Nación

JEP continuará búsqueda de víctimas de falsos positivos en Dabeiba

La jornada se realizará entre el 8 y 14 de noviembre tras las confesiones de homicidios extrajudiciales hechas por miembros de las Fuerzas Armadas.

28 de octubre de 2020
| Foto: CRISTIAN LEGUIZAMÓN - SEMANA

Hace un año causó indignación la noticia de que en el cementerio de Dabeiba, Antioquia, se había encontrado una fosa común en la que habían sido arrojados los cuerpos de decenas de víctimas de falsos positivos, práctica extendida en el Ejército en la que hacían pasar por guerrilleros caídos en combate a campesinos inocentes. Pues esta terrible historia parece que continúa, ya que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) anunció que habrá una tercera jornada de exhumaciones en dicho lugar.

“La diligencia, que se llevará a cabo entre el 8 y el 14 de noviembre, se realiza después de las versiones coincidentes rendidas por 14 miembros de la fuerza pública ante la JEP”, aclaró la Corte por medio de un comunicado, en el que agregan que en este cementerio han sido recuperados 54 cuerpos que están en proceso de identificación.

Los casos de falsos positivos en el Urabá antioqueño son un rosario de eventos macabros que tuvieron su punto más álgido en la primera década del siglo XXI, aunque la toma paramilitar de esas tierras viene desde los años noventa. SEMANA reconstruyó en su momento la historia de diez soldados del Batallón de Infantería Pedro Justo Berrío que llegaron a la casa de la familia Guzmán Sepúlveda, en la vereda Cruces de Termales, en Dabeiba, a las 5:30 de la mañana del 8 de mayo de 2005. Se llevaron a la fuerza a los hermanos Mario y Juvenal y a su cuñado Reinel Escobar, todos entre los 20 y 30 años. También agarraron 10 gallinas, el mercado, ropa y 60.000 pesos. Dos días después, esa unidad militar reportó “la muerte de tres bandidos de las FARC” en medio de un combate.

Se trata solo de un caso de decenas que se cometieron en esas tierras que fueron cruciales para la extensión del proyecto paramilitar y narcotraficante. En este caso, los análisis de las necropsias terminaron de desestimar la versión de los militares. En los tres cuerpos, los forenses detectaron heridas con objetos contundentes cometidas en vida, además de señales de arrastre. Luego, una vecina contó que vio a los soldados, horas después de la desaparición, transportando los cadáveres a lomo de mula. Las inconsistencias en los relatos y los análisis forenses desembocaron en la condena de diez soldados por los tres asesinatos.

En esta jornada de búsqueda, durante una semana los expertos forenses de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP continuarán con la ubicación, “prospección, recuperación y, de ser necesario, la exhumación de los cuerpos para su posterior identificación y entrega digna”.