La casa en el aire: esta es la increíble historia de una millonaria estafa inmobiliaria en Medellín

La capital de Antioquia está enfrentando uno de los problemas de construcción más delicados de su historia. Edificios mal diseñados amenazan con desplomarse y los delincuentes engañan a los propietarios con viviendas que no existen.

Continental Towers es solo una muestra de la crisis. La exclusiva unidad residencial que se armó en el barrio El Poblado fue implosionada el 8 de diciembre porque se estaba ladeando desde 2013. Un déficit en los materiales les robó el sueño a sus ocupantes. El siguiente en la lista es Asensi. Las 110 personas que compraron los apartamentos hace nueve años fueron evacuados y los técnicos revelaron que la única manera de reducir el riesgo es tumbarlo de manera controlada, pero no hay dinero para la maniobra.

La constructora CDO es la responsable de estas dos estructuras. Ese mismo grupo fue el que armó al edificio Space, que también se fue al piso y mató a 12 personas. Los representantes no aparecen para cubrir con las obligaciones económicas que cargan. Según el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Medellín, en este momento cinco torres están evacuadas por fallas en la infraestructura. Si bien unos se pueden salvar con algunos procesos, otros ya tienen la declaratoria de muerte.

El último en desocuparse fue el conjunto Alabama Mall Comercial y Residencial, que comprende ocho pisos y tres sótanos en construcción. Sin embargo, algunos apartamentos ya estaban siendo ocupados. La orden se impuso el 13 de diciembre.

Un equipo técnico recomendó la evacuación temporal debido a que se evidenció que el proyecto presentaba algunas manifestaciones patológicas en su estructura. Un estudio de ingeniería revelará si las personas pueden regresar a los inmuebles prontamente.

Esta edificación forma parte de los activos que están incluidos dentro del proceso de liquidación forzosa administrativa que se adelanta contra la Constructora del Norte, Invernorte e Inmobiliaria Europa por una estafa inmobiliaria que sufren 720 familias.

Con base en las denuncias que reposan en la Fiscalía, estas compañías comercializaron viviendas sobre planos en Medellín. Una vez recibían el dinero, hipotecaban los terrenos y los apartamentos que alcanzaban a construir los ponían a nombre de terceros. Las autoridades judiciales están investigando otras 31 alertas que advierten sobre un supuesto engaño millonario en la compra de inmuebles en la ciudad. Los relatos son escandalosos. Las víctimas habrían pagado por apartamentos que nunca se entregaron.

De acuerdo con los estudios preliminares, las afectaciones superarían los 122.000 millones de pesos. Pero se sospecha que hay un subregistro a razón de que todas las personas que padecen este viacrucis no presentan las quejas ante el ente de acusación.

El modus operandi que se ha identificado es que los vendedores les ponen precio a las viviendas y locales sin ser los propietarios del terreno. También reciben dinero por predios que ya tienen dueño, más de una persona aparece con una misma escritura en mano.

En lo que va corrido de este año, en los despachos del Distrito se están tramitando diez denuncias penales por este tipo de estafas. Pero los investigadores de la Fiscalía tienen otros 21 procesos acumulados de los años 2020 y 2021 con idénticas prácticas.

También es motivo de preocupación que las personas adquieren supuestos predios sin contar con los documentos requeridos para edificar. Por ejemplo, no tienen licencia de construcción, permisos de enajenación, estudios previos y escrituras públicas. “Estamos frente a una estafa inmobiliaria sin precedentes en la ciudad. Conocemos relatos de muchas personas que han sufrido esta calamidad. Hoy día no tienen el anhelado sueño de una vivienda propia”, señaló el concejal Carlos Andrés Ríos.

Frente a este panorama, la Secretaría de Gestión y Control Territorial de la Alcaldía de Medellín respondió que está afilando los dientes para investigar cada una de las obras que se construyen sobre el suelo del Distrito para frenar la escalada de las estafas.