Nación
La cátedra de Zapateiro a los nuevos soldados que ingresan al Ejército
El comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro, visitó la Escuela de Soldados Profesionales, en donde se refirió a la responsabilidad que representa defender el país. Dijo que deben negarse a hacer cosas que vayan contra la doctrina de la institución.
El comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro, recibió en la escuela de soldados profesionales a un nuevo contingente y dictó cátedra.
En sus palabras recogió, entre líneas, algunas de las polémicas que se han dado en los últimos días. Retomó una frase en la que decía: “El día que se vaya de esta amada institución (el Ejército) dejaré muchísimos Zapateiros”. Además, reclamó a los soldados entrantes que tengan carácter para decirles a sus superiores cuando no estén de acuerdo con hacer algo que vaya en contra de la doctrina de la institución.
“Usted trasciende, ustedes me escucharon y muchas veces me criticaron cuando algún día dije: no me preocupa que se vaya Zapateiro, no me preocupa. Ya viví demasiado en la vida militar, toca darle la oportunidad a los que vienen detrás”, les dijo Zapateiro a los encargados de formar a la generación de soldados que se estaba enlistando.
Además, se refirió a lo que llamó ataques contra la institución. “Somos la institución más querida del país, estamos en el corazón de todos los colombianos y eso le duele a más de uno, por eso quieren atacar la institucionalidad”, dijo Zapateiro al frente de cientos de hombres que ingresan al Ejército.
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Tampoco pasaron de agache, en su emotivo discurso, las irregularidades en las cuales han estado involucrados miembros del Ejército, bien sea en casos de corrupción o incluso alianzas con grupos ilegales.
“Y quiero que ya cuando ustedes tengan conocimiento, que ustedes vean una unidad militar en una patrulla y vean que su sargento, su cabo o su teniente están apuntando algo que sus sargentos, que sus cabos, que sus tenientes y capitanes no les enseñaron, tienen que tener el carácter de decirles: Perdón, mi teniente, pero esto que estamos haciendo nunca me lo enseñaron en la Escuela de Soldados Profesionales y esto que estamos haciendo va en contra de la doctrina del Ejército”, dijo con claridad el comandante del Ejército.
A los primeros que se dirigió Zapateiro fue a los nuevos soldados profesionales, a quienes les explicó la importancia y responsabilidad de defender la patria y les explicó que el Ejército se convertirá en su primer hogar.
“Quien les está hablando aquí, también prestó servicio militar como ustedes, y como me gustó la carrera hice lo que están haciendo ustedes, me vine a formar como oficial, ustedes vinieron a formarse como soldados profesionales (...) Lo más importante, cuando uno viene a estas escuelas es la vocación, si usted vino aquí solo a ganarse un sueldo está equivocado de carrera, aquí se entra a la carrera de las armas por vocación, por amor, porque quieren ser soldados, porque quieren servirle a la patria”, dijo Zapateiro.
Y agregó la responsabilidad que tienen como defensores de la soberanía, la libertad y el orden. “Yo lo que necesito aquí es lo que le falta a Colombia para defender la nación, para defender la república, para proteger y defender la Constitución y son soldados, yo necesito soldados, a eso es a lo que venimos acá, a la escuela de suboficiales y de soldados profesionales a prepararnos como soldados para defender la República de Colombia, para defender la soberanía, la integridad del territorio, la independencia el orden constitucional, para defender la vida bienes, honra y dignidad de todos los colombianos y evitar que en el país nadie, absolutamente nadie, vaya a mancillar la libertad y el orden”.
“Nosotros somos el blindaje de la nación y combatimos con honor, con lealtad, todas las estructuras criminales, todas las empresas domésticas internas y externas que quieren hacerle daño a la nación. Eso somos nosotros, soldados honestos, rectos, transparentes, pulcros, probos, eso somos nosotros”, explicó el comandante del Ejército.
Zapateiro reconoce que está cerca de dejar el Ejército, el que considera ha sido su hogar. “Lo que quiero decirle soldado es que este es su segundo hogar, y muy pronto será su hogar, su primer hogar, eso ha sido el Ejército para mí. Aquí entré, aquí crecí, aquí serví, acá lo di todo, por mi nación, por mi país, por los colombianos y no me arrepiento, y si volviera a nacer volvería a ser soldado, todo lo que tengo se lo debo al Ejército; y todos ustedes, los cuadros de mando, todos ustedes tienen oficiales y suboficiales de esta prestigiosa escuela de soldados profesionales lo han obtenido aquí, con nuestros recursos”.
Dirigiéndose a los superiores y la responsabilidad de formar a los nuevos soldados profesionales que defenderán al país, señaló: “A eso viene el soldado acá, a que ustedes los formen, a que ustedes les enseñen técnicas, tácticas, procedimientos de operacionales normales”.
“Todo eso que nos enseñaron a nosotros, cómo moverse de noche, cómo hacer una base de patrulla móvil, una DPN, cómo transitar por la selva con la brújula, cómo tomar puntos de referencia, cómo cambuchear, cómo colgar la hamaca, cómo hacer el refugio, cómo cruzar un plano grande, un plano pequeño, un río, todo eso, lineal A, lineal B, cruce de cerca, cruce de un área poblada. Hay mucho que enseñar, procedimientos con la población civil, procedimientos con un resguardo indígena, todo eso hay que enseñar”, aseguró.
Y agregó: “Necesito que me les enseñen, que los pongan a reflexionar los cinco primeros niveles. Algo bueno de sus vidas, que les dejen una reflexión todos los días a los soldados, que cuando estos muchachos se gradúen en pocos meses los recuerden a ustedes por siempre, eso se llama trascender en la vida”.
Zapateiro en su carrera también tuvo que estar en la formación de nuevos militares y lo recordó con cariño. Contó, a modo de anécdota, que hoy hay soldados que le recuerdan que él fue quien los formó. “Aquí yo trascendí, fui director de esta escuela dos años, dos años, formé la brigada móvil 16, 17, 18, 19, la 20 y la 21. Lo que hoy estoy haciendo, así le hablaba a mis soldados, a esas seis brigadas móviles en el año 2006 y 2007, es decir, que hay soldados de muchos años y aún me ven, ‘mi general, con honor quiero una foto, yo fui soldado suyo en el 2006, en la escuela de soldados profesionales, lo recordaré toda mi vida mi general’”.
Nuevamente, con la experiencia de años en el Ejército, que lo llevaron a ocupar el cargo más importante de esta institución, Zapateiro se refirió a los retos que tienen los soldados entrantes y los enemigos que van a tener que enfrentar en su trabajo.
“Ustedes van a conformar pelotón, pelotones que van a ir al campo de combate ¡No se asusten! ¡No le tengan miedo a enfrentarse a esa estructura criminal! Solamente se necesita disciplina, táctica y aplicar todos los procedimientos que aquí les enseñaron, no más, ¡no más! Lo que vamos a enfrentar por fuera son narcotraficantes, mafias armadas, estructuras criminales organizadas, pero solo para lucrarse de lo ilícito, no más. Y hay algo que se llama la seguridad personal”, afirmó.
Este podría ser el último contingente que al que Zapateiro le da la bienvenida, por eso, pese a que hablaba duro, con voz de mando, hizo una especie de despedida en al que señaló que no se arrepentía y que era el momento de dedicarle tiempo a su familia. Casi un adiós.
“Ya lo hice todo, todo, todo lo hice, ahora me queda es tiempo para dedicárselo, el poco que me queda, a mi esposa y a mis hijos, a mis amigos y a mi vida. Eso es convicción, esa es la convicción, eso es lo que se llama proyecto de vida, arrancar, llegar a lo alto, dejar la institución en lo más alto, con buen nombre y salir por la puerta grande, por la que entré o por la que entraron. ¿Qué significa esto? Que debe mentalizarse soldado”, fueron sus últimas palabras.