BOGOTÁ
Archivan investigación sobre títulos falsos de Peñalosa y Petro
Tras el escándalo por el supuesto doctorado del alcalde de Bogotá, y la duda en tres títulos de su antecesor, la Procuraduría resolvió que no hubo falta disciplinaria.
El controvertido capítulo por las presuntas irregularides en las que pudieron incurrir Enrique Peñaslosa y su antecesor Gustavo Petro al diligenciar el formato de hoja de vida se cerró, por lo menos en la Procuraduría. Tras abrir una investigación disciplinaria por requerimiento de varios ciudadanos inconformes por los supuestos posgrados, el ente de control determinó que ninguno de los dos mandatarios incurrió en una falta disciplinaria, y la investigación se archivó.
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El asunto se resolvió así: la Procuraduría argumenta que al alcalde elegido popularmente para regir y administrar a Bogotá no se le exige ningún requisito de estudio, ni un nivel de educación específico, sino que sea colombiano de nacimiento, tenga más de treinta años y sea un ciudadano en ejercicio.
"Para ser burgomaestre distrital o municipal no se requiere tener título de doctorado, maestría, especialización, licenciatura o bachillerato, contrario a las exigencias de otros servidores públicos en los que se demanda la existencia de títulos en una materia específica conforme al cargo que vaya a ocupar", se lee en el documento de la Procuraduría.
Quienes pidieron que se abriera investigación aseguraron que tanto Petro como Peñalosa estaban incurriendo en una falta por proporcionar datos inexactos, documentos ideológicamente falsos o por omitir información. Pero esto solo aplicaría si los títulos académicos hubieran tenido incidencia en su vinculación al cargo, es decir si les hubiera dado puntos para ser alcaldes.
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También se cayó el argumento que decía que los títulos académicos les sirvieron para recibir más dinero de prima. La Procuraduría asegura que este dinero es producto de un acuerdo distrital y decretos distritales, que no tuvieron en consideración los estudios adelantados por los mandatarios.
Tampoco resultó ser falsedad ideológica porque no la proporcionaron cuando estaban en ejercicio de sus funcionas, "teniendo en cuenta que Enrique Peñalosa Londoño y Gustavo Francisco Petro Urrego, al momento de tomar posesión del cargo no estaban en ejercicio de sus funciones, no es posible encuadrar el actuar de los investigados en la falta gravísima consagrada en el númeral 1 del artículo 48 de la Ley 734 de 2002", explica el ente de control.
Aunque la Procuraduría determinó que no fue falta disciplinaria y los dos políticos salieron bien librados en la investigación, quedó la mancha ética. Aunque Peñalosa admitió públicamente, después de la polvareda, que no tiene ningún doctorado, los académicos le dedicaron una carta para mostrar su indignación. “Nos parece injusto que personas como usted, que hoy gobierna a la capital del país, suplanten con falsedades lo que a nosotros y nosotras tanto sacrificio nos cuesta”, escribieron doctores y candidatos a doctores colombianos el 19 de abril del año pasado, cuando la polémica estaba en pleno pico.
Después del escándalo de Peñalosa, salió el de Petro en el que se le reclamaba haber dicho mentiras por tres títulos: un doctorado Ph.D. en nuevas tendencias en Dirección de Empresas, con 90 créditos ya cursados, en la Universidad de Salamanca, una maestría en Economía de la Universidad Javeriana (con investigación en curso) de 1994, y una especialización en Administración Pública en la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) en 1990. Petro, hoy candidato presidencial, negó en su momento todo, y ahora que fue notificado de la decisión de la Procuraduría celebró que se archivara.
Archivan en Procuraduría queja que habían puesto contra mi diciendo que mis títulos son falsos o puse falsedades en mi hoja de mi vida. Mis estudios son los que dije. pic.twitter.com/aKrDFBqifT
— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 13, 2018