Alrededor de la 1:00 a.m. de este martes, las autoridades confirmaron el rescate del cuerpo sin vida del estudiante Juan Esteban Cantor, quien quedó atrapado bajo los escombros del edificio Space en Medellín.
Este joven de 22 años era uno de los 11 desaparecidos tras el desplome de una edificación en el sector de El Poblado, el pasado sábado.
Cantor era estudiante de Comunicación Social en la universidad Eafit y había trabajado en Canal U y el periódico El Mundo. Desde que ocurrió la tragedia, sus familiares anunciaron la desaparición del joven y en las redes sociales se creó el hashtag #AguataCantor, como señal de solidaridad.
Sin embargo, las personas cercanas a él confirmaron en la noche del pasado lunes que el cuerpo hallado por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres era el de Cantor.
Horas después esta institución, coordinada por el cuerpo de bomberos de Medellín, hizo oficial el anuncio.
El joven estaba ingresando en carro al complejo residencial a la hora en la que ocurrió el colapso de la torre seis. En ese momento, las estructuras comenzaron a ceder y Cantor quedó atrapado bajo los escombros sin poder salir del automotor, mientras que el otro hombre que lo acompañaba logró salir del vehículo y sobrevivió.
Los restos de Cantor
habían sido localizados el pasado domingo por la tarde, pero las fuertes lluvias impidieron retirar unos escombros que lo cubrían y que dificultaron su identificación.
"Ya el cuerpo de socorro halló además de las prendas de vestir, los documentos de Juan Esteban, por lo que la Alcaldía de Medellín expresa sus más sinceras condolencias a familiares y amigos", dijo la burgomaestre encargada de la ciudad, Claudia Restrepo, en un comunicado.
Tras el derrumbe de ese sábado, 10 personas continúan desaparecidas y todavía no se han hecho públicas sus identidades. Sin embargo, se estima que nueve de ellos son trabajadores de la constructora y uno es vigilante del edificio.
Las autoridades buscan a esas personas, especialmente en tres sectores donde hay mayores probabilidades de que estén. “Con caninos identificamos otros puntos donde enfocaremos la búsqueda”, declaró el director encargado del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, Jaime Enrique Gómez.
Así mismo, se ordenó la destrucción controlada de la torre cinco por las afectaciones que sufrió luego del desplome de la edificación contigua.
Los 22 pisos de la torre que se desplomó habían sido evacuados el viernes pasado para reparar los terribles daños estructurales que presentaba la edificación, como grietas en una de las columnas y en numerosas paredes de la edificación.
Tras la evacuación de la torre, la constructora CDO, responsable del proyecto, emitió un comunicado en el que aseguraba que las grietas se debían a una “falla puntual” en el piso cuarto y que no había riesgo para el resto del edificio.
“No existe ningún peligro para el resto del edificio donde no se encontró falla estructural”, decía el comunicado que ya fue retirado de la página web de la constructora.
En el documento, CDO añadía que “la estructura de este edificio es hiperestática, quiere decir esto que, el sobreesfuerzo ocurrido es atendido por la totalidad de la estructura, lo cual la hace segura en caso de un incidente”.
A pesar de los dictámenes, el edificio la torre seis sucumbió horas después, llevándose por delante a los obreros que estaban en el lugar y sepultando a Juan Esteban Cantor.
Juan Esteban Cantor / Archivo particular.