Jóvenes proponen reformar la Policía ante excesos de fuerza en manifestaciones

Cada vez que en Colombia la fuerza pública interviene durante manifestaciones y bloqueos y se denuncian excesos por parte de los uniformados, salta a la luz pública la regulación de la fuerza y la reforma a la Policía. En estas dos semanas, cuando el país enfrenta una de las protestas más duras en los últimos años, con más de 40 muertos y una cifra superior a los 400 heridos, un grupo de jóvenes defensores de derechos humanos impulsa el tema.

La campaña Defender la Libertad, organización que trabaja para denunciar detenciones arbitrarias, persecución judicial y la criminalización de la protesta social en Colombia, propone el desmonte del Esmad, un tema sensible que congresistas distantes a la Casa de Nariño han venido ambientando.

Luis Carlos Montenegro, integrante de esa institución, afirmó que no solo es necesario acabar con este grupo de la Policía, encargado de restablecer a través de la fuerza el orden ante desmanes y alternaciones de orden público, sino buscar el esclarecimiento, la justicia, reparación y no repetición de todas las víctimas de abuso y violencia policial.

“Sin ellos no se podrá transformar una entidad que necesita de manera urgente una transformación en su doctrina”, expresó.

Algunos de los jóvenes también proponen que la Policía no dependa exclusivamente del Ministerio de Defensa, es decir, devolverle su carácter civil.

La idea –según Daniela Buriticá, socióloga del Comité de Solidaridad de Presos Políticos– es que pase del Ministerio del Defensa al del Interior; en otras palabras, que los posibles excesos cometidos durante la prestación del servicio sean juzgados por la justicia ordinaria (Fiscalía General de la Nación) y no la justicia penal militar, de la que estiman no es imparcial ni efectiva a la hora de tomar decisiones frente a sus hombres.

“Debe existir una ruta de reparación integral a las víctimas de violencia policial que empiece por el acompañamiento psicosocial hasta la reparación jurídica, simbólica o económica”, expresó Buriticá.

Aunque el Gobierno actualmente trabaja en algunas reformas en la Policía, no está contemplada la eliminación del Esmad de la institución de seguridad. Según fuentes del Gobierno, los cambios permitirán que la institución –hoy con serios problemas de desconfianza ciudadana– sea más visible.

También se regularía el comportamiento del policía, mejoraría la tecnología, el control al manejo de armas y balística, entre otros. Desde la Casa de Nariño prometen elevar los estándares de derechos humanos y contacto con la ciudadanía por parte de cada uniformado.

Este martes, el congresista del Partido Liberal, Juan Carlos González, afirmó “que la manera como el Gobierno y la Policía han respondido ante las manifestaciones legítimas en Colombia se ha convertido en el fundamento de una reforma urgente a la Policía. Reforma que debe realizarse antes de que sigamos perdiendo más vidas en las calles de nuestro país”.

Por su parte, la representante a la Cámara María José Pizarro destacó que la reforma a la institución de seguridad “es inminente. No existe confianza ni credibilidad en una fuerza que desaparece ciudadanos, violenta sexualmente a las mujeres y asesina a manifestantes”. Por esto, se refirió a cuatro proyectos de ley que buscarían reformar a la fuerza pública y que a su juicio están “estancados en el Congreso”.

El senador Armando Benedetti afirmó que el primer paso antes de pensar en reformar a la Policía es excluirla de la justicia penal militar. “En la Constitución dice claramente que la Policía es una fuerza civil y, por ende, sus miembros deberían ser investigados y juzgados por la justicia ordinaria”.

El debate cada vez toma más fuerza. Y de las actuaciones policiales en las próximas manifestaciones dependerá en parte que se estudie con celeridad una de las tantas propuestas que cada vez parece tomar más fuerza.