ECOPETROL
“Cumplimos el sueño de la iguana”
La caída del petróleo y las denuncias sobre sobornos que vinculan a la empresa, no opacan la exitosa gestión de Javier Gutiérrez en Ecopetrol.
Durante la presidencia de Javier Gutiérrez Pemberthy, Ecopetrol duplicó su producción y Colombia ingresó al grupo de los 20 países con mayor extracción de crudo en el mundo. La compañía se convirtió en un grupo empresarial con presencia internacional y en la columna vertebral de las finanzas públicas.
Reconocido varias veces como el mejor líder empresarial y con mejor reputación en Colombia, Gutiérrez deja la presidencia de la empresa pública más importantes del país. En diálogo con SEMANA habló de los últimos sucesos de sobornos, de la caída de los precios del crudo y de lo que deja, tras ocho años en la petrolera.
Semana: Frente a las denuncias de soborno en la construcción del oleoducto Bicentenario, ustedes como socios del proyecto ¿no debían ejercer una vigilancia más estricta?
Javier Gutiérrez: Se tomaron medidas y se actuó de manera preventiva. Lo podemos mostrar hasta el más mínimo detalle. Bicentenario es una compañía en la cual somos dueños en un 55 por ciento –hay otros socios– y claramente este tema fue previsto dentro de los contratos, donde hay cláusulas explícitas al respecto. No obstante los controles y la debida diligencia, todo parece indicar que se dieron esos presuntos pagos a la guerrilla.
Semana: Llama la atención que pagaran a la guerrilla, cuando para este proyecto se contaban con el apoyo del Ejército.
J. G.: Claramente se contó con el apoyo decidido de la fuerza pública, de lo contrario ese proyecto no se hubiera terminado. El respaldo del Ejército buscaba evitar que se pudieran dar presiones e instigación de cualquier grupo guerrillero. Uno no vería con mucha lógica porqué aceptar presiones para llevar a cabo las labores, cuando se estaba protegido. El acompañamiento de la fuerza pública era permanente. Si usted tiene un grupo de batallones es para que la guerrilla no tenga forma de presionar a los contratistas. Hay que ver lo que digan las investigaciones.
Semana: Ahora estalló otro caso de corrupción con un funcionario de la división de Transporte. ¿Cuál ha sido el papel interno de Ecopetrol en este caso?
J. G.: Este funcionario está asociado con el caso de la firma Sicim. Desde que se conoció la información sobre la supuesta relación de esta empresa con grupos al margen de la ley, Ecopetrol puso en conocimiento de la Fiscalía estos hechos. De inmediato, se solicitó a la oficina de control disciplinario iniciar una investigación interna por la información pública en la que se mencionaba a Roberto Espriella en este caso.
Semana: ¿Y qué decisión tomaron?
J. G.: Se tomó la decisión de dar por terminado de forma inmediata el contrato de trabajo con el señor Roberto Espriella, ingeniero de la gerencia de soluciones integrales de transporte y logística. En la diligencia él reconoció la existencia de dos transferencias hechas por Francisco Elizondo a una cuenta personal. La recepción de dinero de un trabajador de Ecopetrol por parte de un contratista es un hecho reprochable que viola el código de ética, el reglamento interno de trabajo y el código sustantivo de trabajo.
Semana: Pero también está el caso de PetroTiger. ¿No será que faltan más controles?
J. G.: Debo decir que Ecopetrol tiene un sistema de control interno de manera que se pueda actuar preventivamente. Sabemos que estamos expuestos a muchos riesgos: fraude, corrupción, lavado de activos o financiación del terrorismo. Capacitamos y entrenamos a las personas y firmamos con ellas acuerdos de transparencia. En los contratos hay clausulas con compromisos expresos. Tenemos un frente de detección con línea de denuncias, quejas y reclamos. El grupo de ética y cumplimiento hace todo el seguimiento y la investigación hasta esclarecer las dudas. Hacemos cruces para ver si hay relaciones, minería de datos, identificamos cualquier direccionamiento que se presente. Además, nos apoyamos en firmas especializadas. Mire una cosa, la persona de la que acabamos de hablar participó en los entrenamientos de ética, firmó el pacto de transparencia, conocía el código de ética.
Semana: ¿Y en esa tarea de control interno han encontrado otros casos?
J. G.: Hay 24 personas que han salido por investigaciones que hemos hecho nosotros. Tenemos 18 demandas ante la Fiscalía. La oficina de control ha producido 124 fallos sancionatorios. Nosotros no hacemos difusión de ello. Ahora estamos revisando si es necesario hacer un cambio en este sentido. Las denuncias nos permiten poder avanzar exitosamente.
Semana: Algunos sospechan que en la contratación de transporte es donde hay mayores riesgos. ¿Han encontrado algo irregular?
J. G.: Hay dos procesos muy críticos. El de transporte y el de logística. La experiencia en el nuevo proceso de contratación de transporte de hidrocarburos –a través de carrotanques– tuvo el acompañamiento de la Procuraduría, al igual que en logística. Esos procesos fueron públicos. Los diferentes oferentes tuvieron la oportunidad de hacer observaciones y revisar todo. Fueron procesos que se llevaron con total transparencia. Estamos metiendo controles adicionales. Parece contradictorio el hecho de que tengamos varios reconocimientos internacionales por el desarrollo de nuestros sistemas de control. No es disculpa, pero mire que Ecopetrol tiene alrededor de 4.000 contratistas; firma unos 11.000 contratos y la contratación asciende a 19 billones de pesos al año. Se está haciendo un trabajo de auditoría especializado para lo cual se contrataron tres compañías para revisar todo el proceso de contratación y los contratos.
Semana: ¿Estos casos recientes han afectado la reputación de Ecopetrol?
J. G.: Casos como estos son dolorosos, pero le aseguro que no corresponden a una cultura y estilo de la organización. A todo el mundo le debe quedar absolutamente claro esto. Acá queremos que las investigaciones se vayan hasta las últimas consecuencias. Que levanten y busquen debajo de los tapetes. No queremos aguas tibias. Si al final se encuentran culpables eso servirá de lección para la gente. Eso no puede quedar impune. Estas cosas contribuyen a que se fortalezca el ambiente de transparencia y los procedimientos éticos de la organización. Lo que le pedimos a la gente es que cuando haya esos señalamientos nos ayuden con evidencias.
Semana: Pasando a otro tema ¿cómo se ajusta Ecopetrol, ante la caída de los precios del crudo?
J. G.: Una de las cosas que yo siempre he admirado de esta organización es la capacidad para hacer cosas complejas y sobreponerse a las crisis. Ante esta situación la compañía estructuró un plan de ajuste que comenzó con una reducción del presupuesto de inversión para 2015 del orden del 26 por ciento. La prioridad son las inversiones que tiene que ver con la generación de flujo de caja para garantizar nuestras operaciones y también la rentabilidad de los proyectos.
Semana: ¿Específicamente cuáles?
J. G.: Los proyectos de producción. También completar inversiones pendientes como Refinería de Cartagena y algunos proyectos de transporte. Esto se combina con una reducción bien importante en costos. Tal como lo revelamos, la reducción en este sentido es del orden de 3.565 millones de dólares. Un número bien significativo. Paralelamente venimos trabajando en una nueva estrategia: queremos ser más eficientes, mejorar procesos en todo sentido. La inversión en exploración será un poco menor.
Semana: ¿Las cuentas están hechas con qué precio del petróleo?
J. G.: En el presupuesto que aprobó la junta en diciembre hablamos de 60 dólares por barril de referencia Brent. En este momento la compañía, adicionalmente, ha hecho análisis para soportar niveles inferiores de 50 o de 45 dólares. Tenemos un plan complementario que ha propuesto obtener ahorros adicionales del orden de un 30 por ciento, para poder prever que pudieran darse circunstancias críticas. Esto implica una disciplina, planes de austeridad y temas de renegociación con los contratistas. Hay proyectos que, por ahora, habrá que aplazarlos o para los cuales las inversiones serán mínimas.
Semana: ¿A qué nivel de producción aspiran?
J. G.: Buscamos podernos mantener en 710.000 barriles día y como grupo alrededor de 760.000 barriles día. O sea que claramente estamos tratando de privilegiar inversiones para mantener ese nivel. Yo creo que Ecopetrol saldrá fortalecida de esta situación y se ajustará a las nuevas condiciones y que seguirá siendo una empresa competitiva.
Semana: Frente a la política de dividendos hay críticas por el porcentaje tan alto que distribuye la compañía y en especial en esta coyuntura. ¿Eso seguirá así?
J. G.: Yo creo que hay que darles tranquilidad a los inversionistas, a los accionistas y a quienes nos prestan, en el sentido de que Ecopetrol históricamente ha venido distribuyendo altos porcentajes de dividendos con respecto a la utilidad neta. Pero la empresa es consciente de la protección del flujo de caja debido a los temas prioritarios. Para nosotros es claro que tenemos una estructura financiera sólida y estable. También somos conscientes de las necesidades de nuestros accionistas. Ahora será la junta la que haga la recomendación al respecto. Pueden tener la certeza que se actuará de forma muy responsable, buscando proteger el flujo de caja y la solidez financiera para que todos tengan la tranquilidad. Tenemos calificación grado de inversión y es algo que queremos proteger y mantener.
Semana: Recientemente la calificadora de riesgo Fitch hizo un análisis crediticio de la compañía y dijo que podría venir una revisión, ¿le preocupa?
J. G.: Hemos venidos conversando con ellos. Ellos mencionan la vida media de las reservas Estamos resolviendo sus preocupaciones y las de cualquiera de las calificadoras que nos hacen seguimiento.
Semana: ¿De qué se siente más orgulloso, en su paso por Ecopetrol?
J. G.: De la relación con la gente. Eso para mí termina siendo lo más valioso. La forma como intercambio con ellos. Trabajar en equipo. Haber podido compenetrarnos con la gente de Ecopetrol. Sentirme cercano a ellos es un orgullo que me llevo. Yo siempre digo que uno es del tamaño de sus sueños. Y afortunadamente, en Ecopetrol hemos podido cumplir el sueño de hacer una empresa grande y fuerte para todos los colombianos. Creo que cumplimos el sueño de la iguana.
Semana: ¿Y haber transformado esta compañía no?
J. G.: Ese es un trabajo conjunto. Por varios hechos y circunstancias estuvimos muy favorecidos, como las medias tomadas para las transformaciones del sector de hidrocarburos, para la salida a bolsa, la misma independencia financiera. Esto realmente es una orquesta grandísima y yo uno más. Lo importante es que esa orquesta siga adelante dando las notas brillantes que Ecopetrol ha podido dar, no obstante las circunstancias por las que pasa la industria.
Semana: ¿Estos últimos días han sido los más difíciles. O se enfrentó a otras circunstancias más complejas?
J. G.: El momento más difícil fue la tragedia que se presentó en Dosquebradas. Hay una realidad patética pues había 33 personas muertas. Ante eso no había nada que hacer. Frente a cualquier otra cosa –como ahora– algo se puede hacer. Ecopetrol no ha tenido nada como esa tragedia. Las satisfacción fue el trabajo que hicimos para acompañarlos, donde se mostró la calidad de Ecopetrol.
Semana: Usted debe ser el presidente de compañía que más presiones recibe del dueño…
J. G.: Pienso que dueño es dueño, pero también Ecopetrol ha venido fortaleciendo el gobierno corporativo. Los temas se discuten abiertamente en la junta directiva. No tenemos nada oculto. Es importante decirlo, lo que es bueno para Ecopetrol terminan siéndolo para la Nación que es su principal dueño. Durante todo el tiempo hemos tenido la tranquilidad de contar con personas serias y responsables.
Semana: La Ocde propone que los ministros salgan de la junta directiva. ¿le suena?
J. G.: Muy probablemente ese pueda ser un cambio que contribuya a fortalecer el futuro de la compañía.
Semana: ¿Cuál es el reto más importante que tendrá que enfrentar su sucesor en la petrolera?
J. G.: Lograr realmente alinear a Ecopetrol y su grupo para seguir avanzando en los objetivos y la estrategia. Los retos de crecimiento de la producción, de obtener nuevos hallazgos, de aumenta la vida media de las reservas, de la operación del día a día, son importantes, pero eso se logra en la medida en que uno tenga comprometida a la gente con esos propósitos.
Semana: ¿Qué pasó con la operación de Angola que algunos han criticado?
J. G.: No hay ningún problema. Angola no es nada diferente a la perforación de dos pozos exploratorios en los que se invirtieron 155 millones de dólares y que salieron secos. Ese es el riesgo de este negocio. Pero mire que el año pasado se hizo una campaña de ocho pozos a nivel off shore (en el mar). De esos, tuvimos cinco en el Golfo de México, dos en Angola y uno en Colombia. En el golfo tuvimos dos descubrimientos, en Angola ya lo mencioné y el del país también fue exitoso. Es decir, en total tuvimos un éxito de 37,5 pro ciento. Toda la campaña costó 682 millones de dólares. La información siempre fue revelada e informada, tanto cuando se invirtió, como los resultados finales.
Semana: Usted ha dicho que no va a colgar los guayos. ¿Qué viene para usted?
J. G.: Cada día trae su afán. Tengo que terminar de soltar acá. Yo creo que tener las ganas y la energía para seguir haciendo cosas. Ya veremos. Dios ha sido grande y generoso con migo. Haber tenido las oportunidades que he tenido solo se da por la Divina Providencia. Yo creo que una vez más me ayudara a encontrar el camino.