad debe ir más allá de una medida de pico y placa o de una restricción al parrillero para evitar el mototaxismo, lo cierto es que en el país urge una mayor regulación en la manera en la que este tipo de vehículos son adquiridos por las personas.
“La normativa del Estado facilita el acceso a las motos, sobre todo a crédito, y eso ha contribuido al incremento del parque automotor en el país”, dijo el profesor Maza.
“Es hora de abordar esas conversaciones incómodas, pero necesarias, si queremos anticiparnos a problemas mayores, antes de que sea demasiado tarde”, puntualizó Oróstegui.