Nación
Jugadora de la selección de balonmano de Yumbo, perdió sus manos en un incendio
La joven de 16 años se adapta a su nueva realidad y desea poder usar prótesis que le sirvan para regresar a la cancha, pero necesita los recursos.
Karol Michell Bastidas Ricaurte es una adolescente de 16 años que cursa grado once, es miembro de la selección de Balonmano de Yumbo (Valle del Cauca) y su pasión por ese deporte la llevó a pertenecer a la liga del Valle. Su gusto por el mismo empezó hace seis años, según cuenta su madre, cuando ella cursaba apenas 5° y los profesores abrieron la convocatoria.
Con el tiempo, Karol empezó a ver que le gustaba mucho y que le iba tomando cariño a estar en la cancha, pero como “era muy bajita”, decidió seguir entrenando fuertemente y sin descanso, hasta que a los 12 años la llevaron a competir en Barranquilla, desde entonces empezó a asistir a diferentes torneos en los que representaba, junto al equipo, a su municipio y su departamento, y de los cuales se trajo más de tres medallas.
Claudia Ricaurte, su madre, aseguró en diálogo con SEMANA que Karol “ya lleva varios años en los diferentes campeonatos, ella iba a entrenar, a estudiar y viajaba cuando había entreno, porque le quedaba lejos” el lugar en donde practicaba el equipo.
Hasta que, sin saberlo, el 22 de mayo se convertiría en un día que cambiaría para siempre su vida, pues en medio de un trasteo en su propia casa, cuando se mudaba a un apartaestudio que le hizo su madre en el tercer piso de la vivienda, un repentino hecho generó una descarga eléctrica que desencadenó en un incendio.
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“Mientras pasábamos las cosas, los muebles, la cama, un cortinero desde el segundo piso, por las escaleras, se atascó una cuerda primaria. Ella (Karol) estaba en la parte de arriba y en la descarga sufrió quemaduras de segundo y tercer grado. Yo intenté ayudarla, y me pasó a mí también”, comentó su madre.
Ambas sufrieron quemaduras, así que fueron llevadas inmediatamente al hospital de Yumbo, en donde recibieron los primeros auxilios que brindan a las personas con quemaduras, pero debido a la gravedad de las heridas de Karol, la llevan al Hospital Departamental en donde ingresó a cirugía en sus manos, pues las tenía “como entumecidas”.
La joven tenía, además, las manos pegadas, por lo que le hicieron una nueva cirugía, y permaneció en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) tres días inconsciente y entubada, hasta que después abrió sus ojos y la pasaron a una habitación. Sin embargo, le dejaron las heridas abiertas, porque tenían que mirar el tejido y cerciorarse del estado del nervio, para que tuviera movilidad.
Con cada intervención las manos no respondían, así que le hacían más y más exámenes y evaluaban la opinión de más médicos, hasta que luego de un tiempo “se llega a la conclusión de cortarle las manitos, la noticia es bastante fuerte y nos piden dos semanas para ir preparándola mentalmente”, expresó la madre de la menor.
Y es que no es para menos, pues se trata de una jugadora de Balonmano, de la selección; es cortar la herramienta de trabajo a una deportista destacada. Así las cosas, estaban esperando que las heridas abiertas cicatrizaran para tomarle puntos en los muñones, pero su recuperación se dificultaba por una herida en la espalda, por la que le pusieron un aparato, debido a que las quemaduras fueron de tercer grado.
A Karol la invaden las dudas, pasaba tiempo preguntándose ¿qué va a pasar?, si podría estudiar o graduarse, o si podría seguir entrenando, por lo que empieza un tratamiento en psicología y entiende que “aun si me las amputan y puedo seguir con mi vida, ya es ganancia”, dijo la deportista a su madre.
Entre tanto, Karol, con sus 16 años, en medio de un proceso difícil, está con la mejor actitud, “viendo lo bonito de la vida, pegada de Dios que nos ha fortalecido y quiere ser ejemplo para otras personas y otros niños”, afirmó su mamá a SEMANA.
En el camino ha tenido que ser sometida a varias cirugías e injertos, “le injertaron la pierna” y el papá, al enterarse del accidente, estaba en shock, “no hablaba, no opinaba, no decía nada, no lo asimiló, hasta que la niña tomó esa actitud y dijo: ‘Si mi hija está así -con buena actitud- que es la afectada’, pues cambió su actitud y ya ve las cosas diferente, porque estaba muy cerrado en el tema, no consentía hablar del tema con los médicos, cirujanos”, manifestó Claudia.
Agregó que el entrenador, los profesores, los compañeros estaban aterrados porque pensaron que se trataba de un incidente más, pero “pasaron los días y ya no salíamos; una, dos, tres semanas, y empezaron a preguntarse qué fue lo tan grave que les pasó, incluso había un torneo y una propuesta para ir a México, y estaban trabajando por poder ir. Pero al enterarse que había sido una descarga muy fuerte con alto voltaje, todo el mundo estuvo llamando y escribiéndonos”.
Claudia afirmó que han recibido la solidaridad de muchas personas en el municipio, pues sus vecinos y la comunidad educativa (profesores, directivas, estudiantes) han colaborado para la consecución de recursos, pues para poder asistir a las terapias que requiere Karen y su madre por la gravedad de las quemaduras, necesitan movilizarse varias veces en la semana y se van muchos más gastos de los presupuestados.
En el colegio de Karol se han hecho jean day´s, aportan mil pesos por estudiante, “en el barrio se han hecho varias frijoladas, venta de otros productos, rifas relámpago, y diferentes actividades en otros colegios; incluso se le ha solicitado al secretario de educación de Yumbo, para ver si nos dan posibilidad, de hacer otro jean day, uno en la mañana y uno en la tarde”, según Claudia.
Entre sus planes estaba graduarse, ir a la excursión con sus compañeros, sacar un buen puntaje en el Icfes. “Ella quiere estudiar fonoaudiología, por lo que había mirado en la Universidad del Valle, y la Universidad Santiago de Cali, para mirar la opción, lo económico, y dependiendo del puntaje del Icfes, evaluar opciones para poder financiar la carrera”, afirmó su progenitora.
La EPS le provee una prótesis de combate (garfio), pero también hay en 5D o 3D, aunque también están otras que son personalizadas, que tienen opciones para realizar movimientos y diferentes funciones, “pero nos toca esperar la fórmula, primero tiene que coger fuerza y que le digan que es apta para las prótesis más avanzadas”, aseguró a SEMANA.
El proceso médico va por etapas de corto y largo plazo; también hay que esperar a que se cure de la espalda con buena cicatrización, las terapias le ayudan mucho con el movimiento del lado derecho, más que todo porque el izquierdo lo maneja muy bien.
Una prótesis cuesta más de 30 millones de pesos, “solo una, esperamos que tan pronto se recupere ya tengamos la fórmula, para mandar a hacer las pruebas y decir, tenemos esto, separémosla o miremos qué hacemos”, por lo que están reuniendo fondos para poder darle a Karol, las prótesis que le permitan volver a la cancha.
Quienes deseen apoyar a la deportista y su familia pueden enviar sus ayudas económicas a través de la cuenta 032-135527-34 de Bancolombia a la mano, que está a nombre de Claudia Ricaurte.