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Julián Bedoya | Foto: REVISTA SEMANA

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Julián Bedoya, senador al que le “quitaron” el título por tramposo, seguirá investigado por la Corte

El proceso lo adelanta la sala de instrucción. La polémica se dio luego que se hiciera público que la Universidad de Medellín cometió irregularidades para otorgarle el título de abogado.

23 de marzo de 2022

A Julián Bedoya le “quitaron” su título por supuestamente incurrir en trampa para graduarse como abogado. Bedoya dice que es una persecución. Sin embargo, sus excusas y explicaciones no han sido suficientes para que la Corte Suprema no lo siga investigando.

“Al resolver la situación jurídica del senador Julián Bedoya por irregularidades para recibir su título de abogado, la Sala de Instrucción continuará investigación por falsedad en documento privado, falsedad en documento público y fraude procesal. Sin embargo, se abstuvo de imponer medida de aseguramiento”. De esta manera, comunicó la Corte Suprema la decisión de continuar el proceso en su contra.

El escándalo que hoy tiene a Bedoya dando explicaciones no es un asunto menor. El “florero de Llorente” del caso fue la presentación de tres de los cinco exámenes preparatorios. No es habitual que una persona presente en una misma fecha o en una semana tres preparatorios, tal y como lo hizo Bedoya con las pruebas de Penal, Civil II y Político, que figuran como practicados el 23 de noviembre de 2018, con un nivel de éxito del 100 %.

Cabe recordar que en abril de 2021, el senador Julián Bedoya, del Partido Liberal, fue citado a indagatoria luego de que la Universidad de Medellín tomara la decisión de retirar su título universitario de abogado después de examinar la forma como se graduó y detectar presuntas irregularidades. El magistrado César Reyes, ponente del denominado Caso Uribe, es el investigador que adelanta las pesquisas por este caso.

Y es que las inconsistencias en la obtención del título ya habían sido evidenciadas por el Ministerio de Educación hace unos meses, que en un informe señaló puntualmente que “existen indicios que permiten concluir que presuntamente la Universidad de Medellín otorgó el título de abogado al señor Julián Bedoya Pulgarín, sin el cumplimiento de los requisitos exigidos en las normas internas de la institución”.

En otras palabras, según el informe del Ministerio de Educación, duró 17 años para culminar su pregrado de derecho. Inició estudios en enero de 2001 y se graduó en febrero de 2019.

Pero no solo eso. El senador ha tenido que explicar cómo pudo realizar las pruebas de Estado Saber Pro del Icfes, requisito para graduarse, sin haber terminado seis exámenes de suficiencia con los cuales aprobó igual número de materias.

El congresista Julián Bedoya empezó sus estudios en 2001, estuvo matriculado hasta diciembre de 2002, que es el momento en el que se retiró. Posteriormente se le conmutó la sanción y continuó matriculado desde enero hasta diciembre de 2003, cuando nuevamente tuvo retiro académico, momento en el que iba en el segundo año de carrera. Tras eso, otra vez se le conmutó la sanción y siguió matriculado desde enero de 2004 hasta mayo de 2007, cursando el quinto año, cuando al igual que en las ocasiones pasadas solicitó la cancelación de la matrícula.

Reingresó a la Universidad en enero de 2008 y estuvo matriculado hasta octubre del mismo año para cursar el quinto año del programa; sin embargo, solicitó la cancelación de la matrícula. Volvió a matricularse en enero de 2009 y estuvo cursando el quinto año de carrera hasta octubre del mismo año, cuando, nuevamente, solicitó la cancelación de matrícula.

Y es que el congresista presentó al menos 10 exámenes de suficiencia, algo poco común, pero legal. Lo peculiar fue su asombroso rendimiento: presentó 7 de las 10 pruebas en apenas dos días, todas con calificaciones destacadas. Su desempeño fue tan bueno como el de una máquina. Además, tres de los cinco exámenes preparatorios los hizo en un mismo día, con un rendimiento del 100 %. Todo esto quedó consignado en un informe de una auditoría que hizo el Ministerio de Educación.

Bedoya ya ha insistido en que no hubo irregularidad: “Esto solo evidencia que la resolución antes mencionada es un acto más de persecución producto de las luchas de poder al interior de la Universidad de Medellín, en las que el nombre de Julián Bedoya ha sido utilizado como un “caballito de batalla”. Esta circunstancia ya ha sido denunciada formalmente ante las autoridades, quienes adelantan las investigaciones de rigor”, dijo en su momento a través de un comunicado.