INFRAESTRUCTURA

La ‘platica’ perdida en los Juegos Nacionales en Quibdó

La Contraloría General encontró un posible detrimento patrimonial de 9.942 millones de pesos, pues -entre otros- se compraron predios que nunca se usaron.

28 de junio de 2016
Der: los dos lotes que compraron y nunca utilizaron. | Foto: Archivo particular

Definitivamente Chocó no aprovechó la oportunidad que tuvo de lucirse en los Juegos Nacionales en noviembre del año pasado. No solo porque casi no alcanzan a terminar de construir los escenarios deportivos para las justas, sino por las deficiencias que fueron evidentes en las construcciones. (Estas fueron las goteras que opacaron los Juegos Nacionales en Quibdó). 

El coliseo cubierto de la capital, por ejemplo, quedó mal parado con el primer fuerte aguacero, que dejó en evidencia los puntos débiles de la edificación. Cuando se disputaban las primeras pruebas clasificatorias de levantamiento de pesas, los deportistas se vieron sorprendidos cuando enormes goteras a caer cerca de la zona de levantamientos.

Ese se día los jueces estaban sentados justo debajo de las goteras, y no tuvieron más remedio que refugiarse bajo paraguas. Incluso, algunos miembros de la organización contaron que la lluvia entró por los baños, la zona mixta de la prensa, el sitio de masajes y la zona de precalentamiento.

Y aunque esto ya es vergonzoso, hay otras cosas que tienen aún más preocupadas a las autoridades. Este martes, la Contraloría reveló que los Juegos Nacionales en Quibdó habría ocasionado un daño patrimonial de 9.942 millones de pesos.

El caso, que fue denominado por el organismo como un “Elefante blanco”, se dio por los pagos con los recursos del Sistema General de Regalías (SGR) para comprar dos lotes donde supuestamente estarían ubicados los escenarios deportivos y contratar los diseños. El gran lío es que la obra nunca se ejecutó y estos terrenos no cuentan, siquiera, con disponibilidad de servicios públicos.

Entonces, el estadio de atletismo, el complejo de piscinas, los coliseos menor, multideportivo y mayor, el estadio de fútbol y la unidad administrativa y el centro biomédico quedaron solo en el papel. De sus construcciones, al parecer, no hay ni un ladrillo.

Para la Contraloría el daño es claro. Aunque se compraron los predios (uno por 2.000 millones de pesos y el otro por 1.400 millones) y se pagaron los diseños (6.542 millones de pesos) no se cumplió el fin social que se pretendía.

“Esto en razón a que los predios adquiridos no prestan ninguna utilidad al proyecto y los estudios y diseños no fueron desarrollados. (…) En general, no se cumplió con los objetivos que justificaron el proyecto, por cuanto no se garantizó ‘la participación digna del municipio de Quibdó en los Juegos Nacionales’, no fue posible contar con la infraestructura necesaria para realizar este evento y no se logró el desarrollo urbano de la ciudad que se argumentó al presentar el proyecto”, manifestó el organismo de control.

La Contraloría calificó la decisión de comprar esos lotes como “antieconómica”, pues hubo –según la entidad- una inadecuada selección de predios. ¿Por qué? Primero, porque fueron comprados como urbanos cuando no lo eran. También, porque no tenía los requisitos necesarios para el tipo de infraestructura que se iba a construir.

Y por último, el organismo asegura que el municipio de Quibdó sabía que la ubicación de los predios no era favorable para el proyecto y esa área no podía ser dotada de servicios públicos.