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“Todo el mundo siempre cree que el congresista es el malo”: Lizcano sobre su lío de tierras

Semana.com habló con el presidente del Congreso sobre la investigación periodística que habría dado lugar al cierre del programa de Pirry. Tierras que compró para negocio de gasolinera están siendo reclamadas por víctimas.

15 de febrero de 2017
| Foto: Fotomontaje SEMANA

En la mañana de este miércoles, el senador Mauricio Lizcano estuvo en el ojo del huracán a raíz de una investigación periodística divulgada en La W. La periodista Diana Salinas reveló que unas tierras que la familia del senador compró en Guamerú, Risaralda, están siendo reclamadas por víctimas. El proceso ya llegó a un juzgado de restitución de tierras de Pereira. Semana.como habló con Lizcano sobre las circuntancias en las que adquirió los predios y sobre la valorización que tendrían esos terrenos a raiz de la construcción de la vía Pacífico Tres. 

Semana.com: ¿Usted no sabía que las tierras que compró su familia tenían reclamantes?

Mauricio Lizcano: Estas no son tierras despojadas. Se trata de unas personas que no pagaron unas deudas porque estaban secuestradas o desaparecidas, entonces los bancos o los acreedores les embargaron la propiedad y se las quitaron. ¿Sí me hago entender? Y eso pasa a otros propietarios, otros dueños. Luego rematan la finca y 30 años después la compramos.

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Semana.com: ¿Esta seguro de que fue 30 años después?

M.L.: De 1996 al 2017, ¿cuántos años son? Exactamente son 21. Pero igual es mucho tiempo, o sea, nosotros no sabíamos que ese predio tenía ese problema, de haberlo sabido no la habríamos comprado. Es más, hay una sentencia de la Unidad de Tierras que dice que nosotros somos compradores de buena fe.

Semana.com: ¿Usted qué sabe de las víctimas que están reclamando ese predio?

M.L.: ¡Me llamaron hoy! El abogado de las víctimas me dijo: ‘Mire, doctor Lizcano, yo soy un tipo serio, ustedes no son despojadores de tierras y no tienen nada qué ver. Esto es un pleito simplemente civil’.

Semana.com: ¿En qué año compraron ustedes los predios y por qué los compraron?

M.L: En el 2012 ¿Por qué lo compramos? Porque queríamos montar la bomba de gasolina ahí.

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Semana.com: ¿En ese tiempo ya se conocía del proyecto Pacifico Tres? (una vía concesionada que pasa por la tierra que compró Lizcano)

M.L.: Pues no, digamos que no conocíamos el trazado porque el trazado lo sacaron tres años después y la vía es la misma que siempre ha estado, o sea, esa vía lleva 20 años ahí. Y la concesión de Pacífico Tres fue dos años después.

Semana.com: ¿A usted nunca le llegó la información o supo algo del proyecto?

M.L.: No, ¿Yo cómo voy a saber por dónde hacen un trazado de una vía dos años antes de que abran la licitación?

Semana.com: Esa es la gran pregunta…

M.L.: Y le estoy contestando, yo no tengo una bola de cristal para saber eso. Lo que pasa es que la vía por ahí pasa hace 20 años y por ahí tiene que seguir pasando porque eso es una montaña y un río al lado. ¿Sí me entiende?

Semana.com: No se necesita una bola de cristal para saber con anticipación de una obra de esa magnitud…

M.L.: Le repito, ¿cómo voy a saber de un trazado tres años antes si no se ha hecho? 

Semana.com: ¿Conoce el proyecto Pacífico Tres?

M.L.: No, yo no me he metido en nada de Pacífico Tres, ni conozco bien el proyecto.

Semana.com: Senador, ¿usted y su familia son dueños de más bombas de gasolina en el país?

M.L.: Nunca habíamos tenido una bomba, era la primera vez que nos íbamos a meter en eso. Ni siquiera sabemos de bombas, tanto que nosotros ya no vamos a montar nada. Nosotros lo que hicimos fue alquilar el terreno a Terpel, que entre otras cosas a raíz de esto perdimos el contratico, pero bueno...

Semana.com: ¿Y qué quiere decir? ¿Por qué lo cancelaron si no hay nada irregular?

M.L.: Porque Terpel no puede construir una bomba sobre una tierra que en este momento está en disputa, ellos no pueden hacer eso, es una multinacional. ¿Cómo van a construir una bomba con una inversión de 3.000 millones en una tierra que no se sabe hoy si se la van a devolver a los propietarios o si nos la van a devolver a nosotros? ¿Si nos indemnizan a nosotros o si los indemnizan a ellos? Porque nosotros somos compradores de buena fe, o sea, eso ya está aprobado.

Semana.com: ¿Usted conoce al doctor Bruno Seidel (gerente de la concesión Pacífico Tres?

M.L.: Claro, fue secretario de despacho, gerente de la Licorera de Caldas, es un señor muy reputado de Manizales. Es un tipo muy honorable de Manizales, es lo que llaman en las ciudades chiquitas un prohombre. Pero nunca he hablado con él, llámelo y pregúntele si me he sentado con él. No lo veo hace… no sé... creo que me lo encontré en Manizales una vez que iba caminando con la señora.

Semana.com: ¿Usted sí llamo a RCN?

M.L.: Yo no sé de dónde salió esa información. Lo que siento es que todo el mundo siempre cree que el congresista es el malo en todos los procesos. Pero si RCN ya se pronunció, Pirry ya se pronunció, yo ya di mi versión de los hechos y además no hay ningún hecho que pruebe que soy yo el culpable de esto. 

Si la prueba es que me estaban haciendo un programa a mí, entonces también habría que mencionar el programa que le estaban preparando a La Guajira; a Alan Jara, en Meta; al Ñoño Elías, en Córdoba, entonces ¿por qué yo?

Semana.com: ¿Ve comprometida su ética en este episodio?

M.L.: Pues la verdad lo que me parece es que aquí no se ha hecho nada ilegal y nada éticamente malo. Simplemente nosotros intentamos poner un negocio que es lícito, como es tratar de montar una bomba de gasolina, que entre otras cosas no está montada; este es un negocio netamente privado, no estamos contratando con el Estado, no tenemos concesiones, simplemente lo que se hizo fue adelantar unos trámites. 

Semana.com: Pero hay una suspicacia: usted pertenece a una familia de dirigentes políticos de Caldas, ¿cómo no iban a saber que en los próximos cuatro o cinco años se iba a construir una obra tan importante como Pacífico Tres? 

M.L.: Bueno, pero si sabíamos o no sabíamos, ¿cuál es el delito? Le explico una cosa: si nosotros hubiéramos montado la bomba en una zona donde nadie iba a pasar, está bien. Si nosotros hubiéramos negociado esa bomba con la concesión, pues eso es un delito. Pero si nosotros lo hicimos cinco años antes de montar una bomba ahí, ¿cuál es el delito? si las vías pasan por todo Colombia y eso es público, o sea, ¿cuál es el problema?

Semana.com: Pero la obra terminará valorizando las tierras…

M.L.: Entonces los congresistas no podemos montar bombas porque las bombas quedan en las carreteras y las carreteras son públicas. Además, yo como senador de la República tengo todo el derecho de hacer actividades administrativas siempre y cuando sean del ámbito privado. Entonces si yo voy a construir una casa, ¿no puedo pedir ante un juez un permiso de construcción porque estoy haciendo tráfico de influencias?

Semana.com: Pero usted deberá entender que al ser congresista, su vida está bajo el escrutinio público. Y los ciudadanos tienen derecho a saber…

M.L.: No, y yo se lo respondo con todo el cariño y con todo el amor, pero yo lo que le digo es que todos los congresistas tienen negocios privados y tienen que hacer trámites ante el Estado, donde un privilegio sería el tráfico de influencias. Dígame qué tráfico de influencias voy a tener yo si ni siquiera, después de cinco años, me han dado las licencias de la bomba.

Semana.com: ¿En cuánto compraron esas tierras? ¿Las compraron baratas?

M.L.: Las vendieron a lo que vale ahí. Es que eso es una montaña, yo no sé exactamente cuánto fue, mi mamá fue la que lo compró. Pero eso se adquirió a lo que vale una hectárea ahí, no sé, a dos millones la hectárea o a un millón y medio hectárea. A buen precio, ni barato ni caro. Si quiere le mando la compraventa.