Juanita Gómez explica qué es y por qué la oposición se molestó tras la aprobación del Acuerdo de Escazú

Luego de conocerse la aprobación del Acuerdo de Escazú por parte del Congreso, no se hicieron esperar los pronunciamientos de la oposición, que no estuvo conforme en la manera como se ratificó este proyecto en el que Colombia ya había firmado.

Juanita Gómez explica de qué se trata este acuerdo ambiental internacional junto con los pros y los contras que sustentan quienes lo celebran y lo rechazan.

De acuerdo con Naciones Unidas, este acuerdo se realizó en Escazú, Costa Rica, el 4 de marzo de 2018, pero se firmó el 27 de septiembre del mismo año.

El texto íntegro del Acuerdo explica que el tratado “tiene por objetivo garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información ambiental”, que alineados con determinadas normativas, los miembros podrán participar en decisiones ambientales conjuntas, lo que compete a procesos judiciales ambientales. Brindando una protección a quienes defienden el medioambiente y promueven su desarrollo sostenible.

Es de mencionar que este Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe lo conforman 33 países, en donde se reúnen aspectos generales como:

1. Proteger a los defensores del medioambiente.
2. Participación de las comunidades en asuntos ambientales que generan afectaciones en los territorios.
3. Acceso gratuito y público a la información medioambiental, para que las personas conozcan sobre la calidad del aire y demás.
4. Garantizar los mecanismos para evitar vulneraciones de derechos en materia medioambiental o para exigir justicia si suceden.

La oposición tras la aprobación en el Congreso

Durante la ratificación de este proyecto, la oposición se pronunció alegando que la autonomía sobre el territorio colombiano no era la misma y que esto ponía en riesgo la soberanía del país.

Entre tanto, argumentó que la inversión y la producción de tierras podrían verse afectadas, y, asimismo, las licencias ambientales: “Luego de un minucioso estudio jurídico y político sobre el acuerdo, nuestra bancada encuentra que Escazú significa la pérdida de la soberanía de Colombia, por tratarse de un acuerdo que supone la prevalencia del derecho internacional sobre el orden interno”, señaló el Centro Democrático.

Fue tal el debate político sobre la participación de Colombia en este acuerdo ambiental que el representante a la Cámara por Santander, Óscar Villamizar, anunció una supuesta brujería, usada para que fuera aprobado este proyecto.

“¡Esto es el colmo! Con brujería quieren aprobar proyecto en el Congreso de la República. ¿Hasta dónde son capaces de llegar?”, publicó en su cuenta de Twitter.

“Presidente, yo le quiero pedir un favor, esto que acaba de decir el representante anterior no es un llamado de poca monta. Arriba están haciendo brujería en el Congreso. Podrán reírse, pero ya les paso las imágenes. Hay velas, muñecos, que están quemando en el tercer piso del Congreso de la República. Esto nunca lo habían hecho, y si les parece muy chistoso, suban ustedes y lo revisan. Pero yo creo que este no es el recinto para eso, así que presidente, yo le pido a usted el favor, como autoridad, o que retire la gente o que se comporte”, aseveró en una intervención dirigiéndose, al representante de la Cámara, David Racero.

Lo que respondieron los activistas

Los activistas no dudaron en rechazar el comentario del congresista argumentando que son “prácticas ancestrales que estamos tratando de recuperar”. Según ellos, la vela “representa la luz y la fuerza que queremos tener dentro de nuestro territorio”.

Y el muñeco que se observa en los videos que circulan en redes, es Ernesto Pérez, el famoso Frailejón, insignia de la conservación de páramos del país.