POLÍTICA

La misteriosa carta a nombre de la Embajada de Rusia que le llegó al Congreso

La misiva contiene la declaración del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal rusa y ha generado una tensión diplomática entre los dos países. El Parlamento ruso acusa a Colombia de haber querido propiciar una "guerra civil" al querer ingresar sin permiso la llamada ayuda humanitaria. El Gobierno Duque respondió.

2 de abril de 2019
Chacón guardó silencio sobre la carta, porque no está seguro de que se trate de una comunicación oficial de la Embajada de Rusia. | Foto: Fotomontaje SEMANA

El pasado viernes en la mañana llegó al despacho del presidente de la Cámara de Representantes, Alejandro Carlos Chacón, una inusual carta con el logo de la Embajada de Rusia en cabeza de Sergei Koshkin. Allí se adjunta el texto de la Declaración del Consejo de la Federación (la Cámara Alta) de la Asamblea Federal (el Parlamento) de la Federación de Rusia, que fue emitido a finales de febrero respecto a la situación geopolítica que hay en torno a Venezuela.

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Chacón guardó silencio sobre la carta, porque no está seguro de que se trate de una comunicación oficial de la Embajada de Rusia. Hay varios detalles que lo hicieron guardar reserva. Primero, que la carta llegó a su despacho como correspondencia normal, no pasó por los canales diplomáticos correspondientes, es decir, no llegó primero a la Cancillería. Segundo, la carta se ve borrosa debido a su impresión. Tercero, no fueron dados mayores detalles de la pertinencia del remitente, ¿por qué fue enviada a Chacón y no directamente al Gobierno? El presidente del Senado, Ernesto Macías, aseguró que la carta también llegó a su despacho, y se mostró en desacuerdo con su contenido.

Por eso, Chacón ordenó verificar la autenticidad de la carta. "Nos permitimos solicitar de manera urgente se sirvan certificarnos la autenticidad del documento adjunto, el cual fue radicado en la ventanilla de correspondencia bajo el id:9628, con un anexo de 3 páginas", se lee en el correo enviado el viernes 29 desde el correo oficial de la presidencia de la Cámara.

Hasta este martes, cuando se filtró la existencia de la carta, la Embajada de Rusia no había respondido el correo ni contestado las llamadas. Sin embargo, dijo Chacón a Blu Radio, remitirá la carta a la Cancillería ahora que es pública, así no esté comprobada su autenticidad.

La advertencia

La carta ha desatado una polvareda. En el escrito defienden al régimen de Nicolás Maduro y acusan a los países que lo condenan, como Colombia, de haber intentado dar un golpe de Estado para derrocarlo.

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“Después del fracaso del intento de golpe de Estado en Venezuela apoyado por los Estados Unidos de América, los partidarios del derrocamiento forzoso del Gobierno legítimo de Nicolás Maduro han recurrido a abiertas provocaciones”, se lee en la misiva.

Además, la declaración de la Cámara Alta rusa asegura que el pasado 23 y 24 de febrero, día del concierto en la frontera y del intento fallido de ingresar a Venezuela la llamada ayuda humanitaria (que en la carta es denominada “convoyes humanitarios” estadounidenses) pretendían provocar una “guerra civil a gran escala y llevar a cabo en lo sucesivo una intervención armada en ese Estado”.

Pero lo más delicado se encuentra al final de la carta. Allí advierten que “el uso ilegítimo de la fuerza militar contra Venezuela por parte de otros Estados que respaldan a la oposición será interpretado por el Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia solamente como un acto de agresión contra un Estado soberano y una amenaza a la paz y seguridad internacionales”.

Por eso, el Consejo de la Federación insta a parlamentarios extranjeros y a la comunidad internacional a apoyar el “diálogo y el proceso político pacífico en Venezuela” y evitar cualquier intento de “injerencia externa en los asuntos internos de ese Estado”.

Esta declaración es la misma que se encuentra en la página de la Asamblea Federal de Rusia, y ya provocó la respuesta del gobierno colombiano. La Cancillería, por medio de un comunicado, rechazó “enfáticamente” la declaración del Consejo de la Federación.

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“Las acusaciones contenidas en dicha declaración no corresponden a la realidad y constituyen una distorsión de la posición de Colombia, compartida por varios países de la región, y de sus actuaciones concretas en relación con el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro en Venezuela”, explica la Cancillería colombiana.

El presidente Iván Duque ha sido uno de los líderes de la región que se la ha jugado por la crisis venezolana y ha convocado a la comunidad internacional a aumentar el cerco diplomático. Tras la divulgación de la carta el mandatario aseguró que "Colombia no está en el plan de agredir a ningún Estado, pero está en su deber de defender la Carta Democrática Interamericana y de denunciar con claridad y contundencia los abusos de la dictadura en Venezuela".

En su respuesta, el gobierno aseguró que la crisis que atraviesa Venezuela no es responsabilidad de los países que se oponen a Maduro -tal como decía la declaración rusa-, sino del “régimen ilegítimo y usurpador de Nicolás Maduro”.

Además, el Gobierno colombiano reiteró que actúa de conformidad con sus obligaciones como miembro de la Organización de Estados Americanos, y en cumplimiento del régimen democrático interamericano. También, coherentemente con su responsabilidad frente al flujo migratorio “masivo” procedente de Venezuela.

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Pero lo más importante es que el Gobierno aseguró que la “transición a la democracia debe ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente y en el marco de la Constitución (...) sin uso de la fuerza”. Y le advirtió a Rusia, que por tanto, cualquier “despliegue o incursión militar en apoyo al régimen de Nicolás Maduro pone en riesgo la transición democrática y la normalización constitucional en Venezuela, y constituye una amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad en la región”.

Esta respuesta oficial del Gobierno colombiano da por sentado que el contenido de la carta enviada al despacho de Chacón es verídica. La tensión diplomática crece con la carta, y con las advertencias que de lado y lado se hacen, esto sin pasar de las vías diplomáticas para la tranquilidad de la región.