ENTREVISTA

"Si Vargas Lleras quiere nuestro apoyo, tendrá que hacer un acto de contrición": José Obdulio Gaviria

El senador del Centro Democrático dice que Santos y las FARC son la misma fuerza política y asegura que Humberto de la Calle pretende que una comisión de verificación gobierne 12 años, con el acuerdo de paz con la guerrilla como faro constitucional.

13 de febrero de 2017
José Obdulio Gaviria, senador del Centro Democrático | Foto: Archivo Semana

El senador José Obdulio Gaviria consiguió poner con los nervios de punta a una persona que si por algo se ha distinguido, ha sido por su tranquilidad y paciencia: Humberto de la Calle. La advertencia de que si el Centro Democrático y las fuerzas del No llegaran a la presidencia en el 2018 cambiarían el acuerdo de paz provocó que el jefe negociador se alarmara y en un entrevista en El Tiempo, propusiera una coalición para derrotarlos en la primera vuelta.

Gaviria, en diálogo con Semana.com, explica los alcances de su afirmación, afirma que la Unidad Nacional está “postrada” y que sus resultados electorales serán catastróficos. Está convencido de que hoy la coalición del No es mayoritaria y dice que si la coalición del Sí excluye a Vargas Lleras, el vicepresidente tendría que someterse a una penitencia política y un acto de contrición para recibir el respaldo del uribismo.  

Semana.com: ¿Qué opinión le merece la propuesta de Humberto de la Calle de conformar una coalición para derrotar al Centro Democrático en la primera vuelta?

José Obdulio Gaviria: Coalición contra el país, más bien. El pueblo colombiano fue llamado a refrendar o no el acuerdo entre Timochenko y Santos, lo hizo en un plebiscito, y el plebiscito fue ganado por el No. Es decir el gobierno y Timochenko perdieron. Ahora pretenden decir que ese ‘No’ no existe y quieren que el acuerdo de paz, negado por el pueblo, sea un parámetro de interpretación de la implementación del mismo acuerdo. Y además durante 12 años de vigencia. Eso significa que todo el Estado, incluidos los organismos de control, tiene que cumplir de buena fe con lo que dice ese acuerdo. Eso es un ‘raponazo’ ideado por Humberto de la Calle, a quien le cabe el refrán de tras de ladrón, bufón. Roban al pueblo, deslegitiman su acto soberano y fuera de eso imponen un proyecto para convertir una norma de vigencia de 12 años, como referencia de interpretación. Eso es lo que está poniendo en peligro a este país.

Semana.com: ¿De verdad es posible que un futuro gobierno pueda tumbar el acuerdo de paz con las FARC?

J.O.G.: Todo lo que se refiera al acuerdo y esté reglado a la Ley 418 (Orden Público) tiene vigencia permanente y ninguna fuerza política lo pone en entredicho. Por ejemplo, la desmovilización, eso nadie lo puede poner en entredicho; la concentración, que es anterior a la desmovilización; los beneficios de una amnistía amplia y generosa a los delitos políticos, eso nadie lo pone en entredicho. Pero pretender que una comisión de verificación cogobierne Colombia durante 12 años, pretender la impunidad absoluta y la soberbia de tener que aceptar guerrilleros incursos en delitos de lesa humanidad simple y llanamente porque fue la voluntad de Timochenko y Santos, eso no tiene ninguna estabilidad jurídica. Que no nos venga a repetir De la Calle las argucias de Santos de que vamos a entrar en una guerra urbana, eso es carreta. Estamos hablando simplemente de una institucionalidad que ellos ponen patas arriba

Semana.com: Es decir, ¿si el uribismo a la Presidencia no significa que las FARC volverán a ser una organización armada?

J.O.G.: Ese es el sistema de argumentación de Santos. Para ganar el referendo dijo que habría una guerra urbana. Eso es falta de seriedad de Santos y del jefe negociador.

Semana.com: ¿Si llega el uribismo al poder no habrá participación política, jurisdicción especial de paz ni beneficios a los jefes guerrilleros?  

J.O.G.: Todo lo que sea ilegítimo, todo lo que se está haciendo en el fast track, todo lo que sea burla a la voluntad popular. Hay muchos miembros de las FARC que no tienen crímenes de lesa humanidad y crímenes atroces, todos los amnistiados quedan facultados a participar en política.

Semana.com: Entonces, ¿qué pasaría con la implementación?

J.O.G.: Lo mismo que pasó con la mano firme y el corazón grande de la política de paz de la seguridad democrática: 52.000 criminales se desmovilizaron, colectivamente los de las Autodefensas, individualmente de las FARC y del ELN, y su situación es legalizada y estable. Esa jugarreta política de convertir la Constitución colombiana en rey de burlas y que las 310 páginas de Timochenko y De la Calle se conviertan en el referente constitucional de este país no se puede admitir.

Semana.com: ¿La propuesta de De la Calle la interpreta como un gobierno de transición en el sentido de las palabras de Rodrigo Londoño, jefe de las FARC?

J.O.G.: Las FARC y Santos son la misma fuerza política y el escenario del 2018 tiende a la simplificación entre las fuerzas del No, que ganaron en las urnas, y las fuerzas del Sí. Es muy factible que ese sea el escenario. Y en ese sentido cada fuerza ordenará sus huestes para presentar un tiquete presidencial y vicepresidencial y sus cartas al Congreso.

Semana.com: ¿Qué opinión le merece que Humberto de la Calle, de momento, excluyera a Vargas Lleras de esa coalición por lo que llamó “su indiferencia al proceso de paz”?

J.O.G.: Siento que la mayoría de su partido (Cambio Radical) es sumamente dócil frente a Santos y frente a las FARC, en cuanto a la alianza creada para imponernos mediante el fast track las normas inauditas que están trayéndonos. Eso lo tendría que responder Vargas Lleras. Simplemente he notado que su partido apoyó y votó con fervor por el Sí, en consecuencia no está en nuestra coalición, que es mayoritaria.

Semana.com: Pero si en algún momento de cálculo, Vargas Lleras tuviera que pedir el respaldo del uribismo, ¿lo respaldarían?

J.O.G.: Le tocaría hacer un acto de contrición y pagar una penitencia política por haber cometido los errores que cometió cuando fue o silencioso, o solidario, o actor de un proceso que el país ve con espanto: el de convertir a las FARC, una organización terrorista de la peor catadura, en actor político en la sociedad colombiana.

Semana.com: ¿Y el Centro Democrático en qué situación se encuentra?

J.O.G.: El No es una fuerza más dinámica que la Unidad Nacional ,que está postrada. El sólo hecho de tener como líder a un personaje de la impopularidad de Santos ya hace que su posible presencia en las elecciones del 2018 sean catastróficas. En el Centro Democrático y las fuerzas del No lo que hay es fuerza, energía, vibración.  

Semana.com: ¿A pesar de que uno de sus precandidatos, Óscar Iván Zuluaga, el que ganó la primera vuelta en el 2014, parece tener enredado el camino con el asunto de Odebrecht?

J.O.G.: La única personificación de nuestra corriente política es Uribe, los candidatos abrevan en una ideología que él ha venido construyendo y formulando en muchos años. Gracias a Dios tenemos abiertas mil posibilidades. La dinámica del Centro Democrático y las fuerzas del No es arrolladora.