NACIÓN
Juan Manuel Santos dice que relaciones con el presidente Ivan Duque “no son las mejores”, ¿por qué?
Santos le respondió a Timochenko y le dijo que no se hace muchas ilusiones de poder reunirse con el presidente.
En una audiencia ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Rodrigo Londoño, Timochenko, el exjefe de las FARC, afirmó que la extinta guerrilla tenía un plan para asesinar al expresidente Juan Manuel Santos al inicio de los diálogos de paz.
Londoño aseguró que al atentado finalmente no se llevó a cabo por decisión del entonces líder de la guerrilla, Alfonso Cano, quien consideró que no sería “ético” actuar en contra de una persona con la que se estaba dialogando: “Hubo debate frente al tema del atentado personal y lo que eso significaba, pero en últimas se tomó la decisión que no se iba a ejecutar, porque no sería ético actuar contra una persona con la cual en ese momento se estaba dialogando”.
En respuesta a esta revelación, el expresidente Santos afirmó en una carta publicada este jueves que un atentado en su contra no hubiese sido “antiético”. Santos le envió la carta a Londoño después de que el exjefe de las Farc y el actual líder del partido Comunes le pidiera hablar con el presidente Duque para hacer una defensa del Acuerdo de Paz.
La paz por encima de los partidos. Mi respuesta a la carta abierta de Rodrigo Londoño: https://t.co/pksrjV64XT pic.twitter.com/n37nBLUXAi
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) February 12, 2021
“No fue el único (atentado) y no hubiera sido “antiético”. Yo mismo impuse las reglas de juego, que ustedes aceptaron: negociamos en medio de la guerra como si no hubiera guerra, y seguimos en la guerra como si no hubiese negociación. La denominé la doctrina Rabin, porque así fue como negoció este gran primer ministro israelí la paz con Arafat, que por cierto le costó la vida”, señaló en la carta.
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Santos además reconoció que, durante las conversaciones, las FARC siempre pidieron un cese al fuego bilateral y él se negó con “el argumento de que al perro no lo capan dos veces”. “Les advertí que habría cese al fuego solo cuando llegáramos a acuerdos concretos. Y recuerdo que específicamente les dije que matarme a mí sería parte de las reglas de juego, y –por supuesto– viceversa. Por eso no hubiera sido antiético, pero agradezco el gesto”.
Además, manifestó que él no fue “tan magnánimo” como –asegura– lo fue la guerrilla al no atentar en su contra, ya que autorizó operaciones contra “todos los miembros de las FARC considerados objetivos de alto valor, incluyendo la de Alfonso Cano”, quien fue dado de baja en 2011.
“Más de treinta de sus comandantes fueron capturados o dados de baja. Contra usted nunca tuvimos la inteligencia suficiente, pero lo habría autorizado. Eran las reglas de la guerra, esa abominable guerra que en buena hora terminamos”, sostuvo.
En la parte final de la misiva, Santos aseguró que hubo un operativo contra un miembro del secretariado de las FARC que decidió no autorizar. “Algún día contaré de quién se trata y por qué. Pero mire cómo es la vida. Después de intentar matarnos durante tanto tiempo, ahora estamos juntos luchando por la paz. A veces parece más difícil, ¿no? Así como los combatí sin tregua ni cuartel, ahora defenderé sus vidas y los acuerdos a capa y espada”, subrayó.
En la carta enviada a Timochenko, Santos también respondió al pedido que le hizo el exjefe de las FARC para reunirse con el presidente Iván Duque para hablar sobre el Acuerdo de Paz.
El exmandatario se mostró dispuesto a un encuentro con su sucesor, pero afirmó que no se hace “ilusiones”. “Sería lo ideal, pero no me hago muchas ilusiones. Espero estar equivocado. Siempre he creído que cuando las circunstancias y la patria lo demanden, todos debemos dejar a un lado nuestras diferencias, prejuicios, posiciones partidistas y demás sentimientos que alimentan la polarización, para trabajar juntos por objetivos superiores. Es lo responsable. La paz es, sin duda, uno de esos objetivos. Así lo he repetido en sendas ocasiones. No tengo entonces problema alguno en tener esa reunión con el presidente. Lo haré con gusto”, dijo.
Además, reconoció que sus relaciones actuales con Duque “no son las mejores” y le hizo varias críticas al actual Gobierno: “Se ha dedicado a gobernar con un espejo retrovisor, pero un espejo de esos que distorsionan la imagen, de los que hacen ver a los flacos gordos y a los gordos flacos, y ha optado, extrañamente, por no mencionar mi nombre. En una especie de castigo orwelliano, o como una condena al estilo de los antiguos dioses de la mitología griega, para el presidente de la República este humilde servidor simple y llanamente no existe”, asegura.
El expresidente señaló así mismo que se ha puesto a disposición del Gobierno para colaborar en varias ocasiones, entre ellas tras la devastación causada por el huracán Iota en la isla de Providencia, pero no ha recibido respuesta.
“En el empalme me puse a su disposición. Más tarde ofrecí mi modesto concurso para enfrentar la catástrofe de la pandemia, hice ofertas concretas para ayudar a Providencia y por varias vías y en varios momentos propuse al presidente que uniera a los colombianos alrededor de la implementación de la paz, con lo que por demás está obligado legal y moralmente, y que yo sería el primero en poner mi granito de arena si se requiriera. Nunca hubo el más mínimo eco”, sostuvo.