Nación
Irregularidades en el PAE están dejando a miles de estudiantes sin qué comer
El Programa de Alimentación Escolar es la única oportunidad que tienen muchas familias colombianas para brindarles a sus hijos un plato de comida.
Muchos padres de familia ven en el Programa de Alimentación Escolar (PAE) la única oportunidad para brindarles a sus hijos un plato de comida. Sin embargo, y a pesar de que hace más de dos meses regresaron las clases presenciales en el país, los estudiantes aún no reciben los alimentos, y quienes sí, los reciben en condiciones que no son óptimas para ser consumidos.
De acuerdo con la alerta que lanzó hace unos días la Contraloría General de la República, la no prestación del servicio de alimentación escolar estaría afectando a alrededor de un millón de estudiantes en todo el territorio nacional, teniendo en cuenta que de las 150 instituciones educativas oficiales que se visitaron, en 51 no se estaban realizando entregas del PAE.
“La responsabilidad de la prestación del servicio de alimentación escolar debe ser desde el primer día de calendario académico y durante toda su vigencia 2022. Cerca del 77 % de las instituciones del país aun no han conformado los comités de alimentación escolar y las veedurías con padres de familias, lo cual es muy importante para el control social y garantizar la oportunidad y calidad de los alimentos”, indicó el contralor delegado para la Participación Ciudadana, Luis Carlos Pineda.
De igual manera, la Contraloría logró evidenciar que se presentan significativas condiciones de deterioro de las infraestructuras requeridas para la ejecución del PAE, así como la falta de menaje en la mayoría de las sedes educativas. Algunas instituciones no cuentan con cocina y un lugar de almacenamiento, carecen de comedor y no disponen de un sitio para la refrigeración de los alimentos.
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Pero las irregularidades no solo están en la infraestructura, sino también en la calidad de los alimentos que se entregan en los colegios. Por ejemplo, en Barranquilla padres de familia deben llevarles el almuerzo a sus hijos porque el alimento brindado por el PAE es ínfimo, pues solo les entregan un banano, dos galletas y una bolsa pequeña de leche.
Mientras que en Cartagena una madre de familia de la Institución Educativa Liceo Bolívar denunció que desde noviembre de 2021 no le entregan alimentos a su hijo y se debe devolver a su casa sin comer.
Otra madre de familia de la Institución Educativa Rafael Uribe Uribe de Cartagena también aseguró que “hay muchos niños que cuando llegan a sus casas no tienen que comer. El pancito y el poquito de leche (que les entregan) sirve”, aseguró y pidió a las autoridades que tomen medidas al respecto para que “los derechos de los niños no se sigan violando”.
La Contraloría General de la República también dejó en evidencia que a los niños de la IE La Variante, en el municipio de Cértegui, Chocó, no les entregan cubiertos, por lo que deben consumir los alimentos con las manos.
Por su parte, en el corregimiento San Pedro del municipio de Guamal, en Magdalena, las obras del comedor escolar del Colegio María Auxiliadora, que involucra recursos de la Alcaldía, se encuentran inconclusas. La comunidad solicitó al alcalde del municipio las explicaciones necesarias y la Contraloría determinó citar a una mesa de trabajo donde se acuerden compromisos que permitan una solución definitiva.
En el Instituto Técnico Agropecuario Juan Frio, del municipio de Villa del Rosario en Norte de Santander, actualmente los niños y niñas se encuentran en modalidad virtual (manejo de guías), por lo que los alimentos son entregados en bolsas plásticas para cinco días.
A cada estudiante se le hace entrega de cinco avenas en bolsa, tres panes, una galleta, dos dulces, un ponqué y tres frutas (banano o durazno). La institución almacena los alientos que recibe en la sala de profesores y en canecas plásticas. Sin embargo, en la visita que realizó la Contraloría se encontró una bolsa en mal estado con panes mordidos, presuntamente dañada por roedores.
El personal del operador manifestó que en ocasiones los alimentos no son reclamados por los padres porque les sale más caro el costo del transporte para recogerlo en comparación con el valor y calidad de los productos entregados.