John Poulos no tuvo aprecio por el ser humano que le dio amor: fuerte reclamo de la Fiscalía por crimen de Valentina Trespalacios

“No mostró arrepentimiento alguno”. De esta forma, el fiscal Daniel Gómez Acuña sustentó su petición para enviar inmediatamente a la cárcel a John Poulos por su participación en el crimen de la DJ Valentina Trespalacios, con quien sostenía una relación sentimental desde hace varios meses.

Para el delegado del ente investigador, el ciudadano estadounidense representa un peligro para la sociedad, para las víctimas y la administración de justicia, puesto que existe un antecedente cercano de la forma en cómo intento fugarse para no dar la cara por lo que había hecho.

En su extensa intervención, se manifestó que desde su llegada al país, Poulos era consciente de lo que iba a hacer y cómo lo iba a ejecutar. “Su comportamiento raya en lo brutal y en lo enfermizo”, esto debido a que después de quitarle la vida a la joven tomó ―sin ningún asomo de culpa y arrepentimiento― un vuelo rumbo a Panamá, país en el que iba a realizar una escala, puesto que ya tenía un tiquete para Estambul, Turquía.

Sin embargo, su plan para evadir a la justicia tenía un ingrediente adicional, pues su viaje tenía como finalidad llegar a Podgorica, capital de Montenegro, país en el oriente de Europa, con el cual no existe un tratado de extradición con Colombia. Por esto, considera que la medida de aseguramiento en un centro carcelario es la única válida, puesto que no cuenta con arraigo en Colombia y ya intentó escaparse.

“Sería muy ingenuo pensar que se quedaría (en Colombia) para responder por los hechos”, aseguró el delegado. De esta forma, considera que tampoco es válida una detención domiciliara, ni mucho menos la firma de un compromiso ante la Rama Judicial del país para cumplir con las citaciones. “Es más, se le impulsaría a que huya del país”, añadió.

“Quien mata a la mujer que decía amar y trata su cuerpo como si fuera un desperdicio no va a respetar compromisos como los contenidos en las medidas no privativas. Lo mismo pasa con la detención domiciliaria”, precisó el fiscal al sostener que los documentos de Migración Colombia son claros cuando señalan que Poulos tenía viajes esporádicos a Colombia y el único objetivo de estos era verse con Valentina.

El fiscal no dudó en cuestionar a Poulos por lo hecho, advirtiendo que “su comportamiento raya en lo brutal y en lo enfermizo”. Puesto que arrojó como si nada el cuerpo de la joven a un basurero y luego entregó el apartamento y vehículo que había alquilado para así salir del país y no más nunca volver. Este actuar solamente puede ser entendido “como un absoluto desprecio por su vida” de la joven con la que compartía un proyecto de vida, puesto que le había dicho que quería irse a vivir con ella.

Destrozó los sueños

“El daño que hizo John Paulos no tiene reparación, es y será infinito”, sostuvo el fiscal Daniel Gómez. Por esto, a los dos delitos imputados se les dio la categoría de agravados.

“El quitarle la vida a Valentina causó un enorme daño, en primer lugar a ella, una joven llena de vida, dinámica, emprendedora, con todo un proyecto por delante, llena de sueños que nunca podrán cumplirse (..:) Dentro de su familia, le arrebató la hija, la hermana, les quitó la posibilidad de seguir disfrutando su existencia en todos los sentidos”, afirmó el funcionario.

Después de asesinarla, “trató su cuerpo como su fuera un objeto inservible, le desconoció toda dignidad”. Prueba de esto es la forma en cómo metió su cuerpo en una maleta para subirla a un vehículo, movilizarse durante varios minutos para arrojarlo a un contenedor de basura. “Es una expresión de frialdad sin ningún tipo de dolor o culpa por lo hecho”. Luego, simplemente, se dirigió al aeropuerto para cumplir su itinerario.