Judicial
John Poulos veía a Valentina Trespalacios como “un objeto personal”, revela la Fiscalía. La acosaba y controlaba todo el tiempo
El ciudadano estadounidense se expone a una condena mínima de 40 años por su participación en los delitos de feminicidio agravado y ocultamiento de elementos materiales probatorios.
John Poulos tenía una “obsesión permanente” con la joven Valentina Trespalacios. Así lo describió la Fiscalía General durante la audiencia de imputación de cargos en contra del ciudadano estadounidense por su participación en los hechos que rodearon el crimen de la DJ de 23 años de edad, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado cerca de un basurero en la madrugada del 23 de enero, en la localidad de Fontibón, en el occidente de la capital de la República.
El fiscal del caso, Daniel Gómez Acuña, reveló que existen pruebas suficientes para inferir que Poulos llegó al país en la noche del jueves 19 de enero para verse con la DJ, con quien sostenía una relación sentimental desde hace varios meses. Con ella estuvo todo el fin de semana en un apartamento que alquiló en la calle 101 con 21, en el norte de Bogotá, y en varios establecimientos comerciales.
En la noche del domingo 22 de enero, después de tener relaciones sexuales, el hombre –que se caracteriza por una contextura corporal pesada– la golpeó en repetidas oportunidades en la cara y el cuerpo, para posteriormente ahorcarla con sus manos. “Se aprovechó de una situación de inferioridad de la víctima”, pues “aprovechó su condición de hombre para reducirla, agredirla y estrangularla”
Después de verificar que había acabado con su vida, cogió el cuerpo de la joven y lo metió dentro de una maleta. Debido a que la cabeza de la DJ quedó por fuera, la tapó con una manta. Con sangre fría y ningún rastro de arrepentimiento montó la maleta en un carrito de mercado que empujó por todo el pasillo y montó al ascensor para dirigirse al parqueadero.
Posteriormente, se montó a un vehículo que ya había alquilado y estaba en el parqueadero. En la madrugada del lunes se dirigió hasta la localidad de Fontibón, donde arrojó el cuerpo “con la esperanza” de que cayera a un basurero. Con este actuar, deshumanizó por completo a Valentina.
Para la Fiscalía General, “el actuar de John Nelson Poulos se relaciona con el delito de feminicidio agravado como dolo y en condición de autor”, así como con el cargo de ocultamiento material probatorio.
Celos, acoso y control
En la imputación de cargos, el representante de la Fiscalía General reveló que Poulos concebía a la joven como “su objeto personal” y “por eso la acosaba y controlaba sus acciones y actuaciones”. La evidencia testimonial indica que “controlaba sus amistades personales, vigilaba sus redes personales y hasta contrató a un investigador privado para que la siguiera”.
“Había un ciclo de violencia psicológica que antecedía al crimen, el cual estaba representado en toda la actividad de celos y control sobre la vida social de Valentina”, precisó el fiscal.
Con la violencia que ejerció contra Valentina y la forma como quiso deshacerse del cadáver “afirmó su convicción de que Valentina era una cosa”. Las declaraciones de los familiares, amigos y personas cercanas a la DJ dejaron ver que John Poulos ejercía “acciones de opresión para así tener dominio sobre lo que hacía”.
En más de una oportunidad los testigos coincidieron en catalogar al ciudadano estadounidense como un “celoso” que ejercía todo tipo de violencia psicológica en contra de la joven.
Desde un primer momento –recalcó el fiscal– Poulos quiso ocultar y eliminar toda la evidencia, para lo cual llevó el cuerpo sin vida de Valentina a este punto estratégico y después quiso botar el teléfono celular de la joven DJ en un basurero ubicado en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá.