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La coalición de Gustavo Petro en el Congreso está en riesgo: ¿La U y los liberales se declararán en independencia?
La U y el Partido Liberal decidirán el próximo miércoles si se declaran de Gobierno o en independencia. La segunda opción dejaría pendiendo de un hilo la gobernabilidad del presidente Gustavo Petro.
La aplanadora del presidente Gustavo Petro en el Congreso no parece ser tan sólida como se pensaba. Apenas un mes después de la posesión del Legislativo y pasados menos de 30 días desde el inicio del Gobierno, la coalición tambalea y el presidente corre el riesgo de perder la gobernabilidad parlamentaria.
Tanto el Partido de la U como el Partido Liberal ya están contemplando la posibilidad de declararse en independencia. Con la avalancha de reformas y proyectos que prepara el Gobierno, la posible pérdida de dos de las bancadas más cuantiosas, con 71 congresistas en conjunto, puede convertirse en una baja sensible para los objetivos del primer año de mandato.
Aunque la situación de las bancadas es distinta, la preocupación de fondo es la misma. Hasta el momento, los congresistas señalan que el Gobierno no trata a los partidos como parte del proyecto y, además, hay poca participación burocrática y política en las reformas más urgentes.
SEMANA conversó con más de una decena de congresistas de ambas bancadas para conocer cuáles son las inconformidades, los enfrentamientos internos y las posibilidades de que la aplanadora termine descompuesta en el corto plazo.
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Partido de la U
Prácticamente, toda la bancada del Partido de la U en la Cámara de Representantes está pidiendo que haya independencia frente al Gobierno de Petro. De los 15 congresistas que la componen, 14 tienen un malestar profundo con el tratamiento recibido.
El pasado martes en la noche, cuando se conoció la designación de Sandra Urrutia como nueva ministra TIC, los representantes se reunieron en la plenaria y manifestaron su inconformidad. “Ninguno de los congresistas sabía quién era ella”, aseguró uno de ellos, que pidió reserva de su nombre.
Ante la revelación de SEMANA del disgusto que hay en La U por varios hechos, los miembros de la Cámara de Representantes decidieron reunirse ese mismo miércoles a conversar qué decisión tomarán.
Uno de los temas que les preocupa es la poca representatividad que tienen. “No sentimos que el Gobierno tenga con el partido un acto de reciprocidad”, dijo un parlamentario.
Ante el revuelo, la bancada en pleno está citada por la dirección el próximo miércoles a las siete de la mañana en el Club de Banqueros, a unas cuadras del Capitolio. Ese día, al término de la reunión, saldrá la decisión oficial. “La mayoría de los congresistas del partido están inclinados a la independencia”, afirmó otro legislador.
La tormenta por la decisión que pueda tomar La U generó que el Gobierno se esté moviendo para no perderlos. Personas cercanas al ministro del Interior, Alfonso Prada, han tenido acercamientos con los parlamentarios para analizar cómo está la situación en el partido. Los congresistas reclaman que no tienen comunicación directa con Palacio.
A pesar de esto, hay quienes reconocen la capacidad de maniobra que pueda tener el Gobierno para mantenerlos cerca. Sin embargo, el disgusto es enorme. Uno de los puntos álgidos es la reforma tributaria. La U considera que hay varios detalles del proyecto que van en contravía de lo que quieren para el país. “Si votaran la independencia hoy, no tengo la menor duda de que gana esa decisión”, dijo otro senador, aunque reconoce que también puede ser una estrategia para pedirle más participación al Gobierno. “Cualquier cosa puede pasar”, aseguró.
Por ahora, la directora de La U, Dilian Francisca Toro, no ha dado línea ni se ha comunicado con varios congresistas. “Todavía no se ha hablado con ella, es la bancada sin la presidenta que estamos pensando en la independencia”, dijo un representante a la Cámara.
Partido Liberal
Después de la ‘luna de miel’ entre César Gaviria y Gustavo Petro, con viaje a Italia incluido, existe una fuerte insatisfacción del líder del liberalismo. La bancada del partido se reunió el pasado miércoles y, a pesar de que se concluyó que existe voluntad de apoyar al Gobierno, el expresidente exigió que se cumplan los compromisos acordados.
Hoy, el Partido Liberal se encuentra dividido en dos grandes corrientes. Una de ellas, la más cercana a Petro en campaña, quiere ser bancada de Gobierno, pero le pide al presidente más escucha en la construcción de las reformas. “Es una insatisfacción de la bancada por poder exponer, de manera clara y directa, nuestras dudas frente a algunas iniciativas que se han presentado en el Congreso”, explicó el representante Andrés Calle. “La mayoría del partido sigue en la decisión de acompañar al presidente Gustavo Petro”, agregó el senador Fabio Amín.
Otros congresistas pujan por la independencia, dado que se sienten minimizados al no ser invitados a colaborar con dichas reformas y ver cómo las cuotas burocráticas no los representan. “Si no nos necesitan, es bueno que nos lo hagan saber”, advirtió un senador.
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, y la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, están lejos de ser liberales de las entrañas del partido y la falta de conexión comienza a pesar. “Eso no va a salir bien, terminaron puestos por el Gobierno”, opinó un congresista liberal.
“Es una farsa ese cuento de que nosotros tenemos ministerios. Osuna es amigo personal de Gaviria y la ministra de Vivienda es la esposa del mejor amigo de Petro. Fueron nombres que aceptamos, pero no puestos por nosotros”, dijo otro parlamentario.
En conclusión y, según un representante a la Cámara consultado por SEMANA, el problema central sería un teléfono roto entre el Gobierno y el Partido Liberal. Existen canales oficiales, que lideran el senador Lidio García y el representante Andrés Calle, pero parece ser que el presidente Petro estaría optando por uno irregular, por medio del exsenador Julián Bedoya y su grupo político, conformado por los ahora congresistas Juan Diego Echavarría y María Eugenia Lopera.
“Quienes trajeron la hoja de vida de la hoy ministra de Vivienda fue el grupo de Bedoya”, dijo el congresista.
Otro malestar del liberalismo y una prueba de la mala relación fue la elección de los magistrados del CNE. Según contaron algunos parlamentarios, hubo una ‘jugadita’ que generó roces y los liberales tuvieron que poner límites porque el Pacto Histórico quería tener un tercer candidato en el tribunal electoral. Eso fue lo que generó que se aplazara la elección. “Trataron de quemarnos a uno de los candidatos, metiendo el tercero de ellos”, relató un parlamentario de la bancada. “Nos tocó pararnos en la raya (...) no pueden quitarnos las cosas a las que tenemos derecho”, agregó. Ese tercero era Álvaro Echeverry, exsecretario de La U, quien quedó por fuera y a quien muchos veían cercano a Roy Barreras.
Hasta el momento, la incertidumbre generada por César Gaviria parece ser una presión para que el Gobierno le dé un espacio mayor al Partido Liberal en el gabinete. Lo cierto es que, a pesar de que exista disposición para ser Gobierno, muchos aseguran que, de continuar las condiciones actuales, se convertirían en una bancada distante y propensa a actuar con independencia frente a varias iniciativas.
Para limar las asperezas, Alfonso Prada habló con el expresidente Gaviria, pero la conversación no fue del todo próspera. Algunos parlamentarios coinciden en que la intermediación del ministro es una barrera para el diálogo con el Gobierno, otros atribuyen a una desconexión. Por eso, habrá reunión de bancada el próximo martes a las diez de la mañana para tomar la decisión final.
La decisión que tomen ambas colectividades podría definir el éxito del primer año de Gobierno de Petro, en el cual buscará aprobar las reformas más urgentes. Si La U y el Partido Liberal se declaran en independencia, el presidente tendría una estrecha mayoría parlamentaria. La gobernabilidad corre riesgo si el Partido Conservador se suma a la decisión, dejando al Gobierno atado de manos y con una ciudadanía a la espera de un cambio rápido y que salte a la vista.