POLÍTICA
Karen Abudinen: su suerte en la moción de censura es incierta
El gobierno tiene un as bajo la manga que podría quitarle peso a la moción de censura. De lo contrario, el escenario sería complejo para la ministra. Defenderla, en medio de las elecciones, no es tan sencillo.
El próximo 3 de septiembre, el gobierno del presidente Iván Duque enfrenta la tercera moción de censura contra uno de sus ministros. En esta oportunidad se trata de Karen Abudinen, la ministra de las TIC, cuestionada por un polémico contrato para llevar internet a las zonas apartadas con la Unión Temporal Centros Pobladores. El anticipo por 70.000 millones de pesos está embolatado y el Congreso decidirá si la saca o no del cargo.
Aunque con los exministros de defensa Guillermo Botero y Diego Molano la moción de censura no prosperó, con Abudinen el escenario es incierto.
La ministra cuenta con el respaldo del presidente Iván Duque y el gobierno sostiene buenas relaciones en el Congreso. Del lobby político de la Casa de Nariño en los próximos días dependerá la suerte de la funcionaria.
En Cambio Radical, por ejemplo, no hay consenso. Pese a que la barranquillera es de la casa Char, algunos congresistas dudan de salir a defender públicamente.
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Incluso, hay congresistas del ala de Germán Vargas Lleras- uno de sus más fuertes críticos en las últimas semanas- que no deciden si respaldar a Abudinen o apoyar su salida del cargo. El exvicepresidente fue el primero que denunció la pérdida de los recursos y cuestionó desde sus columnas dominicales en El Tiempo el papel de la ministra.
Con la ministra podría ocurrir lo que sucedió con las pasadas reformas tributaria y de salud presentadas por Duque. Los legisladores tenían claro que eran buenas, pero nadie se atrevió a votarlas y de paso a exponerse ante una opinión pública que cada vez promete pasar más cuentas de cobro. En otras palabras, ¿quién defenderá a la ministra?, se preguntan internamente. Todos saben que quien lo haga tendrá un costo político en medio de una campaña política que ya empezó.
Y no es porque Karen Abudinen sea corrupta. Ni siquiera hay acciones judiciales en su contra. Al contrario, sus últimas actuaciones en contra de la Unión Temporal Centros Poblados demuestra su afán por recuperar los 70.000 millones que estarían en cuentas estadounidenses. El problema es que, pese a sus esfuerzos, el dinero no aparece y desde su ministerio se firmó para la entrega del anticipo de esos millonarios recursos. “Y sin aparecer el dinero uno cómo la defiende”, le dijo a SEMANA un congresista cercano del gobierno, quien pidió reserva de su identidad. Además, el escándalo se convirtió en el más mediático de las últimas semanas y la prensa está expectante a lo que pueda ocurrir.
Por los lados de Centro Democrático, el partido se ocupa durante este martes de examinar qué posición tomará frente a la moción, pero sin duda será de respaldo a la ministra TIC. Al fin y al cabo, así existan unas voces inconformes con Iván Duque, es el partido de gobierno.
En el liberalismo el tema es complejo porque, aunque una gran cantidad de congresistas es cercano a la Casa de Nariño, se desconoce finalmente qué papel jugará de cara a la moción. Lo mismo que el Partido Conservador y La U, quienes durante la semana definirán su posición.
Si la votación fuera hoy, la ministra correría un alto riesgo. Sin embargo, SEMANA conoció que el gobierno tiene un as bajo la manga: la formalización de la caducidad del contrato con la Unión Temporal Centros Poblados y la posesión del bien que tiene la firma en Cartagena avaluado en más de 40.000 millones de pesos.
Si esto se logra, la moción de censura podría perder fuerza porque Abudinen llegaría con más argumentos que le permitirán defenderse ante el Congreso y dejar en claro que la recuperación del dinero avanza por buen camino.