ENTREVISTA

El tren de cercanías de Cundinamarca estaría rodando en 2024

Jorge Emilio Rey, gobernador de Cundinamarca, habla del ambicioso proyecto de movilidad en el que 34 empresas quieren participar, de los avances en la región y del volteo de tierras.

10 de septiembre de 2019
El gobernador de Cundinamarca habla sobre el tren de cercanías. y la relación con Bogotá

SEMANA: Siguen las denuncias por presunta corrupción en los Esquemas de Ordenamiento Territorial en Cundinamarca. En algunas usted está involucrado. ¿Qué responde a estos señalamientos?

Jorge Emilio Rey: Siempre hemos manifestado que todo lo que tenga que ver con denuncias en materia de corrupción de Planes de Ordenamiento Territorial debe ser atendido por las autoridades, pero estas no se pueden convertir en una cortina de humo para estigmatizar y generalizar el ordenamiento territorial de la región. Se está jugando con el buen nombre y el trabajo serio que hemos venido haciendo consistentemente durante los últimos años. De hecho, aún antes de mi posesión como gobernador emprendí la defensa del departamento en varías líneas que no le convenían.

SEMANA: ¿A qué se refiere exactamente?

J.E.R.: A no permitir la urbanización en Chía, Soacha y Mosquera por medio de una propuesta de más de 600.000 viviendas en una región que no está preparada para recibir esa tasa poblacional. También defendí que las cocheras del metro no quedaran en Mosquera, el tren de cercanías –un proyecto necesario para la movilidad regional de Bogotá y Cundinamarca y que para algunos era bastante incómodo—. Me opuse a la pavimentación de las vías férreas que cruzan el departamento y la capital del país (claramente un afán de quienes querían instalar troncales de TransMilenio sobre esos corredores), a la implementación de peajes urbanos porque esto segregaba a los municipios. Defendimos a Soacha cuando fue tratada como un hueso y a los municipios de Cundinamarca para que no fueran fusionados en una propuesta impositiva de área metropolitana que también estaba cursando.

SEMANA: Precisamente en el Congreso se está debatiendo una propuesta de área metropolitana. ¿Esto mejorará la integración entre Bogotá y el departamento?

J.E.R.: Sin duda hay que hacer una gran reflexión de lo que será esta propuesta que empieza a debatirse. Todos deberíamos mirar el área metropolitana como una oportunidad y no como una imposición. Si algo ha resultado crítico durante estos cuatro años es esa mirada impositiva desde Bogotá del esquema de área metropolitana, en donde la única propuesta pareciera ser la fusión y la imposición de los votos desde el otro lado del río y no una política democrática que garantice que todos entreguemos autonomía pero también recibamos beneficios. La discusión está abierta y nuestro papel ha sido reflexivo y de acompañamiento técnico.

SEMANA: Fortalecer esas relaciones entre Bogotá y Cundinamarca será entonces uno de los desafíos que enfrenten el próximo alcalde de la ciudad y el gobernador del departamento…

J.E.R.: Completamente. El listado de todo lo que se puede hacer en unión de esfuerzos es gigante. Al final del ejercicio logramos tres o cuatro proyectos emblemáticos entre Bogotá y Cundinamarca, pero también marcamos una clara diferencia de criterios y conceptos. Bogotá tiene una capacidad técnica institucional muy robusta, mientras que el departamento se quedaba un poco rezagado. Hoy, sin embargo, en las reuniones técnicas y las mesas de concertación Cundinamarca le habla de tú a tú: propone, invierte recursos y está jalonando con la misma fuerza. Un ejemplo de ello es el proyecto del tren de cercanías y la ampliación de TransMilenio en Soacha.

SEMANA: El proyecto del tren de cercanías está planteado desde hace años, ¿esta vez sí será realidad?

J.E.R.: Este proyecto de 3,4 billones que tomamos desde el año 2016 muy en cierne, venía efectivamente de anteriores administraciones con muy buenas pretensiones pero cero capacidad de materialización. Nosotros lo convertimos en un proyecto estratégico de la nación, logrando el cierre financiero, estructurándolo técnica, jurídica y financieramente, y llevándolo a publicación de pliegos después de haber surtido más de 100 trámites entre viabilidades y licenciamientos. Desde el 15 de agosto estamos con publicación de pliegos en el Secop y el 21 de agosto fue la audiencia de aclaración de observaciones del pliego. Hay 34 empresas interesadas en participar, 10 nacionales y 24 extranjeras. Hemos recibido a la fecha alrededor de 58 observaciones al pliego que estamos estudiando con firmas estructuradoras para tener un proceso lo más apegado al cronograma inicial y así conseguir la adjudicación y firma del contrato antes de terminar el gobierno. Esperamos que el tren esté en movimiento en el primer semestre de 2024.

SEMANA: ¿Y la ampliación del TransMilenio en Soacha cuándo estará lista?

J.E.R.: Este también es un proyecto emblemático de casi un billón de pesos que estará listo en el segundo semestre de 2023 y permitirá movilizar 400.000 personas. Hoy se mueven 100.000 en cuatro estaciones y vamos a construir cinco estaciones adicionales, las más grandes del sistema. Adicionalmente las frecuencias de los vehículos se van a mejorar y la prestación del servicio garantizará una optimización que antes no teníamos y que era la queja permanente de los soachunos. Pero no solamente estamos pensando en un proyecto de movilidad sino de renovación urbana. Por eso hacia el sur adelantamos la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente entre Canoas y la calle 13, que va a permitir que Soacha se descongestione y tenga en las operaciones éxodo y retorno la posibilidad de no estar atascada ni secuestrada por el plan de manejo de tráfico. Esto también permitirá una reducción de minutos en los recorridos que es lo que más nos interesa. Estamos trabajando incansablemente para consolidar una serie de variantes en el norte que permitan movilizar mejor a la población. También estamos construyendo la troncal de Los Andes que está hoy en el 20 por ciento de avance en su ejecución y va a ser la nueva variante de Chía. Con ella se mejorarán los tiempos en los desplazamientos y será una variante para el transporte de carga que dejará de utilizar la avenida Pradilla, responsable de la congestión al interior del municipio. Este gobierno, sin embargo, no solo entrega obras. Hay un ejercicio de reconstrucción del tejido social y los mejores indicadores de reducción de la pobreza en el país.

SEMANA: ¿Como cuáles?

J.E.R.: El primero es el índice de pobreza monetaria. Cundinamarca es el departamento con menor pobreza monetaria de Colombia. El porcentaje nacional llega al 27 por ciento y nosotros estamos en el 16,4 por ciento. En cuanto a la pobreza multidimensional, que tiene en cuenta indicadores como educación, salud y vivienda; estamos en un segundo puesto después de San Andrés. Pero nuestra capacidad de territorio y cobertura lo hace más meritorio. En este índice estamos en el 11,5 mientras a nivel nacional la cifra es de 19,6. Y en indicador Gini, mediante el cual se establece la desigualdad en ingresos, Cundinamarca es el departamento menos desigual de Colombia. Hoy tenemos un indicador de 0,422 y el promedio nacional es de 0,517. Así que no es solamente el anuncio de las más de 6.000 obras que se están ejecutando, sino cómo estas se reflejan en el diario vivir de la gente.