Nación

Iván Márquez, de profesor a narcoterrorista de las Farc

Intentó dejar las armas, pero nunca cumplió con los acuerdos que hacía con el Gobierno. Ahora se trata de confirmar si fue muerto en Venezuela.

2 de julio de 2022
El narcoterrorista envió un video que está fechado el viernes 6 de mayo de 2021.
El narcoterrorista Iván Márquez no se acogió a los acuerdos de paz de La Habana que se llevaron a cabo en el gobierno de Juan Manuel Santos. | Foto: Captura de video.

Iván Márquez, quien era requerido por la justicia por los delitos de reclutamiento ilícito, homicidio en persona protegida, desaparición forzada agravada, reclutamiento ilícito y homicidio en persona protegida, habría muerto en territorio venezolano.

“Al narcoterrorista alias Iván Márquez, protegido por la dictadura de Maduro, le expreso que a la paz completa, que hace referencia, se llegará capturando o dando de baja a miserables como él. No dándoles concesiones, que quede claro: les espera el mismo camino de alias Otoniel”, le respondió Duque, fue la promesa del mandatario colombiano a finales de 2021, que se cumplió el día de hoy.

Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, nació en 1955 en Florencia, Caquetá. A muy temprana edad, cumplidos los 22 años, entró a formar parte de las Juventudes Comunistas (JUCO) e incluso realizó estudios de Derecho en la Unión Soviética. Entre 1977 y 1979 Márquez fue profesor de Biología en el colegio Corazón Inmaculado de María del municipio El Doncello, ubicado en el departamento de Caquetá. Allí era quien dictaba la cátedra Biología.

Tiempo después, debido a su pensamiento de izquierda y el auge de las guerrillas en Colombia, se unió a las Farc-EP. Luego, cuando Belisario Betancur fue presidente de Colombia, se unió al partido político Unión Patriótica (UP), tras los acuerdos de cese al fuego que se llevaron en ese gobierno. Unirse al partido político le permitió ser concejal en Caquetá y posteriormente en 1986 ocupó una curul en el Congreso de la República, siendo representante a la Cámara de dicho departamento.

Pero el exterminio de la UP, tras los asesinatos sistemáticos que cobraron la vida de varios políticos de izquierda, llevaron a Márquez nuevamente a ser un guerrillero de las Farc. Tras la muerte de Jacobo Arenas, en 1990, terminó siendo parte del Secretariado, llegando incluso a asumir la vocería política de la organización guerrillera.

Como miembro del secretariado de las Farc, en marzo de 2006, el Departamento de Justicia de Estados Unidos formuló cargos contra 50 dirigentes de la guerrilla al señalarlos como responsables de “suministrar la mitad de la cocaína mundial”. Además, para quienes dieran información en su momento sobre el paradero de los miembros del secretariado de esa guerrilla, Iván Márquez incluido, Estados Unidos ofrecía 2,5 millones de dólares de recompensa.

Los crímenes de Iván Márquez

Homicidio en concurso con terrorismo, homicidio agravado, secuestro extorsivo, hurto calificado agravado, reclutamiento ilícito de menores, tentativa de homicidio agravado, terrorismo, lesiones personales, y rebelión constituyen la lista de delitos por los que Iván Márquez es solicitado por la justicia colombiana.

La toma a la base militar Las Delicias, en Puerto Leguízamo (Putumayo), en la que 28 militares murieron y 60 fueron secuestrados en agosto del 96; la toma al cerro de Patascoy (Nariño), con saldo de 22 militares muertos, en diciembre del 97; la incursión contra la base militar de El Billar (Caquetá), en la que murieron 65 militares y 43 fueron secuestrados, en marzo del 98; la toma a la estación de Policía de Mitú (Vaupés) en la que murieron 38 policías, 11 civiles y 61 policías fueron secuestrados, en noviembre del 98; la incursión al municipio de Miraflores (Guaviare) en agosto del 98, que provocó la muerte de 16 miembros de la fuerza pública, la de tres civiles, y el secuestro de 75 militares y 54 policías; el ataque al municipio Puerto Lleras (Meta) que ocasionó la muerte de diez civiles y 11 policías y el secuestro de 28 uniformados; la toma del municipio de Gigante (Huila), el 3 de diciembre de 1999, que cobró las vidas de tres civiles; el homicidio de monseñor Isaías Duarte Cancino, el 16 de marzo de 2002 en Cali; el secuestro de los 11 diputados del Valle del Cauca en abril de 2002, y su posterior fusilamiento en cautiverio; el secuestro y el posterior homicidio de Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverry; la muerte de 119 personas, incluidos menores de edad, en Bojayá (Chocó) el 2 de mayo del 2002; el atentado al Club El Nogal que causó la muerte de 36 personas; los secuestros de los tres contratistas estadounidenses, de los dirigentes políticos Íngrid Betancourt, Clara Rojas, Jorge Eduardo Géchem, Gloria Polanco, Consuelo González de Perdomo, Luis Eladio Pérez, Alan Jara, Orlando Beltrán, Guillermo ‘La Chiva’ Cortés es la lista de causas por las que Iván Márquez, por ser miembro del secretariado de las Farc, ha sido condenado o acusado.

Incluso, el mismo día en que su nombre fue mencionado como negociador en La Habana, en el juzgado tercero penal de Valledupar se le inició un juicio, junto a los demás miembros del Secretariado, como coautores del asesinato de la exministra de Cultura, Consuelo Araújo Noguera, el 24 de septiembre de 2001.

El 20 de julio de 2018, Iván Márquez (jefe de la denominada Nueva Marquetalia) no se presentó a la posesión del nuevo Congreso de la República, en donde tenía una curul por cuenta del Acuerdo de Paz. Tras no presentar ningún tipo de justificación por su inasistencia a la posesión, dejó de atender las llamadas y mensajes. Incluso, los integrantes del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) no sabían nada del paradero del otrora excomandante guerrillero.

Luego de que no se acogiera al Acuerdo de Paz que se firmó en el gobierno de Juan Manuel Santos, la Justicia Especial para la Paz revocó la suspensión de las órdenes de captura que recaían sobre Márquez tras anunciar que volvería a las armas. Hoy, tres años después de volver a la insurgencia armada, cayó en territorio venezolano, teniendo la oportunidad de haberse reinsertado en la sociedad civil, como algunos de sus compañeros en el monte que hoy ocupan curules en el Congreso.