ENTREVISTA
"Las FARC no tienen dinero": Iván Márquez
Mientras el país aún se pregunta cómo las FARC van a reparar a sus víctimas, el líder subversivo aseguró que la guerrilla no se ha enriquecido.
Su nombre natural es Luciano Marín Arango, pero el mundo lo conoce como Iván Márquez. Tiene 60 años y desde inicios de los años 90 es miembro del Secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Es el líder del equipo negociador de esa guerrilla en los diálogos de paz con el Gobierno y se considera el número 2 de esa organización, después de 'Timochenko'.
Durante una conversación exclusiva con BBC Mundo, Ivan Márquez dijo:
"En la práctica estamos ya en un cese del fuego bilateral".
Aunque dejó claro lo que no le gusta del proceso: "El plebiscito es un mecanismo de refrendación muy débil… es algo parecido a un aplauso nada más".
Resaltó que no habrá impunidad tras el acuerdo: "Los que dieron las órdenes tienen que responder".
Negó, además, que su organización trafique con drogas: "No somos productores de coca, ni tenemos laboratorios, ni exportamos, ni tenemos rutas, esos son los carteles".
Sobre las finanzas de las FARC, afirmó: "Esta no es una guerrilla que ha ejercido la rebelión para enriquecerse. Son otros los que se han enriquecido".
Sobre el futuro de su organización: "Lo que hemos intentado por la vía de las armas ahora lo vamos a hacer por la vía de la política".
Aseguró que los más de 50 años de levantamiento armado han sido importantes para el país: "Han valido la pena, si no, no estaríamos discutiendo estas cosas".
Sobre Venezuela dijo: "Chávez, luego (...) el presidente Maduro (...) fueron los que nos inspiraron confianza para abordar estas conversaciones con el gobierno de Colombia".
Márquez recibió a Will Grant, de BBC Mundo, en La Habana sólo horas después de estrecharse la mano con Humberto De la Calle, su contraparte del gobierno colombiano, al anunciar el acuerdo sobre el tema de reparación y justicia para las víctimas del conflicto armado.
Usted es una de las partes que tienen en su poder el futuro del proceso de paz. Con este último anuncio de acuerdo en reparación y justicia, ¿significa que la paz entre las FARC y el Estado está en un punto irreversible y ya no hay marcha atrás?
Eso quisiéramos. Consideramos que el haber aprobado en esta ocasión la jurisdicción especial para la paz que se nos había convertido en un problema muy complejo de resolver y el haber aprobado parcialmente el punto quinto de la agenda referido a víctimas sumado también a los restantes acuerdos parciales -tierras, participación política, solución al problema de las drogas de uso ilícito-, podemos decir que hemos ya cubierto un gran tramo de la agenda, lo cual nos coloca en una posición muy favorable para acometer los últimos temas que tenemos pendientes: fin del conflicto y el asunto de implementación, refrendación y verificación.
¿Más cerca de la paz que nunca?
Sí, nos estamos acercando a la paz. Creo que ningún otro proceso similar en Colombia había avanzado tanto como este.
¿Los colombianos verán también un cese del fuego bilateral, uno real, uno que dure, anunciado antes de Navidad?
En la práctica estamos ya en un cese del fuego bilateral. Nosotros decretamos una tregua unilateral que en las actuales circunstancias está siendo correspondida con actitudes por parte del Ejército y de la Policía. El presidente Santos ordenó la suspensión de los bombardeos. Queremos que este buen ambiente que se ha generado, sobre todo luego de la aprobación de estos acuerdos, tenga una incidencia ya en el campo de la confrontación y sólo necesitamos que la fuerza pública permanezca quieta, que asuma una actitud muy prudente, para que esta tregua unilateral decretada por las FARC se convierta de hecho en una tregua bilateral que abra el camino a la firma de una tregua bilateral definitiva.
Porque un buen ambiente está lejos de un cese del fuego bilateral y uno que dure… por mucho que haya un buen ambiente, todavía falta la palabra de ambos lados diciendo “ya estamos bilateralmente en un cese del fuego”.
Estamos trabajando en esa dirección. La subcomisión técnica integrada por generales y almirantes de las Fuerzas Armadas de Colombia (oficiales) y de los comandantes guerrilleros han avanzado bastante en hallar entendimientos que nos permitan discutir en los primeros días de enero algunos de estos términos que ya se han convenido. Yo pienso que muy pronto vamos a llegar a un cese bilateral del fuego, ya estamos haciendo contactos para darle materialización a la conformación de la veeduría, habrá una veeduría internacional, también habrá veeduría nacional, seguramente Naciones Unidas y la CELAC van a jugar un papel muy importante para que el cese del fuego bilateral avance sin ningún escollo y sin ningún tropiezo.
Me gustaría precisar algunas cosas del acuerdo. Hasta donde entiendo, en el acuerdo se estipulará que ustedes y el resto del liderazgo de su organización no irán a la cárcel, ¿me puede explicar cómo es este plan en este sentido?
Esta jurisdicción especial para la paz que hemos convenido con el Gobierno es el componente de justicia del sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición. No es una jurisdicción dirigida sólo a una de las partes, no, es una jurisdicción que involucra a todos los participantes en el conflicto armado interno colombiano. A combatientes y a no combatientes. Es una jurisdicción para todos. Es lo primero que hay que decir de esta jurisdicción especial. De modo que no es una jurisdicción diseñada exclusivamente para la guerrilla, no. Como usted pudo analizarlo en el día de ayer (martes), es para todos los que han intervenido en este conflicto interno.
Hay muchos colombianos que no aceptarán este concepto de que usted como liderazgo de las FARC no vaya a una celda, esto no lo van a poder apoyar como un plan de justicia y un plan de paz.
Hemos aprobado la justicia restaurativa, la justicia reparadora y hemos dejado atrás modelos de justicia como la punitiva que son del medioevo, ahora lo moderno es esto. La solución, lo más importante en este caso es aportar verdad, una verdad amplia, detallada, exhaustiva, y hacer un reconocimiento de las responsabilidades.
Si usted ha incurrido en conductas amnistiables, automáticamente si es guerrillero quedaría en libertad; si no, ahí habrá unas sanciones reparadoras, estas sanciones tienen que ver con el listado que presentamos en el día de ayer (martes) que no son otros asuntos distintos a la concreción de lo que hemos venido acordando en la mesa de conversaciones.
Ejemplo, si en el punto de tierras convinimos la construcción de carreteras para que los campesinos puedan llevar sus productos al mercado, si en ese acuerdo hablamos de la necesidad de llevar conectividad, salud educación a los trabajadores del campo, si hemos convenido que vamos a construir canales de irrigación para los cultivos, que va a haber asistencia técnica para el agro, esto quiere decir que nos vamos a poner de acuerdo con el Gobierno para cumplir esos compromisos de la agenda. De esa manera estamos reparando a la gente y la gente va a sentir que hay un aporte concreto al cambio de su situación, que se va a elevar el nivel de vida de la gente.
¿El pueblo colombiano entiende estas sutilezas del plan y usted es optimista que van a aprobar el plan en un plebiscito?
¿Plebiscito? No creo. El plebiscito es un mecanismo de refrendación muy débil, no tiene fuerza vinculante, el plebiscito es algo parecido a un aplauso nada más, no tiene fuerza normativa. Además, tiene un problema y es que le han rebajado sustancialmente el umbral, el número de votos necesarios para que pueda ser aprobado, no tiene una condición que es necesaria para que pueda tener éxito más adelante y es el de la bilateralidad.
El plebiscito es una medida unilateral del Gobierno, una iniciativa que no fue consensuada en la mesa de conversaciones. Para que una medida de refrendación tenga éxito tiene que contar con la opinión de la otra parte de mesa de conversaciones, no ocurre así con el plebiscito.
Nosotros creemos que la mejor manera de refrendar los acuerdos es la Asamblea Nacional Constituyente con un acuerdo político previo, un acuerdo entre todos los sectores políticos y sociales del país, incluido el Congreso de la República, para que definamos los elementos en torno al contenido de la Constituyente, a la composición y a su duración.
Es nuestra propuesta, esperamos ponerla sobre la mesa una vez iniciemos la discusión del sexto punto de la agenda.
Tal como están las cosas ahora, la idea es un referendo y este referendo decidirá si se aplica (el acuerdo).
El referendo fue presentado también de manera unilateral hace unos meses por el gobierno del presidente Santos, pero se hundió.
Luego el Gobierno intentó también de manera unilateral buscar mecanismos de refrendación a través de un acto legislativo que le daba al presidente de la República facultades extraordinarias para legislar en torno a lo que se va aprobando en la mesa de conversaciones, pero esta medida era acompañada también con la pretensión del Gobierno de conformar una Alta Comisión Legislativa integrada fundamentalmente por los integrantes de las comisiones primeras, de Senado y Cámara más otro número de congresistas. Nosotros no confiamos mucho en la labor del Congreso, el país lo sabe, es preferible que estos asuntos sean tratados directamente por las partes en la mesa de conversaciones.
¿Qué tan comprometidos están con la reparación?
Estamos comprometidos plenamente en la reparación. Es que hace parte del sistema integral que hemos aprobado, que es:
- Verdad. Muy comprometidos con la verdad, vamos a ofrecer verdad total, vamos a hacer una declaración colectiva de verdad y vamos a asumir responsabilidad.
- Justicia, allí tenemos entonces lo que acabamos de aprobar que es la jurisdicción especial para la paz.
- Reparación y vamos a reparar como lo hemos explicado ya a través de lo que disponga la jurisdicción especial.
- Otro asunto que es muy importante es la no repetición. Lo mejor que nosotros podemos aportar para que esto no se repita, lo mismo va a hacer el Estado, es hacer el tránsito de estructura militar a movimiento político legal abierto.
Hay algo que no entiendo, ¿cuánto dinero tienen las FARC?
Las FARC no tienen dinero. En la discusión se dice que tenemos cuentas bancarias, que tenemos mucho dinero en paraísos fiscales, ¿qué le hemos dicho nosotros al gobierno colombiano o a los plenipotenciarios del gobierno en la mesa de conversaciones?: ‘Todas las cuentas bancarias de las FARC en esos paraísos fiscales pueden tomarlas y ponerlas en el fondo de reparación, todas’. Pero es que nosotros no tenemos. Sencillamente, producto de una campaña mediática se piensa que las FARC tienen mucho, mucho dinero, y que tienen depósitos de dinero y eso no es así.
¿Y usted tiene dinero?
No, yo no tengo dinero.
Entonces, ¿cuál es la relación con el narcotráfico, cómo han podido armar tantos hombres, tener tantos años de guerra, de dónde ha surgido el dinero para financiar todo esto?
No pretende insinuar que la guerrilla existe por el narcotráfico, no. Lo que ha hecho posible la persistencia de la rebelión han sido unas condiciones que han generado el lanzamiento armado en Colombia.
Otra cosa es que en cierta etapa de la vida colombiana haya aparecido el narcotráfico, que permeó toda la sociedad, incluso al gobierno colombiano.
Pero ahora mirando hacia atrás, sentado aquí en Cuba, ¿le parece un error haberse vinculado con el narcotráfico?
Le quiero precisar lo siguiente: Las FARC lo único que han hecho es cobrar un impuesto a los cultivadores, a los que se aparecen en las zonas de cultivo de coca con la comercialización, ustedes tienen que pagar un impuesto. Nosotros no somos policía antinarcóticos.
Pero aunque eso sea verdad, generan millones y millones de dólares al año.
Eso no es cierto, qué millones y millones va a generar un impuesto a un campesino, eso no es cierto.
¿No cobran del tráfico, del movimiento?
Sí, se cobra del movimiento, pero es que la guerrilla es una fuerza bastante grande. Lo que yo no puedo aceptar es que se diga que esta guerrilla depende del narcotráfico porque no es así, nosotros somos una guerrilla de gente trabajadora, cultivamos la tierra, de la tierra extraemos los elementos fundamentales para nuestra subsistencia.
Ahora, no le estoy diciendo que no hayamos cobrado impuestos. De la producción de coca que es un fenómeno social en Colombia, nosotros no somos productores de coca, no somos sembradores de coca ni tenemos laboratorios, ni exportamos la coca, ni tenemos rutas, eso son los carteles, no nosotros…
… porque ha de saber que en el extranjero muchos vinculan a las FARC con el narcotráfico.
Obedece a una campaña mediática para cerrarle espacios a la organización política que somos, de tal manera que sea asimilada con una simple organización delincuencial y eso no somos. ¿Usted cree que si nosotros fuésemos una organización narcotraficante, el gobierno colombiano estaría sentado con nosotros o tuviéramos aquí en la mesa de conversaciones con frecuencia a un delegado especial del Departamento de Estado de Estados Unidos? No, eso no es algo creíble.
¿Cuál diría Usted que es el mayor aporte que le han hecho las FARC al país en estos 50 años?
El mayor aporte que le hemos hecho al país en los últimos años considero que puede haber sido el haber generado conciencia de lucha por las transformaciones políticas, económicas y sociales. Usted sabe que Colombia es un país donde casi el 70 % de su población se debate en la pobreza, hay mucha miseria, hay exclusión. Nos parece a nosotros que con este proceso de paz se abren claramente las posibilidades de que podamos acceder a algunos cambios mínimos que permitan, sobre todo en el campo de la democracia, poder adelantar una actividad encaminada a organizar a la población, a la gente en alternativas políticas, para tratar de implementar muchas de las banderas políticas que nosotros hemos levantado desde nuestro surgimiento en 1964.
Pero estos cambios mínimos que han logrado ¿merecían la pena de más de 220.000 vidas que se han perdido, más de seis millones de personas desplazadas?
Eso no lo han causado las FARC, es el conflicto, las víctimas son víctimas del conflicto. Tendrán que borrarse de la cabeza eso. Es que aquí hay unas lecturas unilaterales inaceptables.
Nosotros somos la respuesta a una violencia del Estado, nos alzamos en armas ante la injusticia. Nosotros estamos haciendo uso de un derecho universal que es el derecho a la rebelión, que es un derecho consagrado en muchas partes del mundo. Es lo que debemos tener en cuenta: una violencia del bloque de poder dominante y nosotros no somos más que una respuesta legítima a esa violencia del bloque de poder dominante, a las desigualdades, a la miseria, al saqueo de nuestros recursos naturales; nosotros queremos que esto tenga un enfoque distinto, más racional, por ejemplo, que haya democracia verdadera, que no se asesine a nadie porque tiene una opción política en la cabeza, que no haya exclusión. Es lo que buscamos esencialmente para poder adelantar una política a favor de las mayorías nacionales.
¿Han valido la pena los últimos 50 años?
Han valido la pena, si no, no estaríamos discutiendo estas cosas, quién sabe qué estaría ocurriendo en Colombia, un saqueo libre de nuestras riquezas naturales, que nosotros queremos se asuma la explotación minero energética de una manera racional de tal forma que de allí podamos nosotros derivar los recursos para solucionar nuestros más agudos problemas sociales.
En una ceremonia su organización pidió perdón por la masacre de Bojayá en el 2002 donde más de 70 civiles perdieron la vida. ¿Por qué más van a pedir perón?
Yo quiero destacar el hecho del acontecimiento de Bojayá en el que un comandante de las FARC, Pastor Alape, se refirió a ese hecho, él lo que hizo fue transmitir verdad y asumir responsabilidades a nombre de la organización, desde luego que este hecho doloroso es el resultado de un error de la guerra, no un hecho calculado, sistemático de nuestra organización, las FARC nunca elaboran planes destinados a afectar la población. No. Se estaba en un combate con los paramilitares y por un error de la guerra uno de los artefactos explosivos cayó en el lugar donde estaban concentradas unas personas...
Una iglesia...
... Sí y muchos de ellos murieron, es cierto eso, mientras tanto el Estado, que ya había recibido alertas tempranas de que había el riesgo de que se produjera una confrontación que pusiera en riesgo la seguridad, la vida de la población civil, no quiso actuar. Por eso, el Estado Colombiano es señalado por las víctimas de Bojayá y demanda que el Estado vaya a asumir su responsabilidad allá, igualmente los paramilitares.
Creo que con estos gestos que surgen de la soberanía política de las FARC, porque nadie nos ha impuesto eso, si no como algo que nos nace adentro del corazón, es algo sincero, vamos y damos la cara. Y decimos sí, señores, cometimos este error y venimos a decirles que hubiésemos querido que esto no hubiera sucedido.
Porque yo tengo amigos colombianos y ellos dicen que parte del problema que ellos ven es una falta de remordimiento por falta de las FARC, falta de un tono de perdón.
No no, hay gente que quiere ver a una guerrilla humillada pero tiene una visión que digamos, ven por un solo ojo, no ven el fenómeno en su conjunto, entonces habla de la guerrilla pero no habla del resto. Aquí responsables somos todos del conflicto colombiano. Hay gente que se rasga las vestiduras, pero son más responsables que aquellos que participan, que están involucrados directamente en la confrontación armada, sobre todo los que dan las órdenes. Son más responsables los que dan las órdenes que los mismos combatientes.
Pero usted dio las órdenes en las FARC
Yo estoy hablando de la cadena de mando, sí, hablo de la cadena de mando porque ahora se pretende que los responsables son los militares, no, la cadena de mando trasciende los cuarteles, y va más allá, toca la cúpula política, los que dieron las órdenes tienen que responder y creo que la jurisdicción especial para la paz asume ese asunto.
Me parece notable que la representante de las víctimas dijo cuando salió en el último paso con el acuerdo de víctimas que era lamentable que las FARC no tienen mujeres en el alto mando de la delegación, a usted le preocupa la situación de las mujeres y las víctimas específicamente.
Ella está equivocada porque había muchas mujeres ahí. No solamente del lado de la guerrilla sino del lado del Gobierno, le faltó observar un poquito más. Ella es una mujer que ha sido víctima de violación sexual por los paramilitares, lamentamos mucho lo que a ella le ocurrió.
Ahora me gustaría hablar un poco de cómo usted ve el futuro. Si le preguntara cómo se ve usted en 10 años ¿cómo se imagina usted?
Yo soy muy malo mara adivinar, pero yo solamente sueño con ver una Colombia en paz, una Colombia con democracia, con justicia social y con soberanía. Ese es, digamos, el sueño de mi vida. No tengo aspiraciones personales. Sólo quisiera decir esto porque la lucha guerrillera surge del altruismo. Nosotros no estamos luchando por nosotros mismos y vuelvo al tema anterior, esta no es una guerrilla que ha ejercido la rebelión para enriquecerse. Son otros los que se han enriquecido. Aquí lo que hay es altruismo y solidaridad y hay mucha humanidad para poder hacer lo que nosotros hemos estado haciendo durante algo más 50 años de lucha en la montaña.
¿Cómo se imagina Colombia?
Quisiera ver una Colombia con progreso, quisiera ver una Colombia con grandes autopistas, quisiera ver una Colombia con educación gratuita, quisiera ver también una Colombia con salud para todos, que a la gente más humilde se le garanticen sus derechos fundamentales, que tenga una vivienda digna, que tenga empleo, que pueda tener servicios públicos, agua, luz, alcantarillado, es que esto se da únicamente en estas latitudes, en su país las cosas son distintas pero esto es lo que ha obligado a que muchos jóvenes, muchachos y muchachas, se hayan alzado en armas para tratar de cambiar esta situación.
Lo hemos intentado por la vía de las armas, ahora vamos a hacerlo por la vía de la política y de la solución negociada.
Usted ve Cuba y ¿ve el estilo de país que usted quería construir?
Cuba es para nosotros un referente bien importante de dignidad, lo vemos así, Cuba ha inspirado nuestra lucha, el ejemplo de Cuba no es que los cubanos o las autoridades cubanas tengan que ver con las FARC, pero si siempre lo miramos desde Colombia como un referente y lo que más destacaría de Cuba es su dignidad y puedo decir que es una injusticia terrible el bloqueo económico contra Cuba, ojalá esta medida inhumana quedara atrás en el pasado para que el mundo pueda ver cómo una sociedad puede generar mucha más pero mucha más calidad de vida mejor a su gente.
Porque Cuba está también cerrando un momento de hostilidades con su enemigo, con Washington.
Lo cual saludamos, respaldamos totalmente, nos complace que esto sea así y para nosotros es una buena señal y sobre todo que, por otra parte, los colombianos estemos tratando de encontrarle una salida a un largo conflicto y que contemos un poco con el apoyo, con el respaldo del gobierno de EE. UU. en encontrar esta solución. Las cosas tienen que cambiar…
¿Washington ha prestado apoyo con el proceso (de paz)?
Ha manifestado verbalmente su respaldo al proceso de paz, especialmente su secretario de Estado, el señor John Kerry, y el mismo Gobierno, empezando por el presidente Obama, que ha expresado su apoyo a las conversaciones de paz y su apoyo a que estas lleguen a feliz término.
¿Usted mira Irlanda del Norte y el Sinn Fein como ejemplo?
Sí, es una experiencia que nos interesa, por aquí tenemos que transitar por un camino que ellos transitaron ya hace unos años desde luego es un fenómeno totalmente distinto, es otra situación que no se equipara a la colombiana, pero ellos, por ejemplo, dieron un paso importante con respecto a lo de las armas, las pusieron lejos de su uso, a nosotros nos interesa conocer como fue esa experiencia porque aquí en un momento dado vamos a tener que afrontar ese tema. Allá seguramente no levantaron banderas contra la pobreza, por los derechos sociales de la población porque allá tienen resuelto ese problema, pero el asunto, el conflicto allá era de otra naturaleza, y de verdad para nosotros es trascendente poder conversar y asimilar esa experiencia porque nos puede señalar una vía para solucionar un aspecto que es bastante complejo aquí.
¿Podrían buscar consejeros para hablar y que vengan aquí a Colombia?
Sí, nosotros hemos hablado con irlandeses, los cuales han visitado también al presidente Santos, una vez hablaron con el presidente Santos vinieron aquí a La Habana a hablar con nosotros y creo que también con los plenipontenciarios del Gobierno en la mesa de conversaciones.
¿Usted ve un peligro de una especie de guerra sucia después de la paz?
Si no se pone fin al fenómeno del paramilitarismo, sí. Y con guerra sucia creo que va a ser imposible la paz en Colombia. Por eso queremos que el Gobierno de una manera más dinámica y activa entre a resolver este problema. Ya estamos discutiendo algunas fórmulas. Es importante el esclarecimiento del fenómeno del paramilitarismo, cómo se dio, quiénes se involucraron, quiénes lo financiaron, quiénes lo promovieron, porque hay mucha impunidad en este caso. Dicen que se desmovilizaron 35.000 paramilitares, pero únicamente 4.000 pasaron por Justicia y Paz, 1.500 pagaron cárcel, muchos de ellos sin que fuera producto de una sentencia, pero no importa ellos purgaron sus ocho años de cárcel.
Pero nosotros decimos que la impunidad que queda, sobre todo en el caso de los financiadores y de los promotores, pues se debería tramitarse a través de verdad en la jurisdicción especial que hemos creado.
¿Hay posibilidad alguna de que algunos guerrilleros no quieran dejar las armas y rechacen ser parte de este proceso?
Nosotros confiamos en una característica de nuestra organización que ha sido la cohesión, nosotros contamos con el respaldo de todos los combatientes y aspiramos a poder ir desde La Habana hasta los frentes y los bloques guerrilleros a explicar los avances de este proceso, a interlocutar (sic) con nuestros hombres y mujeres para que podamos asumir una posición unificada, de hecho tenemos el respaldo total de la organización.
¿Qué tipo de inquietudes tienen los guerrilleros. Un guerrillero promedio qué le dice sobre lo que está pasando?
Les preocupa mucho el paramilitarismo, dejar las armas sin que se resuelva el problema del paramilitarismo, creo que es la principal preocupación. Otros aspectos no tienen un gran impacto porque se sabe que seguramente en las regiones donde hemos desarrollado nuestra actividad insurgente, donde hemos tenido la oportunidad de relacionarnos con las comunidades vamos a desarrollar con esas comunidades planes de progreso, planes de desarrollo comunitario y ahí seguramente vamos a estar muy bien con lo que nos gusta hacer: trabajar con las comunidades.
Dada su cercanía con la revolución Bolivariana, ¿qué reacción le genera la derrota electoral que sufrió el Gobierno?
Creo que pueden haber perdido una batalla, pero no la guerra, ahí hay un potencial muy grande que es el chavismo, que es una fuerza fundamental, seguramente los resultados electorales van a instar a los chavistas y a los seguidores del gobierno bolivariano de Venezuela a reordenar sus huestes para proseguir en la pelea política. Tiene una fuerza no despreciable, algo más de cinco millones de votos, ha habido una coalición de derecha y también de algunos sectores no propiamente de la derecha, pero nos parece que ocurrió allí una intromisión indebida de las derechas del mundo para poder generar unos resultados como estos que hoy afronta el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Sentimos mucho que esto haya ocurrido así porque Venezuela ha hecho un gran aporte al proceso de paz en Colombia, especialmente el presidente Chávez, luego de su muerte, el presidente Maduro, ellos fueron los que nos inspiraron confianza para abordar estas conversaciones con el gobierno de Colombia, incluso los primeros contactos si bien empezaron en territorio colombiano, luego pasaron a territorio venezolano y luego a Cuba y contamos siempre con el apoyo del gobierno de Hugo Chávez.
Nosotros no somos desagradecidos, nosotros no olvidaremos, digamos, la solidaridad del gobierno y del pueblo de Venezuela en la búsqueda a una solución política al conflicto colombiano.
No es que la izquierda en América Latina esté perdiendo fuerza en todo el continente.
Hay un fenómeno que está en marcha, quizás usted se refiera a los últimos acontecimientos en Argentina que ha ganado Macri pero hay un Congreso que no controla definitivamente, no sabemos qué pueda ocurrir ahí, la diferencia con Scioli no son muy grandes seguramente tendrán que convenir modelos de gobernabilidad porque si no sería imposible.
Finalmente, estamos muy cerca de Navidad, ¿usted tiene un mensaje para los colombianos que están a punto de entrar en sus vacaciones de Navidad?
Nosotros quisiéramos que el pueblo colombiano se uniera todo en respaldo al a paz de Colombia, que sientan que la paz va a traer beneficios para todos, sin excepción, que debemos sentirnos útiles para lograr este propósito superior, el de la paz. La paz es el pico Everest de todos los derechos, sin el cual no es posible la implementación de otro derecho.
Necesitamos, por encima de todo, como el aire para respirar, necesitamos la paz. Eso es lo más importante para nosotros. Y por eso aprovecho este momento para convocar al pueblo colombiano a respaldar con todas sus fuerzas este proceso de paz, es necesario que tenga confianza, que confíe en estos equipos que representan tanto al Gobierno como a la insurgencia en la tarea que se les ha encomendado en la salida política a este conflicto.