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Juanito, el panadero ciego que se convirtió en ejemplo de resocialización en las cárceles de Colombia
En la cárcel de Acacías, Meta, un privado de la libertad demuestra que los barrotes no son impedimento para superarse.
“Fui más efectivo de lo que ellos pensaban”, dijo Juan, un privado de la libertad que en la cárcel de Acacías en el departamento del Meta, se convirtió en ejemplo de superación. Juan es ciego y ahora trabaja como ayudante en la enorme sección de lácteos y panadería que al mismo tiempo se convierte en una fábrica que transforma vidas.
Juan lleva 12 años en la cárcel y tras su llegada a Acacías, una guardiana se “arriesgó” a incluirlo en el programa de resocialización en la panadería y su desempeño fue sobresaliente, tanto que ahora trabaja todos los días en distintas labores que otros, a pesar de ver, no lograron completar.
Juan, el privado de la libertad ciego, que se convirtió en el panadero de la cárcel de Acacías en el Meta. Es ejemplo de resocialización del Inpec y cuenta cómo fue todo el proceso para pasar de la celda al horno. https://t.co/if1kX8qDUN pic.twitter.com/Kg3ZdA31du
— Revista Semana (@RevistaSemana) October 10, 2024
“Moldeo, corto, empaco, lo más fácil que es lavar y seleccionar los elementos y herramientas que se necesitan. Llevo mes y medio aproximadamente, todo ha sido excelente porque es una oportunidad que nos dan a personas con discapacidad visual, como la vida. No había tenido, en dos años de reclusión, una oportunidad como esta”, dijo Juan.
SEMANA llegó a la cárcel de Acacías, considerada un ejemplo para el resto de centros penitenciarios del país. Allí estaba Juan, con su vestido blanco, gorro y frente a la mesa de mezclado. Se veía como un panadero normal, concentrado con su trabajo, hasta que saca de la pretina de su pantalón un bastón que se pliega o extiende para acompañarlo a caminar.
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Se mueve por la cocina con destreza, sabe dónde está cada máquina, que se necesita, que requieren sus compañeros. Está en la cárcel, pero está feliz. Aprendiendo, ayudando en el proceso de resocialización de otros privados de la libertad, siendo ejemplo de superación tras las rejas.
“La guardiana Paola Rey fue la que dijo: yo me arriesgo, bueno, no me arriesgo, sino que le doy la oportunidad porque se dio cuenta de que yo tenía la capacidad y posibilidad de desempeñarme igual y en algunas labores superiores a muchas personas”, dijo Juan en diálogo con SEMANA.
Sin duda, lo hecho por Juan en la cárcel, empezó a motivar a otros privados de la libertad para buscar alternativas en su resocialización. Es alegre e invita a confiar en las opciones que ofrece el Inpec para convertir a privados de la libertad en bachilleres y técnicos, que solo esperan una oportunidad cuando salgan de la cárcel.
En el evento Renacer, una campaña de resocialización que lanzó el Inpec, Juan se convirtió en protagonista. Estuvo al lado de la ministra de justicia, Ángela María Buitrago, y el director del Inpec, el coronel Daniel Gutiérrez, como el ejemplo de superación y desarrollo, incluso tras las rejas.