“Si no nos unimos quemaremos la paz en la puerta del odio”: Clara López

Las coaliciones de cara a las elecciones presidenciales están aún muy enredadas. Tanto en la izquierda como en la derecha hay tendencias que han encontrado coincidencias, pero en ambos casos el común denominador es la división y la defensa del interés particular.

La de la derecha, por ejemplo, está en vilo por cuenta de la decisión de Marta Lucía Ramírez, quien deberá decir si acepta o rechaza la invitación -ahora conjunta- de Alejandro Ordóñez e Iván Duque de medirse en las urnas en una consulta el próximo 11 de marzo. Ni los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe han logrado cohesionar a estos tres aspirantes para elegir un candidato único.

Y ahora, por los lados de la centroizquierda, tan solo se ha logrado un acuerdo entre Clara López, Gustavo Petro y Carlos Caicedo. Ellos, no obstante, quieren ampliar esta coalición para que en la consulta que pactaron para marzo haya más nombres y el abanico de posibilidades de unión sea más amplio.

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El ‘palo en la rueda‘ ha sido la negativa explícita y constante de Humberto de la Calle y Sergio Fajardo a unirse con estos tres candidatos, pero en especial porque consideran que Petro -en particular- puede restar más que aportar. Y a Piedad Córdoba ni siquiera la han invitado a participar, también por el temor a que genere más efectos negativos que positivos.   

Ante este juego de intereses particulares es que han comenzado a surgir voces de diferentes sectores pidiendo la unión, con el fin de que la centroizquierda se una para intentar dar la batalla en un momento en que la derecha parece estar más cohesionada, a pesar de las diferencias internas, que esta orilla ideológica. Quieren que sus cabezas visibles establezcan una alianza para intentar quedarse con el poder.

Clara López, candidata de la ASI (Alianza Social Independiente), envió en la noche del jueves una carta a De la Calle y a su jefe político y cabeza del Partido Liberal, el expresidente César Gaviria, insistiéndoles en la necesidad de unirse y hacer una consulta amplia, más allá de Petro y Caicedo, para tener una opción real de ganar la Presidencia. De hecho, fue muy explícita.

"El nombre del sacrifico hoy es correr el riesgo de las urnas en una especie de primarias de los sectores progresistas en la consulta interpartidista de marzo para llegar unificados o lo más cohesionados posible a la primera vuelta presidencial. De lo contrario, habremos quemado la paz en la puerta del odio. Eso no es una opción para el pueblo colombiano. Ninguno solo llega, unidos cumpliremos con la esperanza de la paz y el cambio social", precisa López en su misiva.

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Este lunes 22 de enero se vence el plazo para anunciar si se harán o no consultas interpartidistas, y hasta ahora solo Caicedo, López y Petro se han mostrado abiertos a una. Pero, como dicen ellos mismos, quieren que más gente participe. Por ejemplo, se espera que este viernes, desde Medellín Fajardo dé una respuesta concreta de si acepta deponer las diferencias y participar, o preferirá continuar solo su camino.

Carlos Caicedo fue enfático en que "nosotros seguimos convencidos de que es posible una gran alianza que garantice un futuro promisorio para todos, derrotando en las urnas a los de antes, al pasado, al sufrimiento, a la pobreza, el saqueo y el retorno a la guerra". Por eso, les pide a De la Calle y a Fajardo que se sumen a esta consulta de centroizquierda bajo la bandera de la consolidación de la paz y la lucha contra la corrupción.

Y Petro, por su parte, ya fue claro en sus redes sociales: "La opción de mi candidatura presidencial queda bajo el veredicto popular este 11 de marzo. Cualquiera que sea la decisión ciudadana será un mandato popular. Esta confluencia está abierta ahora y después de marzo, queremos un bloque histórico para una paz definitiva en Colombia".

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Petro sabe que si gana esta consulta, pero con un resultado bajo en votos, pierde fuerza ante los candidatos de la derecha. Y a esto hay que sumarle que Clara López ya se hizo a casi 2 millones de votos en las presidenciales de 2014, por lo que no será fácil de vencer. No obstante, y a pesar de las duras peleas públicas que han tenido, decidieron intentar de nuevo la unión y buscar una sumatoria de apoyos. La duda está en los demás.

Es por eso que la expectativa está en torno a lo que puedan decir De la Calle y Fajardo, objetivos constantes de los mensajes de estos otros candidatos, pero -como avanzan hasta el momento las cosas- parece que la unión no hará la fuerza, sino que intensificará la división. Así es la política.