Nación
Aberrante: Juanita Gómez destapa cómo, presuntamente, funcionarios del Congreso, manipulan y abusan de sus subalternas
“Las mantienen así, con contraticos chiquitos. Esa fue la denuncia que me hicieron ellas”, aseguró Gustavo Bolívar.
En días pasados, en una entrevista en Vicky en SEMANA, el excongresista Gustavo Bolívar dio unas declaraciones que hasta el día de hoy siguen siendo comentadas, por lo graves que son. Entre ellas, la presunta red de tratas de mujeres, esclavas sexuales, que hay en el Congreso de la República. ¿Qué ocurre? Juanita Gómez se lo explica.
En conversación con la directora de SEMANA, Vicky Dávila, Bolívar confesó que por lo menos el 60 % de los congresistas del país tienen una relación con la mafia de la corrupción, haciendo énfasis que hasta algunos miembros del Pacto Histórico hacen parte de esto.
“En esta bancada sí podrá haber todo lo que hemos dicho, el tipo que hace una pendejada en un hotel, lo otro, pero corruptos, yo no veo, están esos dos o tres que le dije, que pueden estar haciendo negocios, yo no veo a los demás”, aseguró Bolívar.
Además, en el diálogo también se refirió al representante a la Cámara, Agmeth Escaf, sobre el presidente al Senado, Roy Barreras, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, entre otros, pero lo que más llamó la atención en dicha entrevista fueron las declaraciones que hizo sobre una presunta red de trata de mujeres en el Capitolio, en donde estarían involucradas seis personas, entre senadores y otros funcionarios.
“Uno empieza a ver que hay muchas niñas bonitas en diferentes ramas. Estoy contándole denuncias que me hicieron ellas en mi oficina. Mi secretaria está de testigo. Ella fue la que me dijo que había unas niñas que querían hablar conmigo. Yo le dije: claro, las escucho. Para poderlas esclavizar sexualmente, les hacían contratos de dos o tres meses. Es más fácil para que vuelvan a estar con ellos que si los contratos se los hacen por un año. Las mantienen así, con contraticos chiquitos. Esa fue la denuncia que me hicieron ellas”, dijo, asegurando que las víctimas no han querido pronunciarse por temor.
“Yo se lo conté a varias personas, pero el problema es que ellas no han querido dar públicamente la cara, porque están casadas. El esposo no sabe lo que les toca hacer; a otras les da miedo que el novio las deje; otras tienen el temor de que no les vuelvan a dar empleo en ningún lado. Es terrible lo que pasa con la mujer y no solo en el Congreso, sino también en otras instancias de poder. El abuso hacia la mujer es bárbaro”, expresó.
Juanita Gómez le explica lo que ocurre
“Cuando hablamos de acoso y de abuso sexual, la realidad es que la justicia, en su mayoría, es para los acosadores y los abusadores, y no para las víctimas”, puntualiza Juanita Gómez, quien explica que luego de dichas declaraciones, SEMANA ha recibido “decenas de testimonios de víctimas, que hoy en especial tienen miedo, miedo de que no se les crea y de que haya una persecución judicial”.
Entre los involucrados “hay un senador muy poderoso que todos conocemos, tres excongresistas de la costa y dos representantes a la Cámara”, señala la periodista, quien describe cómo es que se presentan estos tipos de agresiones sexuales.
“Comienzan con insinuaciones y después vienen las amenazas y el acoso. Hay un claro control de poder: son hombres poderosos, manipulando y abusando de sus subalternas. Las chantajean con los puestos y con el ‘usted no sabe quién soy yo’”, precisa.
Sin embargo, al excongresista, después de dichas denuncias, “le están exigiendo pruebas de acoso y de abusos que muchas veces no quedan grabados ni registrados. Es como si a mí vienen y me acosan en un ascensor y me culpan a mí porque no grabé”, concluye.