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El revuelo que causaron las declaraciones de Juanita Goebertus sobre Uribe en La Tele Letal

La representante explicó a SEMANA el contexto en el que dijo esta frase sobre el Gobierno de Uribe: "puede tener miles de cuestionamientos sobre gravísimas violaciones a los derechos humanos, pero que las condiciones de seguridad, de protección a la ciudadanía, mejoraron son innegables".

20 de marzo de 2019
"Dicho así no más parece que yo hice un elogio a Uribe y no muestran la parte en la que también lo critiqué, y sobre todo además porque me estaban preguntando ellos, no porque yo quisiera elogiar, qué rescataba como bueno y qué decía como malo", afirmó Goebertus. | Foto: Tomada de Youtube

Esta semana la representante Juanita Goebertus fue la invitada del programa “La Tele Letal” del canal RedMás, dirigido por Martín de Francisco y Santiago Moure.

Durante el capítulo la congresista tuvo la oportunidad de hablar de temas como la moción de censura contra el ministro Alberto Carrasquilla, el voto en blanco en la segunda vuelta por la presidencia, en qué consisten las seis objeciones que hizo Iván Duque a la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz, entre otros temas.

Pero su estadía en el estudio le valió una lluvia de críticas a raíz de la respuesta que dio a este cuestionamiento: ¿Qué la une a usted con el uribismo y con la Colombia Humana? ¿Y qué la separa?

“Cualquier análisis estadístico va a demostrarles que las garantías de seguridad en el país en términos de número de homicidios, número de extorsiones, número de secuestros, se redujeron drásticamente entre el 2002 y el 2010. Nadie puede negar eso. Uno puede detestar a Uribe, puede tener miles de cuestionamientos sobre gravísimas violaciones a los derechos humanos, pero que las condiciones de seguridad, de protección a la ciudadanía, mejoraron son innegables”, afirmó Goebertus.

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Lo dicho por la congresista sobre las garantías de seguridad puede verse entre los minutos 31:35 y 42:35.

De inmediato, las redes se encendieron. Varios usuarios de Twitter desde entonces han publicado trinos criticando la posición expuesta por la congresista.

Frente a las críticas, la representante publicó un tuit en el que señala que “Entre 2002 y 2007 crecieron significativamente los falsos positivos y entre 2002 y 2018 se redujo de manera drástica la tasa nacional de homicidios. Ambas afirmaciones son factualmente ciertas. El fin no justifica los medios”, acompañado de gráficas.

SEMANA conversó con la congresista al respecto.

SEMANA: ¿Qué quiso decir con esa afirmación’

Juanita Goebertus (J.G.): Primero le doy un contexto. En el programa me preguntaron qué me parece bueno y qué me parece malo del gobierno Uribe y de la Colombia Humana. Y en la edición sacan lo que me parece malo de ambos y dejan solo lo que me parece bueno. Estoy tratando de conseguirlo para publicarlo. Ellos pueden tomar esa decisión. Yo estoy pidiendo la grabación del resto, la productora nos ha dicho que hoy en la tarde nos da razón porque eso es contenido inédito, dicen, entonces no han dado la autorización de entregarlo.

Dicho así no más parece que yo hice un elogio a Uribe y no muestran la parte en la que también lo critiqué, y sobre todo además porque me estaban preguntando ellos, no porque yo quisiera elogiar, qué rescataba como bueno y qué decía como malo.

¿Qué quise decir? Lo que dicen las cifras. Entre el 2002 y el 2010, por supuesto en el caso del gobierno Uribe, pero hasta el 2018 la tasa de homicidios se viene reduciendo. Pasa lo mismo con la tasa de secuestro, con el número de personas desaparecidas, hay un descenso estadístico de los principales hechos relacionados con secuestros, desapariciones. Eso desde un punto de vista de cifras de la violencia en el país, que se viene desescalando desde el 2002.

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Yo ahí mismo dije, y lo profundicé en la parte que no está en la grabación pública, fue uno, a un costo muy grave de los derechos humanos y lo dije en el trino que puse: de ninguna manera el fin justifica los medios y, más importante aún, critico plenamente que el gobierno Uribe haya puesto en marcha unos incentivos perversos que generaron gravísimas violaciones a los derechos humanos.

Explicaba en redes un contexto importante a tener en cuenta: yo de esto no es que tenga ni siquiera una opinión, es que yo trabajé en esto tres años, en defensa justamente para hacer las reformas al sector seguridad desde adentro del Ministerio de Defensa para ponerle el freno a los falsos positivos. Yo lideré el trabajo de sacar la primera política de derechos humanos, el primer manual de derecho operacional, las primeras reglas de enfrentamiento, la directiva que cambió cómo se medían los resultados operacionales que originalmente ponía las bajas en combate como el principal indicador de éxito y las transformamos para priorizar las desmovilizaciones y las capturas antes que las bajas. Yo en esto no he sido simplemente activista como de estar en contra de las violaciones a los derechos humanos, yo trabajé en esto y gracias a esto cambiamos las tendencias. Si usted mira las gráficas desde el 2007 arrancan a caer los falsos positivos hasta la fecha.

SEMANA: ¿Qué opina de que si bien las cifras en cuanto a seguridad ciudadana aumentaron en el período que menciona paralelamente sucedieron hechos como los falsos positivos?

J.G.: Lo reitero: el fin de ninguna manera justifica los medios, pero yo creo que un análisis serio de lo que sucedió durante esos años debe partir de la evidencia, y es que se puso en marcha una política básicamente fundada en capacidad militar y en capacidad policial y en muy bajita o casi nula capacidad de fortalecimiento del Estado en el territorio.

Cero capacidad de administrar justicia a nivel local, cero capacidad de llegar con vías terciarias, con educación, proveer salud, etc. Fue simplemente una política de seguridad sin capacidad de fortalecimiento del resto del Estado y de los servicios públicos en el territorio. De ahí que, pues sí, hay un fortalecimiento, insisto, que está demostrado en las cifras que se redujeron los homicidios, los secuestros, a un costo muy grave de violaciones a los derechos humanos y sin fortalecimiento de la capacidad del Estado en el territorio.

SEMANA: En algunos trinos de protesta señalan que con lo que afirmó podría pensarse que para usted la ciudadanía equivaldría solo a las personas que viven en las ciudades. ¿Qué opina al respecto?

J.G.: Es todo lo contrario. Si usted mira las estadísticas el grueso de esa tasa por ejemplo de secuestros sucedía en las zonas rurales. El grueso de la discusión justamente de dónde se estaban cometiendo los homicidios relacionados con la guerra está en las zonas rurales, en su momento.

Si algo he hecho en el Congreso es liderar la agenda rural. Parte de lo que hemos hecho en el Plan Nacional de Desarrollo es presentar proposiciones para que las metas del plan de desarrollo de reducción de analfabetismo, reducción de enfermedades de menores de 15 años, reducción de pobreza, etc., sí se apliquen a esas zonas rurales en particular a los 170 municipios más afectados por el conflicto, y no simplemente se bajen esas tasas a punta de las zonas urbanas, que es lo que históricamente nos ha pasado.

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SEMANA: Algunos afirman que con lo que dijo en el programa está omitiendo los hechos violentos. ¿Qué respuesta tiene frente a ello?

J.G.: No lo omití, en la versión que es pública digo “ahora, hubo gravísimas violaciones a los derechos humanos”. Pero además en el resto del video que no es público digo que a mí no me gusta la violación a la separación de poderes del gobierno de Uribe, no me gusta y no comparto su posición frente al Acuerdo de Paz, por supuesto que rechazo a los falsos positivos.

Pero a mí no me interesa decir que me descontextualizaron. Yo sostengo la frase como la dije, que es además cierta y es que coinciden al mismo tiempo gravísimas violaciones a los derechos humanos y reducción de la tasa de homicidios, secuestros, etc.

SEMANA: Frente a los comentarios que la califican como uribista, de derecha, o incluso de ultraderecha, ¿usted que tiene que decir?

J.G.: Yo soy una persona de centro, lo demuestra mi actuar en el Congreso de la República y mi vida pública, el hecho de que la que sí es la derecha y la extrema derecha me califiquen de guerrillera y de mamerta demuestra justamente que no estoy ahí, mi carrera política ha sido la defensa del Acuerdo de Paz, mi carrera técnica antes de ello ha estado ligada a la defensa de los derechos humanos y a la aplicación del derecho internacional humanitario, soy una convencida de que el incremento de la productividad tiene que estar dirigido a la reducción de la pobreza y la reducción de las desigualdades.