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Duque versus Petro: La hora de la verdad
A una semana de las elecciones la diferencia entre encuestas genera tensión, incertidumbre y hasta pánico. Sin embargo, en la de Invamer para Caracol Televisión, Blu Radio y SEMANA, Iván Duque alcanza una amplia ventaja.
El candidato de la derecha, Iván Duque, llega a la segunda vuelta de la elección presidencial en una clara posición de favoritismo frente a su competidor de la izquierda, Gustavo Petro. Si los comicios se celebraran hoy, le sacaría 20 puntos de ventaja.
Desde que Invamer comenzó a hacer encuestas sobre intención de voto para Caracol Televisión, Blu Radio y SEMANA, hace un año, es la segunda diferencia más amplia que se ha registrado a favor del candidato del uribismo de las ocho mediciones realizadas. A Duque lo impulsó un viento de cola el 11 de marzo, cuando se celebraron la elección para el Congreso y la consulta interpartidista en la que apabulló a Marta Lucía Ramírez y a Alejandro Ordóñez. En ese entonces le sacó una diferencia de 24 puntos a Petro, quien también ganó su consulta, en el campo de la izquierda, sobre Carlos Caicedo.
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Desde marzo, Petro venía acortando diferencias y, en la última encuesta realizada antes de la primera vuelta, logró reducirla a diez puntos. Pero con su victoria el 27 de mayo Duque recuperó terreno y se aproximó a los niveles alcanzados el 11 de marzo. En la serie de ocho encuestas hechas por Invamer que midieron la competencia cara a cara entre Duque y Petro, la brecha volvió a abrirse a favor del puntero.
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Los dos candidatos, sin embargo, siguen registrando diferencias significativas por regiones. Duque continúa ganando en el suroriente y en la región cafetera, donde tiene su gran fortín electoral, e incluso aumentó sus ventajas a cifras muy apreciables. En la zona del café derrota a Petro por un amplio margen de 75,7 a 18,1 por ciento. Y, a diferencia de los estudios anteriores, ganó terreno en la costa caribe, donde Petro obtuvo un resultado muy positivo en la primera vuelta. Si las elecciones fueran esta semana, Duque ganaría en la costa norte por un nada despreciable margen de 62,8 a 36,5 por ciento. Estos números sugieren que los votos –y las maquinarias– que acompañaron al excandidato Germán Vargas en la primera vuelta se han deslizado hacia Duque.
Vea el análisis de la encuesta de nuestro director editorial, Rodrigo Pardo.
Encuesta Invamer: Duque le saca 20 puntos a Petro y el blanco no despega
Gustavo Petro, por su parte, conserva los apoyos que han sido el pilar de su éxito en la campaña. En primer lugar, Bogotá. El exalcalde de la capital –que ocupó el segundo lugar allí después de Sergio Fajardo– hoy le saca un margen amplio a Duque, de 54,3 por ciento a 38,3. Si en la costa caribe los apoyos de Vargas Lleras se fueron de manera significativa para Duque, en Bogotá una porción amplia de los ciudadanos que le dieron el triunfo a Fajardo el 27 de mayo se pasaron a las toldas de Petro. Y esa fortaleza podría aumentar después de la adhesión de Antanas Mockus y Claudia López, anunciada el viernes. Petro, además, se aferró al escenario de la zona suroccidental (Valle, Cauca, Chocó y Nariño), donde aventaja a Duque por 49,8 por ciento contra 37,2.
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Es un hecho que a Petro le va mejor en las ciudades capitales –donde empata con Duque– y es ampliamente derrotado, por una brecha de 67,1 a 29,3, en las no capitales. En el país urbano, la diferencia de Duque sobre Petro –53 versus 40,5 por ciento– es menor que en el país rural, donde arrolla a Petro por un margen de 73,4 por ciento contra 24,7.
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El análisis por estratos ofrece grandes sorpresas, aunque sigue la misma dirección. Supuestamente Duque reina en los estratos altos y Petro en los más bajos. No es así. La intención de voto por el aspirante uribista aumenta en la medida en que el estrato socioeconómico disminuye: 47,8 en el alto, 55,3 en el medio y 59,3 en el bajo. Al contrario de la expectativa general, Petro crece en forma directamente proporcional con el estrato: 35,4 por ciento en el bajo, 39,8 en el medio y 43,9 en el alto. La aparente contradicción, sin embargo, se explica por el peso del voto de opinión sobre todo entre grupos más jóvenes de estratos 5 y 6 –a favor de Petro–. Pero este no tiene un peso electoral tan significativo como el estrato medio y bajo, que más aportan a la votación total, en los que Duque le saca 15 puntos a Petro en el estrato 3 y 24 puntos en el 1 y 2.
La encuesta también analiza los apoyos a los candidatos según la afiliación partidista de los electores. Arroja un alto grado de coherencia, pues sí corresponden con las líneas adoptadas por sus directivas. Duque tiene al 94,1 por ciento de quienes se consideran del Centro Democrático, el 69,1 por ciento del Partido Conservador –al que pertenece la candidata a la vicepresidencia Marta Lucía Ramírez–, el 74,7 por ciento de La U, el 58 por ciento de Cambio Radical y el 60 por ciento del Liberal. Por su parte, Petro cuenta con la fidelidad de un 92,8 por ciento del Movimiento por la Decencia, un 74,8 por ciento de la Alianza Verde, un 66 por ciento del Polo Democrático y un 47,8 por ciento de quienes se consideran independientes o sin partido.
La encuesta de Invamer así mismo indagó sobre las ventajas y desventajas de los candidatos. La buena imagen del uribista –cuya fórmula, con Marta Lucía Ramírez, tiene mejor percepción que el tiquete Petro-Ángela María Robledo– repercute en que los colombianos consideran que el binomio de la derecha hará una mejor tarea en los temas mencionados. Duque tiene mejor calificación en la lucha contra la inseguridad, la política contra el narcotráfico y las relaciones internacionales, mientras que Petro gana en cuanto a la implementación de los acuerdos con las Farc, la posible firma de un pacto con el ELN, las políticas para el agro y la lucha contra la pobreza. Los electores parecen tener una percepción clara de las posiciones de derecha y de izquierda de los dos aspirantes a la presidencia de la república.
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Las mayores sorpresas de la encuesta de Invamer tienen que ver con el clima en el cual los colombianos irán a las urnas el próximo domingo. Los resultados de la primera vuelta marcaron un bajón en el grupo de ciudadanos que cree que el país va por mal camino. Lo más llamativo tiene que ver con el porcentaje de encuestados que afirma que va a votar: 62,3 por ciento, con altísimos guarismos en Bogotá y en la costa caribe. Y en cuanto a quienes consideran que el país va por mal camino, el porcentaje se desplomó a un 56 por ciento, mientras que los que piensan lo contrario treparon de 22,1 por ciento a 34 por ciento.
Este cambio en el ánimo colectivo tiene efectos en otras áreas. Por primera vez desde que se iniciaron las encuestas de Invamer para Blu Radio, Caracol Televisión y SEMANA, hay más colombianos que no creen que el país puede seguir el mismo destino de Venezuela. Este punto bajo se sintió también después de las elecciones del 11 de marzo. La explicación se encuentra en que, en la medida en que los resultados en las urnas demuestran que el país no está tan cerca de una victoria de una izquierda extrema, los ciudadanos se tranquilizan. El discurso del miedo al castrochavismo definitivamente ha calado.
Paradójicamente, las victorias de las opciones políticas de línea dura no solo mejoran el clima y el estado de ánimo general, sino también las percepciones sobre el proceso de paz que tanto ha criticado la derecha. En esta encuesta, quienes consideran que la implementación del acuerdo con las Farc va por buen camino subieron de 19,1 a 30,2 por ciento, y los que dicen que va mal bajaron de 72,1 a 61 por ciento. Incluso el optimismo sobre el estancado proceso con el ELN creció: más de la mitad de los encuestados están de acuerdo con que el gobierno de Juan Manuel Santos haya reanudado los diálogos con ese grupo.
Por el breve lapso entre las dos vueltas presidenciales, y en virtud de normas que prohíben la publicación de encuestas en la última semana de campaña, la encuesta de Invamer será la última que conocerán los colombianos antes de las elecciones. Iván Duque va de favorito. Pero eso no significa que el escenario no pueda cambiar, según lo que hagan los dos candidatos en la última semana. Aunque es claro que los asesores de Iván Duque tienen más fácil el diseño de esa estrategia crucial y definitiva que los de Gustavo Petro.
