Jorge Robledo vs. María del Rosario Guerra sobre la renuncia de Martínez a la Fiscalía

En el mundo político se esperaba una turbulencia con la decisión de la JEP frente a Jesús Santrich. No en vano, el caso del exmiembro del Secretariado de las Farc ha sido otro de los ejes del enfrentamiento entre la derecha y los defensores del acuerdo de paz. Néstor Humberto Martínez -quien renunció a la Fiscalía- estaba más en la postura de los primeros. Para los últimos, sin embargo, era evidente la necesidad de respetar a la JEP como columna vertebral del acuerdo de paz y legitimar sus decisiones para que el acuerdo de La Habana pueda concretarse. Martínez y los uribistas consideraban que, con la decisión de negar la extradición de Santrich, la Jurisdicción Especial de Paz estaba abriendo un precedente para que los desmovilizados que lleguen a cometer delitos relacionados con narcotráfico no sean castigados con penas efectivas.

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Más allá de las dudas que puedan existir frente a las pruebas de la extradición de Santrich, estas son algunas de las reacciones que han llamado la atención por parte de todas las corrientes políticas.

Como era de esperarse, el uribismo ha sido enfático en rodear al fiscal con el argumento de que la JEP es una justicia creada por el acuerdo para tener impunidad. El senador José Obdulio Gaviria usó palabras como “excrecencia” para referirse a la JEP y puso sobre el tapete una alternativa que siempre han ventilado los uribistas. Se trata de la idea de hacer una Asamblea Constituyente para reformar la estructura del Estado. En esa reforma estaría, por supuesto, la JEP.

En contraste, en los sectores defensores del acuerdo, la reacción fue celebrar la salida de Néstor Humberto Martínez argumentando que ha debido dejar el cargo previamente por otros motivos, relacionados con Odebrecht, más que por las circunstancias asociadas a la decisión de la JEP. Así mismo, insinúan que el Fiscal quiere sacar provecho político de la situación.

Para entender las dos posiciones, SEMANA hizo un cara a cara entre congresistas que representan polos opuestos. Por un lado, la senadora María del Rosario Guerra, figura clave del Centro Democrático. Por otro, Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, que ha sido el principal contradictor del Fiscal en el Congreso y quien le hizo el debate de control político que terminó dando lugar al nombramiento de un fiscal ad hoc en temas relacionados con ese caso.

¿Cómo interpreta la salida y los argumentos del fiscal?

Robledo: Debe ser un día de júbilo para Colombia, porque la lucha ciudadana contra la corrupción lo sacó de ahí. Primero, nunca lo debieron nombrar, todo el mundo sabe que él llegó allí engañando a la Corte Suprema de Justicia y ocultando que la plata de Odebrech y el Grupo Aval sonaba en sus bolsillos. Como es propio de él, entonces sale con la mentira de que lo hace por la decisión de la JEP, por supuesto que no, si él no tuviera los antecedentes que tiene no habría salido de ese cargo. Se presenta como un prócer y un abanderado de la honradez y la justicia. Mentira, él está defendiendo propósitos inconfesables, contrarios a los de la nación colombiana, porque todos sabemos que en este caso hay una injerencia extranjera absolutamente indebida, de los Estados Unidos.

Guerra: Actuó como debía ser. Tiene una responsabilidad muy importante en la lucha contra la criminalidad, el narcotráfico, la corrupción y estaba en una labor de cooperación con Estados Unidos sobre estos temas, entonces sí se le desconoce no le queda más que renunciar, lo cual lamento. Espero que realmente se acojan las objeciones a la JEP para dar claridad y evitar este tipo de circunstancias. Aquí no se puede decir que se está generando una cortina de humo para tapar temas del fiscal. Lo que pasó fue claro: la JEP prohíbe la extradiciión de Santrich, se extralimita, desconoce la petición de Estados Unidos y de la Fiscalía, envía el mensaje de que las Farc son intocables.

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¿Cómo queda la JEP después de la decisión de Santrich y la renuncia de Martínez, hay un choque institucional?

Robledo: La JEP actúa en derecho, porque le pide a la justicia norteamericana pruebas contra Santrich y no se las entregan. Pero Martínez es astuto, cuando él hace las cosas de esta manera consiguió el respaldo automático de todos partidarios de Duque, del Centro Democrático y de todos los envenenados con el proceso de paz. Otro engaño, a Martínez lo saca la corrupción, de la cual de una u otra manera fue partícipe.

Guerra: La decisión de la JEP sobre Santrich claramente sobrepasa su competencia, rompe con la cooperación internacional en materia de extradición y desconoce la documentación que presentó la Fiscalía. Lo más grave, se impone como si tuviera por encima de las demás instituciones del Estado. De ahí la importancia de las objeciones del presidente de la República que permitían esclarecer la responsabilidad de la Fiscalía en estos temas. Lo preveíamos porque los magistrados de la JEP no solo fueron elegidos por tribunales afectos a ellos, sino que en su gran mayoría son afectos también a este proceso.

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¿Tiene memoria de un ambiente político tan enrarecido?

Robledo: No, no tengo memoria y tengo que lamentarlo porque por ejemplo el debate sobre la decisión de la JEP debe darse en derecho. Pero lo están utilizando para hacerle un linchamiento a la JEP. Aquí llamo a los colombianos a la sensatez, una cosa es que se tengan diferencias con el fallo de una corte, y otra que la quieran destruir.

Guerra: En la época del proceso 8.000 fue un momento muy complejo porque recayó sobre un presidente en ejercicio. Lo mismo durante el gobierno del presidente Virgilio Barco, cuando hubo tantos ataques del narcotráfico al sistema judicial colombiano. Esto que estamos viviendo hoy es generado en gran medida por la misma justicia.

Vea el video en el que María Jimena Duzán analiza el tsunami político y judicial que produjo la renuncia del fiscal Néstor Humberto Martínez