Nación
Jardín Botánico de Bogotá ya es miembro de reconocida organización internacional
La entidad fue notificada el pasado miércoles, 18 de enero.
El Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis recibió la notificación de su entrada como miembro a la Organización de la Conservación Internacional de Jardines Botánicos- BGCI, una entidad internacional que tienen dentro de sus propósitos la conservación de las plantas.
La BGCI es una organización conformada por los jardines botánicos de más de 100 países de todo el mundo que tiene como visión enfocar sus esfuerzos en la conservación y valoración de la diversidad vegetal, para asegurar y sustentar todas las formas de vida.
Siendo parte de esta importante organización el Jardín Botánico tendrá acceso a diferentes beneficios, dentro de los que se destacan: becas del fondo mundial para jardines botánicos, la postulación a los programas de acreditación como expertos en la conservación de plantas, apoyo técnico y servicios de asesoramiento, la posibilidad de incluir a los investigadores de esta entidad colombiana en el directorio de expertos, incentivos para formación a través de las plataformas en línea, participación en congresos, publicaciones electrónicas y acceso a bases de datos mundiales tales como PlantSearch, ThreatSearch, GardenSearch y GlobalTreeSearch, entre otras.
“Es una excelente noticia para nuestra Entidad, pues nos permite continuar fortaleciendo los procesos de generación de conocimiento para la sostenibilidad de nuestra acreditación como centro de investigación, al tiempo que nos abre puertas en el escenario internacional como un referente de conservación de plantas y ecosistemas altoandinos y de páramo”, afirmó Martha Liliana Perdomo Ramírez, directora del Jardín Botánico de Bogotá.
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Con la entrada del Jardín Botánico de Bogotá ya serían cuatro miembros en representación de Colombia en la Organización de la Conservación Internacional de Jardines Botánicos- BGCI. Los otros son: San Jorge de Ibagué, Cartagena y Medellín.
Florecimiento inexplicable
Como una rareza o regalo de la naturaleza describen los científicos del Jardín Botánico de Bogotá el florecimiento del yagé que está ubicado en el Tropicario de este lugar. Los expertos se dieron cuenta de este extraño acontecimiento en horas de este 17 de enero.
Esto ocurrió luego de dos años de seguimiento y monitoreo de los expertos a esta flor. En el yagé se puede observar flores pequeñas y delicadas de color rosa. Tienen cerca de cuatro a cinco centímetros de altura.
Para los científicos del Jardín Botánico de Bogotá es un gran suceso debido a que las condiciones de la capital del país, como la altura (2.600 metros sobre el nivel del mar), dificultan el florecimiento de esta planta.
“La naturaleza nos sorprende y nos enseña que la vida se abre paso aún en condiciones diferentes a las habituales. De ahí la importancia de nuestro Tropicario Distrital, a través del cual rendimos un tributo a la diversidad botánica, étnica y geográfica de Colombia” afirmó Martha Liliana Perdomo Ramírez, directora del Jardín Botánico de Bogotá.
Desde 2020, en medio de la pandemia, especialistas en colecciones del Jardín Botánico José Celestino Mutis iniciaron el proceso de propagación ex situ (fuera de su ambiente natural) de esta planta que crece en ecosistemas tropicales. La planta fue acondicionada en el domo del bosque húmedo Amazonas-Chocó del Jardín Botánico de Bogotá, espacio donde se ha ido adaptando en condiciones satisfactorias creciendo hasta alcanzar los 24 m de altura.
Además de Yagé, esta planta también es conocida con los nombres Ayahuasca o Caapi. Asimismo, recibe otros nombres por las comunidades, por ejemplo, es considerada por algunas como una de las plantas más importantes para la medicina tradicional en los pueblos indígenas.
La flor del yagé es hermafrodita. Esto significa que en sí misma contiene los órganos masculinos (estambres) y los femeninos (pistilos). Sin embargo, no es de ella de donde se extraen las preparaciones para los rituales sagrados. Para realizar estas medicaciones se requieren grandes cantidades de los tallos de la liana o enredadera, extraídos del corazón de la selva, con una taxonomía de variedades que solo se pueden identificar por medio de su ingestión, y así saber si es Yagé tigre, Yagé Danta u otras variedades que conocen estos pueblos.