DOCUMENTO
Ernesto Samper habría adquirido “compromisos” con el Cartel de Cali, a cambio de que los Rodríguez financiaran su campaña
El expresidente Pastrana alborotó el avispero al entregar en la Comisión de la Verdad una carta del año 2000 firmada por los hermanos Rodríguez Orejuela en la que aseguran que la financiación de la campaña de Samper “no fue a sus espaldas”.
Entrego una carta firmada por los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela donde afirman, como usted lo verá, que Samper sí sabía de los ingresos de los dineros del narcotráfico en su campaña”. Esta explosiva frase del expresidente Andrés Pastrana ante la Comisión de la Verdad revivió esta semana el escándalo del proceso 8.000. Pastrana le entregó al padre Francisco de Roux, presidente de dicha comisión, la comunicación, fechada el 12 de junio de 2000. Allí, los entonces jefes del cartel de Cali revelan que la narcofinanciación de la campaña de Ernesto Samper a la Presidencia “no fue a sus espaldas”, como él dijo, y lo llaman “cínico”. Aseguran que Samper construyó “un sofisma”. “Que parte no de la verdad, sino del prudente silencio que hemos guardado”, dicen.
Los excapos explican el porqué de su comunicación, enviada al entonces presidente Pastrana, y aseguran que algunos hechos los fueron relevando de su obligación de callar para contribuir “al desarme de los espíritus”. Llama la atención que citan en el documento el brindis con champaña que, según ellos, hicieron el entonces presidente Samper y su esposa cuando los capturaron.
La carta tiene un impactante final, acompañado de las firmas de Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, que dice: “Finalmente, señor presidente, queremos manifestarle que no vamos a permitir que nos sigan utilizando para lavar sus culpas, y que no necesitaremos ningún beneficio que alivie nuestra pena; es más, no lo aceptaríamos para, en un momento dado, desenmascarar la urdimbre de mentiras que utilizan algunos ‘abanderados’ de la moral social en sus discursos donde priman los intereses personales sobre el interés nacional”.
De la reveladora carta surgen varias preguntas. La primera es por qué razón, si Pastrana recibió la carta en el año 2000, siendo presidente, no la reveló inmediatamente, sino años después en su libro “Memorias olvidadas”. Más extraño aún resulta el hecho de que la carta, a pesar de haber sido publicada allí, prácticamente había pasado desapercibida. Con ella, divulgada a tiempo, quizá se hubiese podido reabrir un proceso que sacudió al país y que terminó hundido en la Comisión de Acusación de la Cámara, a favor de Samper.
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Esta es una explicación que tendrá que dar el expresidente Pastrana. Por lo demás, el expresidente Samper, quien descalificó con insultos la explosiva carta, aún no le pone la cara al país por tan grave prueba en su contra. Él siempre ha dicho que el ingreso de los dineros calientes del cartel de Cali, con los que se eligió en 1998, fue a sus espaldas. Pese a que la carta data de hace 21 años, todo parece indicar que los Rodríguez Orejuela tendrían algún interés en contar todo lo que pasó, incluso ante la Comisión de la Verdad.
Testimonios clave
En entrevista con SEMANA, William Rodríguez Abadía, hijo de Miguel Rodríguez Orejuela, aseguró que con la carta “no pasó nada porque los políticos se protegen entre ellos”.
“Para mí sería muy importante que esta Comisión de la Verdad pudiera citarlos a ellos (a los hermanos Rodríguez Orejuela) y que se aclaren muchas cosas. Si tenemos que hacer un perdón y olvido, pues lo tenemos que hacer y listo, pero es necesario que la gente sepa lo que pasaba y por qué se movían y por qué se hacían estas alianzas”, agregó Rodríguez Abadía. “Eso es claro y no es secreto, financiamos muchas campañas”, aseguró.
Sobre la famosa frase de defensa de Samper, en el sentido de que supuestamente todo fue a sus espaldas, Rodríguez Abadía no ocultó su molestia. “Esa frase me da roncha porque es una mentira absoluta, él sabía (Samper), y volvemos a lo mismo, no lo estoy diciendo yo, lo están diciendo los hermanos Rodríguez Orejuela en una carta firmada por ellos”, dijo. Y dejó sembrada una duda sobre por qué la carta firmada por su papá y su tío no se conoció a tiempo. “Así hayan sido considerados bandidos, son hombres de principios, y cuando dan su palabra, siempre la cumplen. No sé si ese fue uno de los objetivos para mantener este silencio, porque al final ni Samper ni Pastrana fueron los que los extraditaron, a ellos los extraditó fue Uribe y pues para mí nos equivocamos y debimos en algún momento haber contado la verdad”.
“El deber moral de él (Pastrana) como presidente de Colombia era haber presentado la carta tan pronto la recibió ante la Comisión de Acusación de la Cámara. Nunca entendí por qué no la presentó si ese era su deber como presidente de Colombia”, señaló.
Rodríguez Abadía, quien pagó sus delitos ante la justicia de Estados Unidos y vive fuera del país, también habló de supuestos pactos entre Samper y los jefes del Cartel de Cali. “Los compromisos que se adquirieron por parte del gobierno de Samper, que no era la legalización ni que los Rodríguez quedaran libres, era lo que han hecho muchos presidentes: generar un momento y un lugar para lograr un sometimiento de estos hombres a la justicia. Ese era el compromiso, pero desafortunadamente pasó este escándalo del 8.000, se dejaron coger esas grabaciones y yo creo que para mí ese ha sido el peor error que cometió el Cartel de Cali, porque desde ahí ha sido una avalancha en la que cae y cae nieve”, sostuvo.
Además, afirmó que Samper les incumplió. “Samper nunca cumplió y nunca cumple ningún pacto con nadie y eso lo podemos ver con lo que pasó con Medina, con lo que pasó con Botero, la traición a ellos. Yo creo que Samper, como todo político, es así, van dejando cadáveres en el camino. Al final, el fin justifica los medios”, dijo.
Agregó que Samper, supuestamente, a cambio del silencio de los Rodríguez Orejuela, “se comprometió a crear una ley de sometimiento muy favorable para que ellos pudieran someterse y poder volver a recuperar la libertad”. El hijo de Miguel Rodríguez Orejuela dice que no solo Samper sabía de la financiación del Cartel de Cali, sino también otros miembros de la campaña, como Santiago Medina. “Al final, Botero acepta la responsabilidad, tiene que pagar y Samper sale ileso por todas las relaciones de poder que tiene en el país. Claro que todos sabían. Medina viajaba cada semana a Cali a verse con ellos”. El cartel de Cali, según Rodríguez Abadía, habría girado en total 10 millones de dólares para Samper en las dos vueltas presidenciales.
Sobre por qué Samper no fue condenado por los dineros calientes en su campaña, Rodríguez Abadía señaló: “La justicia no quiso (demostrarlo), las pruebas siempre estuvieron ahí”. “Le aplaudo al expresidente (Pastrana) que tenga el valor, pero hay que contar toda la verdad porque o si no queda a medias, por eso es importante que puedan oír a mi padre y a mi tío. Es vital que ellos cuenten su versión. Yo creo que la Comisión de la Verdad debería hacer el esfuerzo. Solo se oye a una parte, que es la de los expresidentes”, dijo.
La versión de Pastrana
El expresidente Andrés Pastrana dedicó gran parte de su testimonio ante la Comisión de la Verdad a explicar las condiciones en las cuales la campaña Samper Presidente terminó siendo financiada por el Cartel de Cali. Reiteró que, según él, Samper sí sabía de la infiltración de los dineros del narcotráfico para poder cumplir con su objetivo de llegar a la Presidencia. “No fue a sus espaldas ni mucho menos a espaldas de los directivos de la campaña, como lo pregonan en las plazas públicas”. Luego volvió a sorprender cuando aseguró, de manera contundente, que no solo los hermanos Rodríguez Orejuela financiaron la campaña liberal de Samper. “Con el tiempo, se ha descubierto que hasta el ‘Chapo’ Guzmán ha confesado que envió dineros a esa campaña”.
El coronel retirado Carlos Alfonso Velásquez, excomandante del Bloque de Búsqueda del Ejército, quien fue fundamental para darle origen al proceso 8.000, tras la captura del contador Guillermo Pallomari, también entregó su versión de lo ocurrido. En entrevista con SEMANA, sostuvo que Samper sí sabía del ingreso de los dineros calientes.
“Claro que sabía. Lo que yo he llegado a concluir es que Samper y Pastrana eran rivales políticos desde la universidad y llegó un momento en esa campaña en la que Pastrana podía ganar y Samper, seguramente, dijo: no me dejo ganar de este tipo ni de fundas, y abrió la puerta, a través de su gente cercana, para que el Cartel de Cali le metiera plata”.
El exoficial del Ejército se refirió a la versión de Fernando Botero, el ministro de Defensa de Samper. “Si Botero hubiera dicho ‘Samper sabía y yo también sabía’, se acaba el gobierno Samper o tiene que renunciar. El error fue que Botero dijo ‘Samper sabía, pero yo no sabía’. Recuerde que Samper en ese momento dijo ‘Botero miente para salvarse’, era cierto, él dijo la verdad para salvarse, pero no dijo la verdad completa”.
Narró además una historia desconocida con Botero cuando era ministro de Defensa y después de que el coronel se vio envuelto en un escándalo por haber caído en una trampa del Cartel de Cali con una mujer. Velásquez le explicó que cometió un error, pero que no sacrificó su misión. “Entonces saco de mi maletín unas fotocopias de los documentos clave del 8.000 que yo tenía (...) Él empieza a mirar esas fotocopias, en ese momento no tenía ni idea de quién era Santiago Medina (tesorero de la campaña) y ahí iba una fotocopia de un cheque de 40 millones a Santiago Medina. Y me dice Botero: coronel, esto es muy grave, acá hay media clase política del Valle. Yo le contesté: no solo del Valle, también de Santander y del Cesar”.
Dice el coronel que, luego, Botero le pidió que se siguieran viendo en el apartamento de él y no en el ministerio. “Me dijo ‘¿usted me podría facilitar una fotocopia de lo que está ahí?’. Yo le dije ‘cójala, ministro, que el original está en la Fiscalía de Cali’. Él mismo sacó las copias y se las llevó”. Para el excomandante del Bloque de Búsqueda del Ejército, hubo compromisos claros entre el presidente Samper y el Cartel de Cali. Uno de ellos fue mantener al director de la Policía de la época, el general Octavio Vargas Silva (solo lo habría podido sostener hasta finales de 1994), y al comandante de las Fuerzas Militares, el general Camilo Zúñiga, quien había sido comandante de la Tercera Brigada en Cali (estuvo por dos años).
También habría estado sobre la mesa que Samper haría todo lo que estuviera a su alcance para que el procurador fuera Orlando Vásquez Velásquez y el contralor fuera David Turbay, tal como ocurrió. El coronel habla de un último supuesto compromiso y fue no reactivar la extradición. Sin embargo, por presión de Estados Unidos, en el último año del gobierno Samper dicha figura fue aprobada, pero sin retroactividad. De esa manera los Rodríguez Orejuela habrían estado a salvo de ser enviados a ese país.
El exoficial también recordó una anécdota con el entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, Myles Frechette. “Samper, en un discurso, dice que nadie tiene por qué darnos lecciones de narcotráfico, porque tenemos experiencia, y la esposa de Frechette, emocionada, aplaude, y Frechette la mira y se queda quieto. No aplaude. Claro, él no tenía por qué contarle a la esposa los secretos que sabía”, contó.
Finalmente, el exoficial se refirió a las razones por las cuales el juicio a Samper no prosperó. “Era un juicio político para determinar si lo podían declarar indigno de ejercer el cargo por mentir. Samper maniobró de tal forma que eso se convirtió en jurídico. Por eso hablamos de la prueba reina y en lo jurídico ni siquiera quedó en que era inocente, sino en preclusión, porque no había prueba reina. Había una buena proporción de congresistas, principalmente del Partido Liberal, que también había recibido plata del Cartel de Cali. Ellos pensaban que, si actuaban como correspondía, los capos les sacaban sus cuentas pendientes y entonces ellos quedaban también fregados. Después ya se dio como un caso juzgado y quedó así: fue un momento de quiebre para el país, de quiebre para su ética pública”.