Entrevista
“Jugaron con los sueños y la cuchara”: Yuberjen Martínez habla del “robo” en Tokio
Yuberjen Martínez ilusionó a Colombia con una medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero los jueces del combate con Ryomei Tanaka acabaron esos sueños al elegirlo injustamente como perdedor. En diálogo con SEMANA, cuenta lo que ha vivido.
SEMANA: Después de volver a la calma en estos días, ¿qué puede contar de lo que sucedió?
Yuberjen Martínez: Estoy más tranquilo, porque, la verdad, solo he llorado. Cada vez que veo un video, recuerdo ese momento tan doloroso cuando dieron ganador a Tanaka. No sé qué estarían viendo los jueces. En el combate di los mejores golpes, o sea, en ningún momento me sentí perdedor. Además, en ocasiones él ya no tiraba golpes, porque había recibido muchos de mi parte.
SEMANA: El Comité Olímpico Japonés dijo que Tanaka estaba cansado por el corte de peso y no por los golpes que usted le propinó. ¿Qué pensó?
Y.M.: Creo que estaban buscando cualquier clase de excusa para justificar ese error de los jueces. En la pelea siguiente, él no hizo nada, al contrario, el filipino lo que hizo fue caerle a golpes; ni respondió, porque ya estaba molido de la golpiza que yo le había dado. Y eso que tuvo varios días para recuperarse.
SEMANA: ¿La derrota de Tanaka con el filipino Carlo Paalam fue su revancha y la de todos los colombianos?
Y.M.: Sí, yo pienso que Dios actúa en los momentos justos, hubo justicia divina. Sin desearle el mal a ninguno de los contrincantes ni participantes, pero, bueno, Dios es el único que sabe cómo juzgar. En este caso, Dios mandó su veredicto.
SEMANA: ¿Por qué cree que los jueces favorecieron al japonés Tanaka?
Y.M.: Creo que la localía fue factor primordial. Muchas personas me preguntaron si a los jueces les habían dado algo. No quiero especular. No sé qué pelea vieron los jueces, si estarían en TikTok o YouTube, porque, si la hubieran visto, yo era el ganador.
SEMANA: ¿Qué piensa de todas las reacciones que provocó la injusticia que se vio en el ring?
Y.M.: Los colombianos somos personas que nos gusta la justicia, porque, de igual manera, si hubiera perdido, pues, normal, hubiera aceptado. La mayor satisfacción es que lo di todo. El mundo entero pudo apreciar la clase de combate que ofrecí con el rival de Japón. Los colombianos han sido muy justos, muy solidarios, y eso ha sido un poco lo que me ha levantado el ánimo.
SEMANA: ¿Creía en la demanda para ganar la pelea?
Y.M.: Sí, claro. La esperanza es lo último que se pierde. Incluso, con los abogados estuvimos en la reunión y expusimos el caso, que vieran también el sacrificio que nosotros los deportistas hacemos. Nos levantamos todos los días a las cinco de la mañana para el primer entrenamiento. También que se pusieran la mano en el corazón, porque yo tengo familia, tengo hijos, mi mamá, todos en la familia dependen de lo que devengo yo. Estaban jugando con los sueños y la cuchara de toda una familia.
SEMANA: ¿Cree que lo que pasó con Ceiber Ávila en Río 2016, cuando los jueces también le ‘robaron’ el combate, y lo suyo en Tokio 2020 es casualidad?
Y.M.: Hablo de mi caso y deportivamente. Me tocaría matar al otro para que puedan verme como ganador, porque no están apreciando el juzgamiento. En el caso de mi compañero, hace cinco años en Río, también vivió la injusticia que se le presentó. Yo pienso que quieren jugar con los sueños de un país, y, más allá, es jugar con el tiempo y la preparación de nosotros, porque nos preparamos para ganar.
SEMANA: ¿Qué pensaba hacer con la plata de la medalla?
Y.M.: Tenía muchos planes. Estaba pensando en crear una corporación para ayudar a los niños, que son el futuro del país. Además, tenía pensado comprar un apartamento para mis hijos, porque lo que más quiero es verlos felices. Les voy a contar una anécdota: estaba hablando con la mamá de mi hijo y me decía que yo todo el tiempo estoy por fuera, que mi hijo me busca, y me dijo que “a la final tú buscas el dinero para que tus hijos estén bien y al final lo que le falta sos vos”. Yo entreno tres veces al día, en lo que más pienso es en mi mamá y en mis hijos, y no los estoy viendo crecer. Entonces, es algo muy doloroso. Es el sacrificio que hacemos los deportistas para salir adelante, para representar a todo un país, y duele que unos jueces desbaraten todo tus sueños.
SEMANA: Cuáles son sus orígenes y esas ilusiones…
Y.M.: Soy de Turbo (Antioquia), criado en Chigorodó, pero yo conocí este maravilloso deporte en el municipio de Arboletes y allí fueron mis primeros pasos en el boxeo.
SEMANA: Y cómo es su familia…
Y.M.: Somos siete hermanos, dos mujeres y cinco hombres. Prácticamente, yo estoy velando por todos ellos y estamos viviendo en una zona muy riesgosa, como lo es Turbo. Lo poquito que me gano lo devengo para todos ellos y para mis dos hijos. No es fácil todo lo que me ha tocado vivir.
SEMANA: ¿Qué le han dicho sus hijos?
Y.M.: Están pequeños, pero me llena mucho de emoción al oírlos decir “papá” cada vez que me ven competir; es algo maravilloso para que ellos cuando crezcan puedan sentirse orgullosos de todo lo que hacía su padre.
SEMANA: Yuberjén, ¿ya tiene casa propia?
Y.M.: No, aún no. Cumplí un sueño maravilloso que fue darle una casa a mi madre en Chigorodó, pero yo no tengo vivienda.
SEMANA: ¿Qué piensa de la iniciativa de Mariana Pajón, porque ya se han reunido más de 30 millones de pesos?
Y.M.: Yo quiero agradecerle a Dios, también a Mariana por ese gesto tan noble, por esa iniciativa. Ella me dijo: “Yuber, hagamos esto, porque, como no se te dieron las cosas en Japón, sería bueno que toda Colombia se uniera”. Yo pienso que es una forma de recompensa por todo el esfuerzo y todas las cosas que hacemos para hacerlos sentir a todos ustedes orgullosos de nosotros y demostrarle al mundo que Colombia lo puede todo.
SEMANA: ¿Qué pasó el día del video viral en el que usted sale cantando y diciendo groserías?
Y.M.: Estuvimos ahí, no sé si vieron el video que compartí y luego se hizo viral. Estábamos jugando dominó, perdí, y estábamos poniendo música en la habitación, y dije: “No, yo no gano ni siquiera una partida de dominó”, y, entonces, quedé grabado. Aclaro que no estábamos tomando, malinterpretaron el video. Allá no dejan ingresar licor, ya que hay una seguridad bastante fuerte. Estábamos jugando y salió ese video, y la gente lo tomó a mal, pero estaba cansado y no es fácil, porque había llorado mucho.
Todos compartimos la tusa de Yuberjen,cierto?. pic.twitter.com/rmjLTXrro9
— Harold (@habumo081) August 3, 2021
SEMANA: ¿Con quién estaba el día del famoso video del madrazo a los jueces?
Y.M.: Estábamos con Caterine Ibargüen, Mauricio Ortega, José Luis Vivas, entre otros. Estábamos jugando dominó.
SEMANA: ¿Qué viene para usted, tiene la mirada puesta en París 2024?
Y.M.: Es algo que hay que tomarlo con calma. He estado pensando en el profesionalismo. Tenemos los ojos puestos en París, tocaría hablar con la empresa en Estados Unidos para que eso se dé. Cuento con el apoyo de mis entrenadores, de mi entrenador Rafael Iznaga, que es el entrenador número uno de Colombia. Estamos pensando en el Continental, que es en mes y medio en Barranquilla.
SEMANA: El Comité Olímpico Colombiano dice que no puede darle el dinero. ¿Qué piensa de eso?
Y.M.: No sé bajo qué régimen se toman las decisiones, pero, bueno, ellos sabrán lo que hacen. Dejemos todo en manos de Dios.
SEMANA: Yuber, un mensaje para Colombia.
Y.M.: Gracias por todo. Sé que me han estado apoyando y eso me ha ayudado a subir el ánimo. Muchas gracias, Colombia, por estar aquí conmigo.